Petite France

Este pintoresco barrio de Estrasburgo se encuentra a unos diez minutos andando desde la Catedral. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988, y no es de extrañar, ya que cuando se anda por sus calles es cómo aislarse a un lugar de cuento, tiene mucho encanto y es una visita imprescindible si se va a Estrasburgo. Sin embargo, lo que poca gente sabe es que su auge viene desde la segunda mitad del siglo XX, ya que antes era una de las zonas más pobres de la ciudad, y no tenía ningún atractivo para los ciudadanos.

En esta zona, además de unas bonitas casitas, hay varios restaurantes famosos de la ciudad, así como tiendas de souvenirs y zonas verdes al lado de los canales donde sentarse y disfrutar de las vistas. El lugar no es muy grande y se puede recorrer a pie, en bici, o verlo desde otra perspectiva a través del canal, gracias a los barcos para turistas que recorren la ciudad (conocido como batorama o bateau), si tenéis tiempo, hacedlo de todas las formas.

La siguiente foto está hecha desde el bateau.

Un día nos encontramos a una rata almizclera en la zona verde de uno de los canales que pasan por este barrio, nos sorprendió mucho. Esta es una de mis partes favoritas de la Petite France porque te puedes sentar en el cesped al lado del río con unas casitas de colores en frente, con mucha tranquilidad, además si brilla el sol es perfecto.

En Navidad, no se si sabéis que Estrasburgo es una de las mejores ciudades para visitar, ya que lo decoran todo minuciosamente y es la capital navideña europea. La Petite France en esta época deja postales navideñas impresionantes, como cuando nieva, o con el mercado de navidad y la decoración de las casitas y restaurantes. En esta zona hay un mercado de navidad, así como en otros puntos de la ciudad, pero no es de los mejores, ya que es de los más pequeños, y la variedad de objetos que podemos encontrar es menor. Lo que si que merece más la pena, sobre todo para los niños es "Le Village des enfants" en la Place Saint Thomas; o recorrer sus calles viendo la decoración y disfrutar del ambiente navideño tampoco es mala opción.

Hay varios puntos estratégicos que hay que visitar para tener las mejores vistas. Uno es el Puente Saint Martín, que también sería el comienzo de la visita; otro punto es la Rue des Dentelles y la Quai de la Petite France. También es de obligada visita los Puentes Cubiertos (Ponts Couverts) o la Presa Vauban (Barrage Vauban) de los que ya hablaré en otras publicaciones. Los restaurantes a los que he ido en este barrio son "Le Thomasien", "La corde a ligne", y "Au Pont Saint Martin", todos muy buenas opciones.

No os olvidéis la cámara de fotos.

Apuesto a que la mayoría de personas que han decidido hacer su Erasmus en Estrasburgo es porque se enamoraron al ver las fotos de la Petite France en Google Imágenes.

Efectivamente, la Petite France no deja indiferente a nadie, y es, sin ninguna duda, la parte más bonita de Estrasburgo. Las fachadas de los edificios, las calles peatonales, el río, las terrazas de los restaurantes y un montón de cosas más hacen de este barrio un lugar de cuento. 

Cualquier foto hecha allí queda chulísima y digna para enmarcarla y colgarla en la pared. El mejor momento para ir a la Petite France es un día soleado para poder apreciar mejor el color de las flores que adornan las fachadas, pero eso en Estrasburgo no es algo demasiado fácil, así que simplemente ve cuando quieras. Si vas un sábado, un domingo, o en época de turistas, seguro que hay alguien tocando música, y será aún más mágico. También es bastante bonita de ver bajo la nieve, en navidad cuando todo está decorado con guirnaldas y luces de navidad.

Realmente en la Petite France hay poco que hacer como ciudadano, más bien es un sitio para turistas, para pasear y para contemplar el paisaje, sin embargo, yo cada vez que sale el sol digo: “vamos a la Petite France”, porque me parece el  lugar más precioso de Estrasburgo para disfrutar de un día soleado.

Si es así, y tenéis la suerte de que hace sol y buen tiempo, os recomiendo ir andando desde el centro, desde Homme de Fer por ejemplo, que no queda demasiado lejos, pero si por el contrario, hace un poco más de frío o está lloviendo siempre podéis ir en autobús, pero ya os advierto de que no os va a dejar exactamente en el mismo barrio, porque hasta allí no llegan autobuses. Siempre vais a tener que andar un poco, pero es en ese paseo donde podéis contemplar la belleza de la zona.

Me acuerdo que la primera vez que fui, fue como: “hazme una foto aquí”, “ahora otra aquí” “y aquí”, “y aquí”, y así todo el tiempo, porque cada rincón, cada esquina, cada lugar del barrio es precioso y vas a querer hacerte fotos hasta con las piedras.

Os dejo las fotos de cuando fui en septiembre, nada más llegar a Estrasburgo, y que como podéis observar por las fotos ya hacía bastante fresco, y otras un poco más recientes, en invierno pero con días más soleados que aproveché para hacer fotos.

La Petite France es un barrio de Estrasburgo, en su parte histórica. El barrio está clasificado como Patrimonio Mundial de la UNESCO, ¡con eso puedes imaginarte lo bonito que es!

El barrio tiene numerosas tiendas y pequeños restaurantes que gustarán sí o sí a todos aquellos que se paseen por sus calles y quieran gastarse el dinero. Si tienes tiempo, aprovecha para hacer una parada en uno de las pequeñas cafeterías de La Petite France para tomar un chocolate caliente (o lo que quieras) y comer tarta mientras disfrutas de la típica arquitectura alsaciana.

Si te apetece subir un poco más e ir a lo alto del barrio, ve a la presa Vauban. Podrás subir a lo alto de la presa y contemplar los canales y la arquitectura del barrio.

Mención especial: en el barrio de La Petite France, si miras bien, podrás encontrar una tienda de Navidad. Abre todo el año. Es muy divertido ir en pleno mes de agosto, parece que es Navidad dentro de la tienda. ¡Una visita atípica que te dejará boquiabierto!