Naschmarkt. Rastrillo
- Dirección: Linke Wienzeile, 1060 Wien
- Etiquetas: Qué ver Viena, Viena, Austria
De visita en Naschmarkt y el rastrillo
Naschmarkt es probablemente el mercado más grande y popular de Viena; no solo abundan los comerciantes vendiendo todo tipo de ofertas de comida internacional y extravagante, sino que también hay un gran número de restaurantes internacionales. Es más, justo detrás del mercado hay un rastrillo muy popular y es un lugar que hay que visitar al menos una vez.
Localización y cómo llegar
Se encuentra en Linke Weizeile, entrando en Karlsplatz. Está justo en la esquina del famoso edificio Secession (Art Nouveau). Como la zona del mercado es bastante grande y amplia hay varias formas de llegar, según tu localización. Como yo vivía cerca de Rathaus, para mí era natural empezar la visita y comprar desde la zona cercana al edificio Secession.
En general, toda la zona podría ponerse entre las estaciones de metro U4 Kettenbrückengasse y U2, U3 y U4 Karlsplatz. A la gente le gusta explicar la geografía mediante el U-Bahn.
Simplemente coge el metro, porque no tiene sentido enumerar todos los autobuses y tranvías que pasan cerca de allí. La línea U4 tiene una accesibilidad bastante buena con autobuses y tranvías, y la estación de metro Karlsplatz es la más grande de Viena así que sin problema. Simplemente ve hasta allí y pasea durante unos minutos hasta llegar a Naschmarkt. Te darás cuenta de que parece una isla entre los dos lados y las dos carreteras de la avenida Linke Weizeile, con un montón de "cajas", que son los restaurantes, puestos de comida rápida y tiendas que venden de todo.
Si estás interesado en visitar únicamente el rastrillo (Flohmarkt) te sugiero que bajes en U4 Kettenbrückengasse, puesto que sales justo entre los puestos, listo para comenzar tu feliz recorrido.
Horario
Naschmarkt está abierto de lunes a viernes, desde las 6 a. m. hasta las 7. 30 p. m. , lo que le deja más horas de apertura que a mi mercado favorito, Brunnenmarkt (algo muy importante para la zona central y oeste de la ciudad). Los sábados puedes encontrar lo que necesites de 6 a. m. a 6 p. m. Yo lo veo muy bien.
Ahora bien, lo que es importante saber sobre el rastrillo es que solo se organiza los sábados. El rastrillo está abierto todo el año y hay tiempo de sobra en un día para verlo al completo. Abre de 6. 30 a. m. hasta las 6 p. m. Hay que tener en cuenta también el horario de vacaciones. En ese caso trabajan desde las 12. 30 p. m. Pero para ser honestos, en vacaciones estaréis en algún otro sitio, no visitando el rastrillo.
Ahora que lo sabéis todo, permitidme compartir mi experiencia personal y lo que podéis encontrar allí.
Naschmarkt. La diversidad de sus ofertas
Imagino que muchos comenzaréis el recorrido al principio de la plaza del mercado, el punto norte al que se llega, sobre todo, desde Karlsplatz; y ese es el camino que siempre hacía con mis amigos o por mi cuenta.
Enseguida notaréis la gran cantidad de restaurantes internacionales ofertando sus especialidades. Hay muchos que parecen bastante baratos y puede que no de muy buena calidad (aunque no tiene por qué ser así) y hay otros algo más caros. No he estado en ninguno de esos porque mantuve mi lealtad a Der Wiener Deewan pero me habría gustado poder sentarme en alguno de esos. De todas formas, allí puedes elegir por cuál de las dos hileras que hay quieres ir hasta el final, donde empieza el rastrillo.
Durante el día puede estar un poco abarrotado con visitantes y compradores, sobre todo en la parte del centro, donde se encuentran los comerciantes de carne, leche y productos ecológicos.
