Qué decir de la Karlovi. En cada visita a Praga no he dudado en volver, es un sitio que no me pierdo por nada del mundo.
Se debe a que lo relaciono con mi más tierna adolescencia: la primera vez que vine, fue durante mi viaje de fin de curso en el instituto; volví a los 3 años de Interrail y volvimos a repetir lugar a los 2, y por último pero no peor, este año.
Karlovy Lazne es una discoteca o Night Club situada en pleno centro de Praga. Está prácticamente pegada al Puente de Carlos (Karluv Most), sólo hay que dar la vuelta a la manzana, o cruzando el mismo, podrás ver la parte trasera del edificio. Si, he dicho edificio: se trata de un club que tiene más de 4 plantas, con lo que es un edificio entero que da ambos lados de la calle.
Para entrar es un poco rollo: si no has cogido el tour Pub crawl tour o alguno de fiesta similar, tendrás que hacer un poco de cola para entrar. Depende de la época del año, hay veces que podías entrar antes de cierta hora y pagar un poco menos de entrada, pero esta vez no ha sido así: hemos tenido que hacer unos 10 minutos de cola para encontrarnos con el precio habitual que se pagó durante toda la noche.
CUIDADO: al antrar, hay que llevar el dinero en efectivo. En esta última ocasión fueron unas 250 coronas por cabeza, es decir, unos 8 euros. Tanto en la entrada como para consumir dentro deberás de tener la moneda habitual checa: coronas checas. Nosotrxs fuimos con la esperanza de que aceptasen tarjeta de crédito, ya que es un lugar muy conocido internacionalmente hablando, pero no fue así.
Al entrar, nos ofrecieron salir a buscar un cajero para sacar dinero y saltarnos la cola para poder entrar de nuevo. Lxs porterxs de la discoteca eran muy amables, pese a su seriedad y pinta de malotxs para amedrentar a gente broncas. Hacen cacheo al entrar, por lo que olvídate de meter bebida a no ser que seas muy hábil. Hay porteros y suele haber una portera también para poder cachear a las chicas. Los bolsos, mochilas y demás lo miran minuciosamente también por el tema de armas, como que no se puedan meter navajas o similar.
Los vasos y pintas son todos de plástico para evitar que al caerse, los trozos corten a gente (muchas chicas van descalzas por los tacones o similar) o se puedan utilizar como arma para posibles peleas.
¿De precio? Bueno, hay de todo. La cerveza es especialmente barata, no pasa de las 45 coronas (unos 2 euros) si es en pinta. Este año han incorporado los tiradores automáticos de cerveza, que funcionan gracias a una pequeña solapa que tienen las pintas en el culo del vaso, que al posarlas encima de un depósito de cerveza, hace que suba y entre la cerveza perfectamente tirada. La gente utiliza esa solapa también para poder hacer competición de beber rápido, pero es algo engorroso intentarlo.
Las copas, cubatas o chupitos no son muy baratos que digamos. El cubalibre (coca cola con ron) más barato que hay ronda las 120 coronas checas, casi 5 euros. Como he comentado en anteriores publicaciones, es un rollo porque te echan muy poco alcohol la verdad, entonces tienes la sensación de que sólo estás bebiendo el refresco.
Algo que no había visto es las nuevas incorporaciones de la discoteca: en la primera planta tienes chupitos de aire. Si, si, así como lo lees. Ponen un globo encima del chupito y supongo que el olor o esencia del mismo, entra en el globo y lo único que debes hacer es absorber. Dicen que te sienta igual que tomar un chupito, pero te ahorras la resaca. Científicamente hablando, dudé de su relevancia, así que como tampoco era barato (80 coronas- 3 euros), decidí ni olerlo. En la planta subterránea tienes el bar de oxígeno: te conectas a una bombona y respiras aire más puro, dependiendo de lo que quieras, para relajarte, hacer que se te pase la resaca, o que te actives o excites para seguir de fiesta. Nada barato tampoco la verdad, así que decidimos no probarlo.
También está el bar de hielo, que ahora conecta directamente con la planta baja o de entrada a la Karlovy. Para entrar tienes que pagar más dinero, no recuerdo tanto. A mi parecer, era pagar más por beber una cerveza pasando frío, ya que te hacen ponerte otro abrigo especial para que aguantes tiempo dentro, ya que estás casi bajo cero.
El pasaje que conecta esta parte de la manzana con la parte del puente cierra en cuanto abren estos dos bares. Para entrar al bar de hielo deberás entrar a la Karlovy, y en este pasaje también puedes encontrar un cajero automático para sacar dinero si te quedas sin efectivo. Es un cajero ATM, por lo que si tienes tarjeta checa no tendrás problema con las comisiones, y si tienes tarjeta internacional, dependerá de tu banco.
Para fumar sólo podrás hacerlo abajo, en la entrada, o en el pasaje. Hay que tener cuidado porque por la noche hace un frío terrible, así que aquellxs que se atrevan a salir, que no dejen el abrigo muy lejos. Hay ropero también, en la quinta planta, por 30 coronas (un euro y algo) podrás dejar el abrigo y despreocuparte de él durante toda la noche. Si prefieres, puedes entrar con mochila y guardarlo dentro y tenerlo a la vista durante toda la noche.
Hay diferentes plantas según la temática musical de la misma: desde música ochentera o más tradicional con un suelo de luces, a tecno con gogós o música más comercial con un foso para bailar. En todas las plantas tienes dos partes, una en la que es más discoteca con el mogollón de gente, y otra más chill out en la que tienes bancos o sillones para sentarte. En ambas tienes barra de bar, por lo que no te preocupes que podrás rellenar la bebida en cualquier momento.
¡Una maravilla! Encuentras gente internacional de todas las partes del mundo, desde despedidas de solterx a cumpleaños internacionales, a gente de erasmus. Eso sí, difícil encontrar a una persona de República Checa