Chatperlipopette Café

Este es, sin duda, uno de mis sitios favoritos de Estrasburgo. Siempre había oído hablar de las cafeterías para gatos en distintas ciudades del mundo, y siempre me había entusiasmado la idea de ir a alguna, sin embargo, nunca había tenido la oportunidad. Pues sí, esta era la mía, porque en Estrasburgo hay una cafetería / restaurante con gatos. 

¿Dónde?

Chatperlipopette Café se encuentra en la Rue de Lausanne, el número 3. Hay que prestar atención a las fachadas de los edificios porque la cafetería es bastante pequeña y puede pasar desapercibida. A no ser que de repente notes la presencia de varios pares de ojos gatunos clavados en ti, ya que la gran cristalera que da a la calle, tiene camas y cestos para que los gatitos se acuesten a mirar lo que ocurre en la calle.

El sitio está un poco alejado de las paradas del tranvía, pero puedes llegar con la línea A o D. Solo tienes que bajarte en la parada Porte de l’Hôpital, y luego sí, andar unos diez minutillos. Está situada exactamente entre la Universidad de Estrasburgo, y el centro comercial Rivetoile. Así que si vas desde la Uni o desde el centro comercial no hace falta que cojas ningún medio de transporte, será tan solo un paseo.

Horarios

Los horarios no son muy amplios, pero seguro que algún día podéis sacar un momento para pasaros por allí. 

Solo abren de martes a viernes, de 12:00 a 19:00, y los sábados de 14:00 a 19:00. Los domingos está cerrado.

Precios

Hay que tener en cuenta que los productos que podéis consumir en esta cafetería, parte de su precio es para mantener a los gatitos, comprarles comida, vacunarles, esterilizarlos, etc… Aun así los precios no son excesivamente altos, y son bastante acordes a los precios que soléis encontrar en cualquier otra cafetería de Estrasburgo.

Para que os hagáis una idea, cuando nosotros vamos, pedimos normalmente un cappucino, un café, un muffin y un helado, y nos sale todo por aproximadamente 15€.

Como ya he dicho, también existe la posibilidad de ir allí a comer el mediodía, y supongo que también a cenar (aunque nunca he ido a esa hora). Ya que nunca he ido allí a comer, no os puedo decir si sale caro o no, y si merece la pena con respecto a la calidad del servicio y de la comida, pero sí que os puedo decir que tanto el capuccino como el muffin de chocolate, están buenísimos. Además, la chica que nos atiende es super simpática y las tacitas donde sirve el chocolate y el café son también monísimas. Todo siempre decorado con gatos.

Decoración

La decoración es, sin duda, lo mejor del sitio (aparte de los gatos, obviamente). El sitio está perfectamente acondicionado para los gatitos y tienen cientos de juguetitos, camas y rascadores. Además puedes encontrar una estantería con libros sobre gatos, y en una de las paredes hay un cuadro con las fotos de todos los gatitos que viven allí y sus nombres.

Está permitido utilizar los juguetes que hay allí para entretener a los gatos, podéis lanzarle la pelota, o utilizar el típico palo con la pluma en la punta para jugar con ellos. 

Normas

Evidentemente hay algunas normas que hay que respetar, como en cualquier local. Y además, hay que tener en cuenta que los gatos no son juguetes.

Pero no os preocupéis , en todas las mesas (también en el sofá), hay carteles que explican las normas. 

En primer lugar, encontraréis botes de plástico con desinfectante para manos, y su uso es obligatorio antes de tocar a los gatos.

Además, no se puede molestar a los gatos cuando están durmiendo (tranquilos, siempre hay alguno despierto), ni obviamente, tirarles de la cola ni nada por el estilo. 

Por último, no es que sea una norma en sí, pero en los carteles o detrás de la carta, te advierte de que es un sitio bastante pequeño y que se ruega la consumición más o menos periódica, ya que a lo mejor hay gente esperando, y al fin y al cabo, necesitan el dinero para cuidar a los gatitos y poder mantener el sitio abierto. 

Esto no significa que haya que estar todo el tiempo pidiendo, pero que si a lo que vais es a hacer un trabajo en grupo para clase, o a leer un libro, es preferible que os vayáis a un Starbucks.

Experiencia

A mí el sitio me encantó, me parece super acogedor. El servicio es excelente, las cosas están buenísimas, la decoración es preciosa. Se nota que los gatos viven contentos allí, y además son super amigables, siempre hay alguno subido encima de tus piernas, o paseándose entre tus piernas.

Si os gustan los gatos, recomiendo este sitio al 101%. Casi todas las personas que he conocido aquí, han estado, al menos, una vez allí, lo cual no me extraña porque promete hacerte pasar un rato muy agradable. Eso sí, si vais vestidos de negro, vais a salir llenísimos de pelos.