Esta pequeña pizzeria y cafetería se encuentra en el barrio de ruzafa, junto al mercado municipal de ese mismo barrio.
Es un lugar de pequeñas dimensiones pero donde hay muy muy buen rollo y los clientes no dudan ni un segundo en compartir una gran mesa contigo si hay sillas disponibles.
Las pizzas cuestan 3€ y tienen ingredientes muy variados. Yo cuando voy les pido el número de pizzas que quiero y les digo que elijan ellos los ingredientes, de modo que me las sirven mucho más rápido.
La sensación es la misma que estar en tu casa. Es muy tranquilo y la gente hace cosas que haría en casa: leer, jugar a algun juego de mesa, o hay incluso hay quién se anima a tocar la guitarra que cuelga del fondo del local.
Hay tres espacios diferenciados: la terraza en la calle (es un callejón por donde no pasan coches) la zona de mesas y la zona de cojines (chill out)
La decoración es muy sencilla.
Al entrar, no olvides pedir una piedra donde esta escrito el número de tu mesa para que puedan atenderte.