Este restaurante se encuentra en una calle muy cercana al reloj astrológico. Es un restaurante muy turista ya que el chico que está en la puerta para convencerte de que entres sabe un montón de idiomas, además tienen la carta en muchísimos idiomas (aunque no en castellano).
Tienen mucha variedad de comida, desde el plato típico checo hasta un sandwich de pollo pasando por sopas y muchísimos entrantes. El bote que está en la foto es uno de los entrantes que escogimos, se trata de una variedad de quesos que venía acompañado con cebolla. Parece una mezcla extraña a la que no estamos acostumbrados pero estaba muy rico. Además nos sirvieron unos bollitos de pan para acompañar que también estaban muy ricos, salvo dos trozos que eran diferentes y que tenían como un sabor a menta, creo que ese tipo de pan es típico de la República Checa.
Para comer pedimos el típico plato de aquí (goulash) que era bastante abundante y bien de precio. Además un sandwich vegetal que venía como si fuera un pincho moruno. Cuando pides sandwich te suelen traer cuatro mitades, no como en España que un sandwich es un sandwich no dos.
Durante la comida pasó una chica a ofrecernos Becherovka (la bebida típica de aquí de la cual os hablo en mi blog) y la primera vez lo rechazamos. Pasó una segunda para ver si habíamos cambiado de opinión y efectivamente, habíamos cambiado de opinión. El chupito cuesta aproximadamente 80 CKZ = un poco más de tres euros.
Para beber también hay mucha variedad: cerveza, vino, refrescos, copas... Lo más económico, como no, siempre es la cerveza. Los refrescos son super pequeños y el agua hay que acordarse de pedirla sin gas.
No pedimos postre así que no puedo aconsejar sobre ellos. Durante la cena había unos músicos que te amenizaban la cena, la gente le daba propina pero no es obligatorio.
Cuando nos trajeron la cuenta el camarero nos invitó a dejar propina, nosotros pensábamos que era obligatorio pero en realidad lo hacen porque saben que es una zona turística y que desconocemos las costumbres que tienen por lo que todo el mundo le deja propina, a veces hasta veinte euros. Dejar propina no es obligatorio pero si lo quieres hacer lo normal es el 10% del total (o eso nos dijo el señor).
Un restaurante recomendable si quieres comer bien, pero mucho postureo. Se aprovechan bastante de la zona y del turisteo que hay por allí.
Os dejo unas fotitos.