Crema de calabacín (y patata, zanahoria, cebolla...)

Que digo yo, no todos van a ser hamburguesas del McDonalds ni pizzas congeladas, ¿no? Comer sano es importante, sobre todo cuando uno es estudiante, no sólo por la energía que gasta en estudiar sino por la que necesita para irse de fiesta.

Pues bien, aquí tenéis una receta facilísima y que seguro que le gusta a todo el mundo, incluso a los que no les gusta la verdura, os lo digo por experiencia. De verdad, haced la prueba solamente: tomaos una noche de frío un cuenco de crema de calabacín calentito, ya veréis como lo disfrutáis.

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Ingredientes

• 2 patatas medianas,
• 1 cebolla pequeña/mediana,
• 1 grande calabacín (o 2 medianos),
• 1 grande zanahoria (2 pequeños),
• Leche,
• Agua,
• Aceite,
• Sal,
• Pimienta.

Elaboración

1. Cortaís todos los ingredientes (todos los que se pueden cortar, claro... chiste del día).



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2. En una olla echaís un chorreón abundante de aceite de oliva y añadís todos los ingredientes que estan cortados (las patatas, la zanahoria, el calabacín y la cebolla). Los dejaís un par de minutos dándoles vueltas.
3. A continuación añadís el agua y la leche. Como habréis visto no he puesto medidas de estos dos ingredientes, ¿y por qué? Pues porque van a ojo. Debeís ir mitad y mitad, es decir, si echo un vaso de agua, debe ir también un vaso de leche. Y nunca el líquido debe cubrir el resto de ingredientes, siempre que se quede un poco por debajo. Por esto tenéis que ir añadiendo agua y leche poquito a poquito.



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4. Cuando ya esté, lo dejáis a fuego medio, y que no se os olvide ir removiéndolo porque sino se pegarán los ingredientes en la parte de abajo de la olla.
5. Normalmente en una media hora está listo, pero vamos, para que os hagáis una idea: cuando la zanahoria pueda partirse por la mitad sin impedimento, es hora de quitarlo del fuego.
6. En este paso es en el que necesitáis la batidora. Simplemente lo batís todo bien, que no queden grumos ni trozos.



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7. Por último le añadís sal y pimienta al gusto, como podéis ir probándolo porque la crema ya estará hecha os aseguráis de que no quede salado ni soso (aunque siempre es mejor que quede soso porque añadir sal es fácil, pero quitarla es imposible).

¡A comer!

Pues listo. Podéis comerlo en el momento, guardar para el día siguiente (se calienta en un momento en el microondas) o congelarlo.

Si tenéis a vuestra disposición, queda muy bien con unos churrusquitos de pan de los que venden en los super para sopas o cremas, y sino, pues con trocitos de pan normal.

Para una noche de frío, ¡viene de perlas!

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