En la primera mitad del mercado podrás encontrar muchas tiendas cerradas y puestos de suvenires. El símbolo de la primera mitad son los restaurantes que he mencionado antes y puestos de flores y similares. Es probable que no compréis mucho en esta parte. Aunque hay una tienda de suvenires que he visitado un par de veces con unos amigos para comprar unas postales y unos imanes y ese tipo de cosas. La tienda se encuentra en la segunda fila al oeste (o a la izquierda en el mapa). La encontraréis enseguida puesto que no se puede evitar encontrar cualquier producto transformado en algo relacionado con Viena. La llamamos "kitsch", y seguro que acabas encontrando cualquier cosa para el frigorífico como recuerdo de Viena (aunque esté hecho en China).
Comida por todas partes
Ahora empieza la diversión. Conforme te acercas a los vendedores, el espacio entre ellos (en esa "calle") se estrecha y empiezas a toparte con dos problemas, de los que uno es un poco irritante. El irritante (para mí) es que la velocidad del movimiento disminuye, puesto que hay cientos de personas intentando caminar en ambas direcciones, mirando al mismo tiempo las ofertas de ambos lados de la calle. Yo siempre estoy deseando llegar a la siguiente zona abierta (un poco más grande) de esas "calles de negocios". Resulta incómodo pararse porque podría causar problemas a los demás y crear un atasco.
Lo segundo, que solo puedo relacionar con Naschmarkt son los vendedores locos, que gritan todo el tiempo en todos los idiomas (a menudo cometiendo errores) y que casi intentan sacarte los ojos con sus productos. Hay que llevar cuidado al caminar; podrás escuchar "lieber herr / liebe frau, grüss gott! bitte schön, nehmen Sie bitte, probieren Sie bitte! " (hola, cójalo por favor, pruébelo por favor... ). Varias veces cogí la comida porque, bueno, queso gratis y eso. En general, esto es algo que no me importa y es lo que hace del mercado lo que es. Los vendedores vivaces son el alma del mercado y desde luego, nunca te aburres.
Al caminar por esas calles podrás notar la gran cantidad de comida extravagante y los ingredientes de las mesas alrededor. Hay muchos productos y cocina de Asia central y oriental. Recuerdo ver grandes raciones de wasabi a precios muy económicos y muchas otras cosas que nunca había visto. En comparación, en Croacia no tenemos tantos vendedores extranjeros en nuestros mercados, si es que hay alguno (en comparación con Viena), y no tenemos esas ofertas internacionales. Además, los precios son mucho más baratos que en las tiendas, así que prestad mucha atención.
Al final del mercado, entré una vez a una tienda asiática con un montón de productos, sobre todo de China, Taiwan, Corea y Japón. No compré nada pero no pude evitar intentar buscar los productos que me resultaran familiares y que pudiera haber visto en Japón, y leer los textos en japonés, solo por diversión. Algunos productos que me habría gustado comprar eran demasiado caros para mis estándares.
En la zona este del mercado, junto a la carretera, no suelen haber multitudes porque allí nadie vende ingredientes ni comestibles. Aún así, hay varios puestos que venden toallas, camisetas, gorras y otras prendas de ropa. Si tienes curiosidad, ¡échale un vistazo!
Ya hemos terminado, más o menos, con Naschmarkt. Lo siguiente es:
El rastrillo. Nunca se sabe qué vas a encontrar
Después de haber oído muchas leyendas y recomendaciones de mis amigos para hacerle una visita, ¡al fin llegó el día! Fui por primera vez allí con mi hermana, a comienzos de diciembre. Tuvimos la suerte de que el tiempo era agradable y soleado, lo que significaba automáticamente que habría mucha más gente vendiendo y comprando. ¡Eso significaba más diversión!
El rastrillo resulta un poco salvaje cuando está abarrotado. El primer problema que te encontrarás es no saber en qué dirección ir primero. No queríamos dejarnos nada sin comprobar así que planeamos una ruta en zig-zag hasta haberlo visto todo.
