EasyHotel Budapest Oktogon

El hotel muy bien situado, a 1 minuto de la avenida más importante de Budapest, lo cual se agradece porque Budapest es una ciudad muy grande, con buenas distancias, y si tienes algunos de los monumentos y zonas importantes cerca es de valorar, positivamente, claro. Además, el tranvía también pasa cerca, con lo cual otro punto a favor.

El personal fue muy amable y atento, siempre con una sonrisa. Después de llegar de la horrible experiencia de Praga, donde todo el mundo nos pareció antipática, borde y mal educada (y no fue una experiencia ni una sensación nuestra, es algo que todo el mundo decía en el hostal), la verdad es que agradecimos muchísimo la calidez con la que nos trataron en este hotel.

La habitación: pequeñita pero cómoda y limpia, con lo básico. Un precio sin competencia: 8,50 por persona y noche en una habitación doble con baño propio. La cama era muy cómoda, incluso más que en hoteles más caros en los que he estado. Si piensas quedarte mucho rato dentro de la habitación puedes llegar a agobiarte un poco por el tamaño, aunque tampoco es para tanto, pero la verdad, si lo que vas a hacer es turismo y vas a pasar poco tiempo dentro, eso carece totalmente de importancia. Además, antes de pagar la habitación tú ya sabes lo que va a medir porque lo pone claramente en la web, así que las quejas posteriores no las entiendo muy bien. 

El baño era como el de una cabina de avión: pequeño, pequeño jaja pero muy curioso. A mí no me importó que fuese pequeñito pero si se sufre de obesidad o se tiene alguna dificultad de movilidad, o incluso si ya se tienen unos añitos, puede que la ducha resulte algo incómoda... Yo no tuve problema.

Se podía contratar internet por horas: 1 hora, 2 euros; 2 horas, 3 euros; el día entero creo que eran 10 euros... Para ver la televisión hay que pedir en recepción el mando, que te darán previo pago. Para dejar allí guardado el equipaje si llegáis antes del check in u os vais después del check out hay que pagar también, así que tenedlo en cuenta. Como en todo lo low cost, todo lo que se salga de lo básico y suponga un extra, hay que pagarlo aparte, por eso es low cost y por eso se pueden permitir esos precios que tanto nos gustan.

Y en la entrada al hotel tienen unas miniguías en varios idiomas (incluido español).

Si queréis la intimidad y la comodidad de una habitación sin compartir con nadie, pero sin lujos, genial. Tiene las comodidades básicas, sólo lo necesario, pero está muy bien, sobre todo para el precio que tienen.

Lo recomiendo sin duda alguna. Es más, si vuelvo a Budapest, que espero que sí, y mi presupuesto sigue siendo pequeñito, volveré aquí sin dudarlo :D