Bajo la superfície, entre tiburones
No cabe duda de que Lisboa cuenta con una gran variedad de museos y galerías y una amplia oferta cultural. Solo con recorrer sus calles encontrarás incontables maravillas y monumentos que vale la pena detenerse a admirar, heladerías que se convertirán en tus favoritas y encantadores parques y miradores. Sin embargo, cuando ya has visitado todos los lugares típicos de la ciudad, puedes dedicar un fin de semana a hacer algo diferente. Desayuna bien —pasarás muchas horas en el "oceanário" de Lisboa, créeme—, y ponte en marcha. Puedes llegar con la línea roja del metro y bajarte en la última parada, Oriente.
Entradas y horario
Por suerte, el acuario abre todos los días, aunque el horario de apertura varía según la temporada. En verano abre de 10 a. m. a 8 p. m. y en invierno cierra una hora antes. Puedes entrar al acuario de Lisboa una hora antes de que cierren, pero en ese caso no te dará tiempo a verlo todo; necesitas al menos dos o tres horas. El acuario también abre en días festivos. Tiene un horario distinto los días de Navidad y de Año Nuevo, así que tenlo en cuenta y consúltalo antes de ir. Las entradas no son baratas ( 18 euros la entrada de adulto para ver la exposición permanente y la temporal y 15 euros si solo quieres ver la permanente), pero el precio vale la pena. Si quieres, las puedes comprar en su página web y así ahorrar tiempo.
Exposición permanente
Hay 5 millones de litros agua marina en el acuario que permiten recrear las condiciones de vida de diferentes ecosistemas marinos para la exposición permanente: desde plantas, algas y peces hasta aves, mamíferos, anfibios e invertebrados (animales sin esqueleto interno).
Exposición temporal
Cuando ya hayas visto todas las estrellas de mar, creas que has pasado bastante rato cautivado con tiburones y medusas, prepárate para ver algo más increíble. El acuario de Lisboa está construido de tal forma que parece que de verdad estés en el océano; pero es que, además, tiene una exposición preciosa fruto de la colaboración de Takashi Amano, diseñador de acuarios y el compositor Rodrigo Leão. Este es un sitio donde puedes sentarte a reflexionar sobre todo lo que has visto en las últimas horas y perderte en tus pensamientos. Es un lugar muy tranquilo y relajante, al igual que el resto del acuario, y es perfecto si necesitas un sitio donde inspirarte y pensar en tus cosas.