Pastelerías

Dulce Francia, el bello país de mi infancia... Dulce Francia, Francia dulce.

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Francia es famosa por muchas cosas, seamos sinceros, una de ellas es seguramente la cocina. Todavía recuerdo mi Erasmus en Francia como si fuera ayer. En realidad, ha pasado mucho tiempo. Un año y medio, creo. Sin embargo, lo recuerdo perfectamente porque fue un Erasmus maravilloso, inolvidable, ¡para morir de felicidad!

Hice muchas actividades, ¡entre las que se incluía comer!

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Eh, sí, entre mis pasatiempos preferidos estaba eso, entonces estaba allí para llorar porque cogí un par de kilos... Un par...

Por la tarde, tomaba sin falta café con una amiga y siempre había un dulce para hacer compañía al café amargo y a las tardes de estudio que nos esperaban. Sí, aunque éramos Erasmus, ¡estudiábamos! Íbamos a Science Po, ¡la segunda mejor universidad de Francia, después de Science Po París! Imaginad que presión.

¿Y ahora que comíamos?

Había de todo. Muffins, cornettos simples o llenos de Nutella, de crema... Después había sfoglie, mis preferidos eran los que llevaban nueces y jarabe de arce, una delicia. La mantequilla todavía se sentía entre las manos después de comer la considerada pastelería francesa, que por caridad será buenísima, pero hablemos claro, los franceses realmente no la tocan. Lo verán desde lejos con los binoculares para mantenerse delgados, porque en seis meses allí cogí al menos tres kilos.

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¿Pero cómo se hace? Están los gofres importados de Bélgica, ¡su patria! Por lo que son excelentes. También está el chocolate también importado de la madre patria. Y luego el Krafen y todas aquellas variantes fritas/azucaradas de sobra importantes en Alemania. Y después la especialidad de Estrasburgo, la tarta flambeada dulce.

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Si vais a Estrasburgo o si ya os encontráis allí, ¡no olvidéis probar la tarta flambeada salada y luego para terminar bien también un dulce! Es el plato nacional, así que necesitáis probarlo.

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Vive Francia y su pastelería.