Como podéis ver en la foto (esa fue otra visita en el frío enero, al final del día), recibe visitas en cualquier momento del día, independientemente del clima.
Se puede encontrar, literalmente, de todo. Yo tenía curiosidad por ver dónde estaban las chapas de mediados del siglo XX o anteriores. Otra cosa que, tanto mi hermana como yo, buscábamos eran los cómics y otros materiales atractivos que pudieran ayudarnos a aprender alemán. Esta es también una de las razones por las que disfruto paseando por el rastrillo, porque puedes encontrar cosas muy útiles que los antiguos dueños ya no necesitan, pero que a ti te pueden servir por un precio muy asequible. Tuvimos la suerte de cruzarnos con una enorme pila de revistas y cómics de Mickey Mouse, el Pato Donald, Asterix & Obelix, Lucky Luke y algunos otros. No quise perder la oportunidad y cogí unos cuantos ejemplares y compré cada uno por un euro y medio. Mi hermana encontró unos periódicos muy antiguos en blanco, negro y rojo que le resultarían útiles para su proyecto de diseño.
Otra cosa que me llamó la atención fueron las ofertas de cámaras analógicas. Como tengo una, una Minolta, tenía curiosidad por ver cuánto costaban aquí. Al parecer eran un poco más baratas. Quería comprar unos objetivos especiales para mi cámara analógica para capturar los paisajes o las grandes distancias, pero no llevaba suficiente dinero y tenía que guardar para la comida.
Respecto al resto de cosas interesantes, había muchos libros, gafas y chapas, algunas figuras que todos encontraríamos en los armarios de nuestro abuelos, utensilios de cocina, cubiertos, ropa, etc.
Después de dar una vuelta completa nos dimos por satisfechos con nuestra "caza" del día. Otro problema es que una vez que estás allí, incluso los trastos inútiles (y la mitad de las cosas que vendían eran trastos) empiezan a parecer atractivos y te llaman para que los compres. Yo conseguí quedarme solo con los cómics.
Se tarda una media hora en echar un vistazo rápido a todo. Yo pasé una hora allí con mi hermana porque nos paramos varias veces a observar las cosas exhibidas y leer siempre que podíamos.
En conclusión
Si te gustan los lugares como los mercados de pulgas te recomiendo que vayas y cuentes con estar allí al menos una hora. Probablemente encontrarás algo que te guste y lo compres, es la norma general de esos lugares. Es la felicidad y la emoción de mirar todas esas cosas medio usadas porque nunca sabes cuando vas a encontrar un "Santo Grial" así que tienes que estar en el momento y en el lugar adecuado para encontrarlo.
Lo que no me gustó es que si tienes prisa (y yo fui dos veces más, con prisa) puede que te aburras o te pongas nervioso al no encontrar lo que buscas y no tener tiempo suficiente para buscarlo concienzudamente. En esas ocasiones todo parece igual. Puede que la primera vez sea la mejor así que aseguraos de hacerle una visita cuando haga buen tiempo y tengáis tiempo de sobra. Otra cosa que facilita el acceso es la estación U4, que está casi en el corazón del rastrillo.
Otra cosa que disfrutaréis en el rastrillo son los alrededores de la avenida. Es bastante amplia y hay unos edificios antiguos muy bonitos. Los típicos austriacos con fachadas renovadas.
Respecto a Naschmarkt seguro que ahorraréis algo de dinero yendo allí y podéis estar seguros de que encontraréis todo tipo de comidas e ingredientes para experimentar en la cocina, así que también os encantará el ambiente. Excepto por las "calles de los comercios". En cualquier caso, es muy interesante; y, oye, si no quieres comprar nada puedes sentarte en cualquiera de los bares o restaurantes que hay. ¡Karlsplat está a solo unos minutos así que no hay escusa!
¡Gracias por leer!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Visiting Naschmarkt and flea market
- Italiano: Visitare Naschmarkt e il mercato delle pulci
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