¡¡Hola a todos!! En esta publicación os quiero hablar de un pueblito pesquero en la isla de Tenerife que se encuentra a medio camino dirección sur.
Cómo llegamos
Un amigo me propuso ir a surfear al Poris. Yo no tenía ni idea de donde estaba eso ni de que era pero me prometió que habría buenas olas. Vivíamos en La Laguna, la ciudad universitaria, y para llegar hasta el Poris debíamos coger primero un autobús hasta la capital (Santa Cruz) y después de ahí cambiar a otro que nos dejaba allí. La verdad que la isla ofrece muchas ventajas para que los jóvenes nos movamos por allí en autobús por lo que nos salió muy barato de precio. Unos cinco euros en total ida y vuelta, y eso que el Poris estaría a unos treinta kilómetros mínimo de La Laguna.
Allí en Tenerife los autobuses tienen paradas al lado de la autopista (una cosa que nos llamó mucho la atención), por lo que si bajabas ahí debías caminar hasta el pueblo. Y así fue para el Poris, no iba a ser una excepción. Nos bajamos y tuvimos que ir andando, pero está preparado para eso, por lo que hay acera al lado de la carretera. Lo malo es que íbamos con las tablas y hasta la playa donde se surfea desde la parada había unos veinte-veinticino minutos a lo tonto entre una cosa y otra. Lo peor no fue ir, lo peor fue volver cansados con las tablas y tener que subir una gran escalera gigante que claro, al bajarla ni nos dimos cuenta pero que a la vuelta nos parecióun mundo. Pero merece realmente la pena, a pesar de que fui medio resfriada, lo volvería a hacer. Después para la vuelta el autobús se cogía en el lado opuesto, al lado de una gasolinera así que mientras esperábamos pudimos ir a comprar algo para comer.
El pueblito
Es un pueblito pesquero muy pequeñito pero muy acogedor donde hay algún que otro sitio donde poder comer algo. Cuando nosotros fuimos era enero y hacia un poco de mal tiempo, pero en verano está lleno de gente.Tiene un precioso y pequeño paseo marítimo con cosas para hacer ejercicio donde la gente suele pasear a su perro.
La playa de surf
Hay una playa en el pueblo, pero la de surf está un poco más apartada, a unos quince minutos caminando, pero es un bonito recorrido a lo largo de la costa.
Hay un primer spot más rocoso donde hay olas más grandes, pero si estás comenzando lo mejor es ir a la playa de arena, donde encontrarás olas perfectas para principiantes. Cuando llegamos era la hora de comer y estábamos solos, es una playa muy apartada, no hay nada alrededor, estábamos súper tranquilos.
Las condiciones fueron fenomenáles, unas olas perfectas para nosotros, ahí estuvimos metidos en el agua tres horas ya que el clima en estas islas es muy cálido y el agua no está nada fría. Aunque al principio estábamos solos al cabo de una hora empezaron a llegar más surfistas e incluso una escuela de allí del pueblo. Mucho mejor así, más ambiente.
Incluso había duchas, que no las hay en todas las playas, por lo que fue genial para quitarnos la sal.
Vimos que había muchas furgonetas por lo que debe ser muy buen spot para dormir por la noche o acampar, dudo mucho que la policia o guardia civil lleguen hasta ahí ya que no tiene fácil acceso desde la autopista.
El faro de Abona
La segunda vez que fuimos fue con un coche que alquilamos, pero no hubo tanta suerte, el agua estaba como un plato, así que ni bajamos del coche y decidimos seguir el camino de tierra hacia delante a investigar a ver que había y así llegamos hasta este faro tan chulo donde nos hicimos mil fotos.
Además a juego con el coche de alquiler.
Era un sitio muy bonito y tranquilo, solo había algún que otro pescador.
Estas eran las vistas montañosas con un toque desértico opuestas a la inmensidad del océano Atlántico.
Decidimos bajar hasta el mar por las piedras que había a sentarnos por ahí un rato e investigar también un poco.
Después vimos que aún más adelante pasando el faro, había unas ruinas y quisimos llegar para ver que eran pero en cuanto avanzamos con el fiat quinientos que habíamos alquilado nos íbamos dando cuenta de la imposibilidad de la situación. El terreno no estaba asfaltado por lo que era muy trabajoso y yo estaba ya sufriendo por el coche, así que a mitad de camino tuvimos que dar media vuelta por lo que nos quedamos sin saber que eran las ruinas (demasiado lejanas para ir andando) y tiramos ya para la autopista en nuestra aventura de rodear la isla.
En conclusión, el Poris es un spot muy recomendable tanto si quieres ver un pueblito pesquero, como si quieres comer tranquilo junto al mar, surfear buenas olas o acampar en una playa tranquila, muy recomendable, es un lugar que recuerdo con mucho cariño.
