¡¡Hola a todos!! En esta publicación os quiero hablar de un lugar que encontramos por pura casualidad. Nosotros íbamos a la playa de Puerto de la Cruz, la playa con mejor temperatura en el norte de Tenerife, pero sin darnos cuenta, íbamos hablando ¡y nos pasamos la salidad!, así que cogimos la siguiente y decidimos probar a ver que playa encontrábamos por ahí.
Los realejos
Así llegamos al pequeño municipio de Los Realejos, muy tranquilo. Aparcamos donde pudimos y fuimos en busca de la playa o algo que se le pareciese en busca de lugares nuevos en esta maravillosa isla que no nos deja nunca de sorprender. No encontramos playa, pero encontramos naturaleza con un caminito, como una especie de rutita, pero no muy larga, hicimos todo el camino en una hora tranquilamente parándonos incluso a hacernos fotos.
Y es ahí que nos encontramos a una amiga nuestra, fue increíble ya que el sitio no es nada turístico, no había nadie más y la casualidad que nos enontramos a nuestra amiga alemana, fue una sorpresa. Nos contó que no había nada de playa por allí pero que era bonito de ver así que decidimos ir a la aventura.
Naturaleza
Estábamos en una parte alta así que lo primero fue empezar a bajar por un camino muy bonito rodeado por todos lados de naturaleza y lo mejor de todo es que estábamos absolutamente solos, muy tranquilos, pudimos disfrutar a nuestras anchas del bonito paisaje.
Bajamos bastante, mereció la pena, pero luego tocó subir todo, hicimos ejercicio ese día, pero que bien lo pasamos, estábamos allí disfrutando de la naturaleza y con vistas al agitado océano Atlántico que nos hizo admirar toda su fuerza y esplendor.
¿Playa?
Vimos una playa desde allí arriba, pero no sabíamos como se llegaba, supongo que habría que volver y bajar por otro camino diferente.
No había nadie, la playa no era muy buena, era toda de piedras y debido al acantilado, el sol se ponía bien rápido por lo que daba enseguida toda la sombra y para rematar el océano se veía con muchas corrientes allí. Así que decidimos ir de vuelta a Puerto de la Cruz a la playa de siempre, ¡pero la aventura nos encantó!. Ese es el secreto de esta isla, ir a ver lo turístico y conocido pero también investigar tú mismo por ella, encontrarás verdaderas maravillas de la naturaleza donde no encontrarás a nadie, cada rincón de Tenerife es un mundo.