¡¡Hola a todos!! En esta ocasión os quiero hablar de la playa del Callao, una pequeñita playa escondida al sur de Tenerife a la que llegamos por casualidad.
Cuando vino mi amigo a verme a Tenerife no sabía donde llevarlo, quería aprovechar para ir a sitios en los que yo tampoco había estado antes así que busqué playitas por el sur que es donde hacía mejor tiempo.
Playa de las Galletas
Esta era en principio a la playa que íbamos a ir, pero al llegar no nos gustó nada. Era pequeñísima, con la arena muy fea y llena de barcos, por lo que decidimos dar media vuelta y buscar otra playa.
Playa del Callao
Y en esa que llegamos a la playa del Callao, una playa muy pequeña y tranquila muy cercana a los Cristianos, uno de los sitios más turísticos de la isla.
Estábamos practicamente solos, no había nadie que nos molestara más que un par de lagartijas que salieron de las piedras para molestarnos mientras comíamos pero que inofensivas, se marcharon en cuanto desapareció la comida. También a unos cincuenta metros había un par de personas haciendo nudismo.
Era noviembre y el agua estaba un poco fría. Era todo lleno de piedras, no había arena de playa propiamente dicha, pero estábamos cómodos.
Encontramos esta especie rinconcito que parecía estar preparado para nosotros.
Ahí extendimos nuestra gran manta y nos tumbamos muy a gusto. Hacía un poco de calor aunque no excesiva por lo que nos daban ganas de bañarnos, pero entre que estaba fría y parecía peligroso, no lo hicimos. Había un poco de corriente, aunque no mucha, pero al ser todo el fondo de piedras, me parecía peligroso por la probabilidad de golpearme o de que, si me tiraba, hubiese corrientes que no medejaran salir, así que me refresqué como pude agachándome. Muchos turistas mueren en las playas de tenerife, sobre todo en las del norte, piensan que son como las playas italianas, pero esto no es el mediterráneo.
El paisaje, a pesar de estar al lado del océano, era desértico, con plantas muy secas y deshabitado.
Cafetería
A pesar de que era todo desértico, justo arriba había una cafetería donde había gente y pudimos tomarnos un café antes de irnos para poder conducir bien la hora que nos quedaba hasta subir al norte.
En definitiva, la recomiendo si buscas tranquilidad e intimidad, no es precisamente d elas más bonitas de la isla. Yo fui porque al fín y al cabo viví allí durante cinco meses y quise ver lo máximo posible, pero si vas a visitar Tenerife cuatro días, mejor aprovechar para ver otras cosas.