Introducción
En esta publicación os voy a hablar de uno de los mejores museos en los que he estado, pero también es el más triste de ellos, el Museo Estadounidense Conmemorativo del Holocausto. Este museo se encuentra en pleno centro de Washington D. C. , a pocos metros del National Mall y del Monumento a Washington.
Este museo conmemorativo se inauguró en 1993, y desde entonces ha recibido más de treinta millones de visitantes de todo tipo, desde turistas, hasta niños y celebridades o jefes de Estado. En conjunto, es un monumento oficial dedicado a todas las víctimas del Holocausto, desde el edificio hasta las exhibiciones. La fachada del museo, a mi parecer tiene forma de sinagoga.
Nada más llegar a la entrada del museo, te encuentras con un gran cartel con dos niños en el que dice 'How do we keep their memory alive? ' ('Como podemos mantener su memoria viva? ') y 'Never again' ('Nunca más'), y ya te empiezas a meter en la historia y a poner triste.
El museo se divide por temática en: planta baja, Cuarto piso, Tercer piso, Segundo Piso y Primer piso (en el orden en que se visita).
Planta baja
Después de pasar el detector de metales, apareces en una gran sala luminosa pero sin nada que ver. Hay que ir al mostrador, pedir el ticket sino se tiene de antemano, y dirigirse al ascensor, que está en la parte izquierda, justo al lado del mostrador.
Antes de coger el ascensor, te recomiendan que cojas una de las tarjetas de identificación que hay justo a la derecha. El ascensor te lleva a la exhibición, que empieza en el cuarto piso y ya vas bajando por tu cuenta hasta la planta baja de nuevo. Antes de pasar al ascensor te cogen el ticket y, ya en el ascensor, te dan unas indicaciones y te ponen un video que dura menos de un minuto que te introduce a lo que estás a punto de ver…
Por cierto, la tarjeta de identificación te cuenta la historia real de una persona que vivió el Holocausto y te va diciendo cuando hay que leer la siguiente página al final de cada planta. Súper triste pero a la vez súper emocionante el detalle de la tarjeta. La mía era de Zelda Piekarsa, una polaca de familia judía que le gustaba mucho bailar…
Cuarto piso: El asalto Nazi
Llegamos a la exhibición, un lugar algo oscuro y frío, la verdad. Esta planta está dedicada a la historia de los Nazis, desde que Adolf Hitler sube al poder hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, mientras que se planea todo el terror y empiezan los primeros ataques contra los judíos y otras razas que para los Nazis eran 'inferiores'.
Empezaron con un boycott a los judíos, que fue un día en el que no se podía comprar nada a los judíos, pasaron a otro día en el que quemaron sus libros, a otro en el que quemaron sinagogas, y así hasta que finalmente los discriminaron por completo, y acabaron asesinándolos o haciéndolos prisioneros en campos de concentración.
Además de ver documentos de la época, fotografías, vestimenta de los Nazis, mapas de la evolución de Europa durante esos años, también se puede ver ciertos artilugios Nazis que son realmente espeluznantes. Unos artilugios que me llamaron mucho la atención son los que usaban para ver si una persona era de la raza superior (o aria) o de una raza inferior. Entre ellos había una tabla con ojos de diferentes colores, un medidor del tamaño de la cabeza y de la nariz, un conjunto de mechones de pelo de diferentes colores... me impactó realmente.
También hay dos salas de proyecciones que ponen un documental de 15 minutos de forma continuada y hay un cartel que te indica fuera los minutos que faltan para el siguiente documental.
Respecto a Zelda, la polaca, en esta época su casa y la fábrica de su casa fueron asaltados, sus pertenencias retenidas, y su familia y ella fueron enviados a un guetto…
Tercer piso: La solución final
Pasamos a la tercera planta, donde se encuentra la exhibición de la vida de los judíos durante la época en que pasaron de ser perseguidos a ser aniquilados y que se conoce como la 'solución final'.
