Lunes, 9 de noviembre de 2015. Ya es el tercer día que estoy visitando a dos amigos de Erasmus en Viena, y como buen turista, toca patearse la ciudad. Después de ver varios edificios emblemáticos, típicos de las guías de viajes, nos aproximamos al ayuntamiento de Viena (Rathaus). Muy próximo a él, encontramos una construcción sumamente curiosa: una gran mesa pentagonal, rodeada de diez sillas de piedra (dos por cada lado del pentágono).
Claramente esta especie de monumento destaca en medio del parque, y decidimos aproximarnos a él con la única intención de hacernos unas fotos en tan curiosa construcción. A medida que nos acercamos, vemos que en la parte de atrás del respaldo de cada silla hay un nombre escrito. Nombres en alemán, por lo que a nosotros, como hispanohablantes con unos conocimientos de alemán entre mínimos y nulos, nos cuesta reconocer que lo que se halla ahí grabado son nombres de países. Empezamos a diferenciar algunos sencillos, como Slowakei (Eslovaquia), y ya curiosos, empezamos a buscar cuáles son los demás, algunos indescifrables para nosotros como Tschechien (República Checa).
Poco a poco nos vamos dando cuenta de que todos estos nombres de países tienen algo en común: fueron incorporados al mismo tiempo a la Unión Europea, en la gran ampliación que tuvo lugar en 2004, en la que se unieron diez nuevos países, diez países como las diez sillas que rodean la mesa; diez países, cada uno representado en una de las sillas alrededor de la mesa de Europa, en la cual está grabada la forma que tiene el país de Austria.
Teniendo en cuenta que no habíamos leído nada de esto en ningún lado, que nunca nadie nos había comentado ninguna referencia sobre ello y que mi amigo no lo conocía, nos abrumó descubrir tanta información en un solo monumento. Pero ahí no acaba la cosa.
Como se puede percibir en las fotos, creando un amplio círculo, la mesa está rodeada de una serie de árboles. En la base de cada árbol se puede encontrar una pequeña placa roja, en la que encontramos escrito (siempre en alemán) el nombre de un país, el nombre de un árbol (con su correspondiente nombre científico en latín), y la fecha en que fue plantado.
Leyendo una a una las placas, contamos quince de ellas con sus correspondientes árboles. En efecto, cada placa corresponde a uno de los quince países que ya formaban parte de la Unión Europea antes de la ampliación de 2004, y cada árbol es un árbol autóctono del país de su placa (por ejemplo, en el caso de España se trata del nogal español).
Teniendo en cuenta la fecha en que fueron plantados, podemos deducir que los árboles eran la parte original de tan curiosa estampa, y la mesa fue una ampliación posterior. Ahora, no encontramos ninguna referencia a la ampliación que hubo en 2007 con la inclusión de Bulgaria y Rumanía, ni a la inclusión de Croacia en 2013.
Para nosotros fue una magnífica experiencia ir descubriendo sobre la marcha todo el significado de este complejo, y recomiendo encarecidamente a quien se pase por Viena que gaste unos minutos de su tiempo en verlo, aunque ya le haya hecho spoiler de a qué se debe esta construcción. Aunque siempre podréis confirmarnos si, por accidente, no fuimos capaces de encontrar nada relativo a las posteriores ampliaciones a pesar de estar presentes, o si simplemente no hay nada referente a ello.
