Le Temple Neuf es una iglesia protestante que hay en el centro de Estrasburgo, muy cerca de la catedral y de la Place Kleber.
Es una iglesia muy bonita, fue todo un descubrimiento, ya que al estar cerca de la catedral de Estrasburgo no me llamaba mucho la atención, pero un día que estaba esperando a una amiga por la zona entré para resguardarme del frío y me encantó el interior. Era como un culto al silencio y a la relajación, no se escuchaba nada del exterior y dentro nadie hablaba, sólo se escuchaba una música de fondo relajante, así que es un buen lugar si se quiere escapar del bullicio de la ciudad, además es bastante luminosa por dentro, aunque por fuera no lo parece por su color marrón rojizo. No sólo me gusto el ambiente, la iglesia es bastante bonita, aunque para mi gusto más el interior que el exterior.
El exterior de la iglesia es bastante oscuro, ya que tiene un color marrón rojizo, y con el cielo grisáceo que suele haber en Estrasburgo, lo intensifica más. Es bastante alta, sobre todo la torre que hay en el centro de la iglesia, y a cada lado de la torre hay un nivel más bajo que cae en pendiente. Hay tres rosetones en la fachada principal, uno más grande en el centro y los otros dos un poco más abajo a cada lado del central.
La entrada es bastante amplia, no parece que sea de una iglesia, sino un portal de un edificio importante. Hay dos macetas en la entrada y una especie de estrella luminosa con varias puntas.
El interior consta de un bonito altar, no se parece a los de otras iglesias, tiene muy pocos detalles, pero es blanco y contrasta mucho con el resto de la iglesia por lo que llama la atención, además, en uno de los laterales del altar había un árbol de navidad de tamaño mediano grande con muchas luces. Al otro lado del árbol hay una pantalla gigante, que habla de los ángeles, había una foto de un bebé con alas, que supuestamente es un ángel, y es porque hay una exposición desde el 18 de Noviembre hasta el 3 de Enero de 2015 de fotos que representas textos bíblicos de los ángeles, aunque yo la única foto que vi es la de la pantalla.
Justo al entrar si se va a la derecha, hay un mostrador con una persona que te atiende, no se exactamente sus funciones, pero mostraba a algunos de los visitantes cosas y también hay una zona justo al lado del mostrador donde hay mesas y sillas, y parece ser que por un euro te puedes tomar un café allí mientras lees los documentos y libros que tienen allí.
En el lateral izquierdo, justo al entrar hay un cartel grande que habla de Eckhart, así como una escultura del busto de François Henri Redslob, un pastor de Estrasburgo protestante; y, al lado del busto se encuentra la tumba de Jean Tauler, discípulo del maestro Eckhart, y parece ser que es famoso en Estrasburgo, ya que una chica me pidió que le hiciera una foto con mucho entusiasmo porque era su artista favorito o algo así, no la entendí bien. Es como un dibujo en la losa de la figura de un hombre. Y en todas las ocasiones que la iglesia sufrió daños, la lápida prácticamente no sufrió ninguno. Por otro lado, Eckhart fue un influyente teólogo del siglo XIII de la Orden Dominica (otro dominico famoso es Tomás de Aquino), pero no se en qué consiste esta doctrina.
En la parte alta de la entrada se puede ver un bonito y gran órgano.
Es bastante diferente a la idea que tenemos de iglesia por los detalles que os he comentado anteriormente, no se si porque es protestante o por qué pero es digna de hacerle una visita.
En la plaza del Temple Neuf, hay un pequeño mercado de Navidad (“Marché de Noël) de Le Carré d’Or. Le Carré d’Or comprende varias calles del centro que son las que más se decoran en Navidad y lo indican con un cártel en la entrada de esas calles, pero si no fuera por el cártel también se distinguen porque son las que más decoración tienen con diferencia, tienen miles de detalles navideños y luces, las calles son estrechas y con muchos comercios. Así que el mercado de esta zona se expone en la plaza del Temple Neuf y aunque es pequeño en comparación con el de la Plaza de la Catedral y con el de la Plaza Broglie, a mi me gustó bastante, sobre todo un puesto que hay con jabones de muchas formas, como de sandía, cupcakes, patos, etc, habían unos cofres de jabones para regalar muy originales, y por supuesto el olor era muy agradable. También hay un puesto con té de varias clases con mucho éxito ya que siempre estaba lleno de clientes.
Lo mejor para llegar sin perderse, es coger la calle que va desde la Place Gutenberg hasta la Place Kleber y girar a la derecha en la calle que hay una confitería llamada “Paul” y os encontraréis con la plaza y la iglesia.