Aquí se puede ver información, documentos, objetos, maquetas, fotografías, etc., de los campos de concentración. Creo que es la exhibición más triste y horrible de todas, pero también la más interesante.
Es una colección muy completa, os lo digo por experiencia, ya que te hace transportarte a la época, hay de todo, y es incluso mejor que visitar un campo de concentración (os lo digo por experiencia ya que yo visité uno, lo podéis leer en el post 'Campo de concentración de Sachsenhausen'). Incluso tienen la parte de la verja de la puerta de la entrada a los campos con la mítica inscripción 'Arbeit macht frei' ('El trabajo libera').
Una de las cosas que más me llamó la atención de esta parte fue el vagón de tren que los llevaba a los campos de concentración, se puede pasar y es un espacio pequeño y oscuro en el que te imagines a toda esa gente ahí metida, sin agua, sin comer y sin saber su destino..
También hay algo que impacta mucho, y es un área en la que hay muchísimos zapatos quemados de judíos. El olor es inolvidable, y la imagen te saca del mundo actual.
Una imagen que no olvidaré es una fotografía que hay con toneladas de pelo que les cortaban a los prisioneros y que después vendían, todo un horror. Y, por supuesto otra que tampoco olvidaré es la de las cámaras de gas, donde mataron a muchas personas.
Otro hecho que me impactó, es la foto de muchos brazos de judíos con su número de identificación tatutado. Era una forma de despersonalizarlos, de quitarles su identidad, pasaban de ser una persona a un número, y quedaron marcados por el tatuaje hasta su muerte.
Además, hay una torre llena de fotos familiares de gente judía, la 'Torre de los rostros'. Me sentí fatal, aunque lo sabes, no llegas a darte cuenta de verdad que toda esa gente tenía una vida, un pasado, una familia, unas fotos, y se lo robaron todo.
Y, una sala que se llama 'Voces de Auschwitz', en la que te puedes sentar y escuchar las voces de personas que sobrevivieron los campos de concentración.
Respecto a Zelda, fue separada de su familia por su color de pelo, la llevaron a un campo de trabajo y le asignaron un trabajo de mecánica. Como no tenía ni idea de mecánica iban a matarla, pero un soldado alemán intervino y la mandó a otra tarea…
Segundo piso: El último capítulo y la sala del recuerdo
En esta planta, se puede ver intentos de rescates (algunos con éxito); los nombres de las personas por países que hicieron algo en contra del Holocausto o que salvaron o ayudaron a gente (entre los que se encuentra Oskar Schindler, famoso por salvar a cientos de judíos y cuya hazaña es conocida sobre todo por la película "La lista de Schindler"); la vida de los judíos después del terror; pero, sobre todo, la indiferencia de la mayor parte del mundo mientras sucedía el Holocausto.
Según la información que leí, una de las razones por las que no rescataron a la gente de los campos de concentración, era porque tenían miedo a que fallara el rescate y luego fuera peor, a mi no me convence del todo pero también es verdad que no sé que hubiera hecho yo en esa época.
Por otro lado, se encuentra en esta planta "La sala del recuerdo" (The Hall of Remembrance), que es un monumento oficial a las victimas del Holocausto. Es un espacio luminoso, de paz y silencio, en el que se puede rezar por la víctimas, ya que esta sala es en honor a ellas. Realmente parece el final del camino, como cuando después de la oscuridad y la tormenta por fin sale el sol y todo se ilumina, pero para muchos de ellos no llegó esa luz que tanto ansiaban.
Y, también, el centro de información de los supervivientes y victimas del Holocausto. Hay una sala en la que proyectan unos videos con testimonios de los supervivientes, y sino habéis llorado antes, lo haréis ahí. Uno de ellos contaba que mientras estaban quemando su casa, había otra persona al lado rezando y dando gracias a Dios, este le preguntó que cual demonio podía estar dando gracias a Dios por eso, y el hombre contestó “Estoy dando gracias a Dios por no ser como los que están haciéndonos esto”.
