Charging Bull, el toro de Wall Street

Arturo Di Modica primero concibió del Toro de carga como una manera de celebrar el espíritu de poder hacer de América y especialmente en Nueva York, donde las personas de todas las demás del mundo podría venir independientemente de su origen o de las circunstancias, y por medio de la determinación y trabajo duro superar cada obstáculo para tener éxito. Es el símbolo de la virilidad y valentía que Arturo vio como el antídoto perfecto para el desplome de Wall Street de 1987.

Arturo trabajó en el toro que embiste ahora mundialmente famoso por más de dos años en su estudio sobre Crosby Street en el distrito Soho de Manhattan. Fue su obra más ambiciosa y masiva de la escultura hasta la fecha, tan grande que el Bull tuvo que ser arrojado en piezas de bronce separados y luego laboriosamente soldadas entre sí y acabados a mano. Una vez completado a finales de 1989, que pesaba más de tres toneladas y media y mide 18 pies de largo.

Por supuesto, sólo un lugar haría por este regalo de aliento a Nueva York y el mundo.

En las primeras horas de la mañana del Viernes, 15 de diciembre 1989, Arturo con unos amigos caer el Toro de carga en la amplia calle justo en frente de la Bolsa de Valores de Nueva York. La noche anterior había ido al lugar con un cronómetro para ver - señalando que cada 5-6 minutos, la patrulla de la policía serían conseguir, por lo que él vio que tendría que caer el toro y salirse dentro de 4 minutos y medio. Pero en la mañana real de la operación, Arturo y su equipo descubrieron que durante el día, la Bolsa de Nueva York había instalado un gran árbol de Navidad, bloqueando el camino. Arturo no podía girar el camión alrededor. Así que en el acto Arturo decidió colocar el Toro de carga justo debajo del árbol, como un gigantesco regalo de Navidad para la Ciudad y el Mundo. Al día siguiente, el Toro de carga fue noticia en todo el mundo, y enormes multitudes de espectadores emocionados y medios rodeaba la escultura misteriosa que había venido de no se sabía dónde.

La escultura se retiró al final de la jornada por la Bolsa de Nueva York, pero gracias al entonces comisionado de Parques Henry Stern, el alcalde Ed Koch y Arturo Piccolo de la Asociación de Bowling Green, un hogar permanente se encontró para el Toro de carga de cerca en Bowling Green. El Toro de carga se queda allí hasta este día, visitado por millones de turistas, un talismán para los comerciantes de Wall Street, y una fuente de orgullo para todos los residentes de la Ciudad de Nueva York.