Jardín Botánico de la Universidad de Lisboa y el Museo Nacional de Historia Natural

El jardín

La ciudad, el emporio del estrés, la contaminación, el ruido y el tráfico. ¿Qué haría sin la naturaleza? ¿Sin saber que en la vida hay algo más que ruido y confusión? No es sin razón que las ciudades tengan grandes parques destinados a sus ciudadanos. En efecto, Lisboa cuenta con una gran selección de parques que he ido recorriendo con el transcurso de los años. No obstante, el parque que os voy a presentar a continuación ha sido el primero en realmente proporcionarme una evasión completa en comunión con el canto de los pájaros y el aire fresco de los árboles que me rodean. Estoy hablando sobre el Jardín Botánico de la Universidad de Lisboa.

El jardín es verdaderamente especial, se inauguró para la investigación y docencia de la botánica en 1859 y cada árbol y planta presentes están catalogadas en una placa con su nombre para que la gente pueda aprender sobre cada especie. El jardín también alberga lagos en su interior y, a pesar de ser una oportunidad de evasión de la ciudad, todavía se puede observar desde el interior. Pero tranquilo la tranquilidad que reina en el jardín no se ve perturbada ni lo más mínimo.

El Museo Nacional de Historia Natural y Ciencia

El jardín botánico pertenece a la Universidad de Lisboa y se encuentra justo al lado del Museo Nacional de Historia Natural y Ciencia que ahora mismo alberga un gran número de exposiciones.

Una de ellas se llama "Plantas y personas" y trata sobre la relación entre el ser humano y nuestras amigas amantes del sol y la buena tierra húmeda. La exposición nos muestra la gran ayuda que nos prestan nuestras amigas: nos curan, nos alimentan, nos visten y proveen de material y objetos elementales para la construcción. También nos enseña cómo la sabiduría sobre el manejo de las plantas ha pasado de generación en generación, a través de hombres de ciencia y de carpinteros, astilleros, curanderos y expertos en botánica.

También se exponen algunos sombreros antiguos provenientes de diferentes culturas. ¡El último me recuerda a los que yo suelo usar!

También hay otras exposiciones como la de "Ciencia y recursos naturales del fondo marítimo" que nos ilustra sobre los grandes descubrimientos relativos al fondo marítimo y sus preciados minerales e importancia para la economía. La exposición incluye igualmente una recreación de un laboratorio químico del siglo XIX y otras exposiciones de arte. ¡Podéis verlo en la lista de la imagen!

La verdad

Debo admitir que, a pesar de toda la información y sabiduría que ofrecen el museo y el jardín botánico, mi interés principal era la naturaleza misma. El edificio es muy antiguo y su arquitectura me transporta a un tiempo que nunca he vivido pero del que he oído hablar mucho. Un tiempo pasado que apenas conozco superficialmente.

Cuando me adentro en el jardín no pienso en nada. Los pájaros revolotean a mi alrededor, los árboles, los arbustos y las plantas oxigenan el aire y la frescura me transporta a otro mundo. Dejo que la naturaleza toque su mejor sonata, adiós a los coches y a la gente. Al haber aprendido en "Plantas y personas" todo el poder curativo de las hierbas y las plantas y estar ahora rodeado de tantas especies diferentes, no me cabe duda del poder de sanación de la naturaleza. Lo siento con solo respirar. Lo único que le falta al museo es ese momento para relajarte y disfrutar, el momento para sacarle el máximo partido a esta medicina. Yo me tomé el mío mirando al cielo.

¡Échale un vistazo a mi lista exhaustiva sobre las cosas que puedes hacer en la capital lusitana!