Respecto a Zelda, pasó más de dos años en un campo de trabajo, y fue liberada el 8 de Mayo por un soldado soviético. Pasó cuatro años más en Alemania y emigró a América.
Primer piso: la historia de Daniel (para los niños) y la tienda del museo
Esta planta está dedicada a los niños, en ella se explica el Holocausto para niños a través de la historia de Daniel, que es un niño imaginado a base de las historias reales de niños que vivieron el Holocausto.
En una de las plantas (no recuerdo cual) hay material de los niños judíos, como dibujos y cuadernos de ellos, y fotografías - es horrible.
A parte de esta exhibición permanente, durante el año hay otras temporales, para las que hay que informarse previamente en Internet, e incluso puede requerirse un ticket anticipado.
La tienda del museo, es de las peores tiendas que he visto, o sea entiendo que exista, y los libros acerca del Holocausto están genial, pero no hay material relacionado con el Holocausto que se pueda comprar a modo souvenir, al menos en mi opinión.
Opiniones
Como veis por la información que os he puesto, no deja indiferente a nadie. En mi opinión es el mejor y el peor museo en el que he estado hasta hora en toda mi vida. El mejor museo por que es realista, completo, te provoca sentimientos, aprendes muchísimo y desde que entras hasta que sales estás totalmente enfocado en la historia que te cuenta. Respecto a lo del peor museo, creo que solo los que han estado pueden entenderme; desde que entré (bueno desde que vi el primer cartel en la calle antes de entrar) estuve con el corazón encogido, con ganas de llorar muchísimas veces, y todo lo que hay expuesto es duro y triste, no lo veo apto para gente demasiado sensible la verdad. Sin embargo, es un trozo de nuestro pasado reciente que todo el mundo debe conocer para que no se vuelva a repetir, o en el caso de que se repita, que no dejemos que pase lo que sucedió la última vez.
Experimentas todo tipo de sentimientos, tristeza, enfado, asco, compasión, empatía, e incluso felicidad cuando hay una minima historia que tiene un final feliz. Te hace replantearte seriamente la vida, tus prioridades y las del resto del mundo.
Información adicional
El museo es totalmente gratis, al igual que la mayor parte de los museos y monumentos que hay en Washington D. C. Me parece increíble tener que pagar por entrar a museos que no valen nada, y este que es una joya es gratis. Estoy totalmente agradecida a esta ciudad por permitirme disfrutar y aprender tanto sin ningún coste.
Otra información adicional que os gustará saber es que los aseos están en la planta baja; no se puede comer, beber o fumar dentro del museo; y respecto a la fotografía y a los móviles la política es algo ambigua pero se pueden hacer fotos siempre que no lleve flash, y lo mejor es poner en silencio el móvil, ya que ayuda a mantener el ambiente del museo.
Algo increíble, es que el museo ha tenido un atentado y otros intentos (igual yo soy muy ingenua), en el que murió una persona del staff de seguridad del museo.
El horario de visita del Museo del Holocausto es de 10 de la mañana a 5 y media de la tarde de lunes a domingo. Solo cierra el día de Navidad y el día del Yom Kippur (fiesta judía del Día de la Expiación, perdón y del arrepentimiento de corazón). Para poder disfrutar bien del museo, poder leer bien todos los documentos, sin tener que esperar, lo mejor es ir temprano, justo cuando abren.
Cómo llegar
Para llegar a este museo lo mejor es coger el metro y pararse en 'Smithsonian y las líneas que llegan aquí son la naranja, la azul y la plateada. Después hay que tirar hacia el Monumento a Washington y torcer a la izquierda en la calle Raoul Wallenberg. Allí veréis un edificio con una torre anaranjado, pues el museo es el edificio que hay al lado del anaranjado. No tiene pérdida.
Como te dicen nada más entrar, conozcamos su historia y ayudemos a contar su historia para que esto no vuelva a suceder. Les debemos al menos eso, y no solo a ellos, a todos en general, porque todos somos diferentes y por ser diferentes no debemos ser el objeto o menores que nadie.