New Big Wong es un restaurante chino que se encuentra en la zona de Chinatown de Washington D. C. El tipo de cocina que preparan en este restaurante es cantonesa y Szechuan.
Es un restaurante de tamaño mediano tirando a pequeño, y si sois varias personas lo mejor es reservar antes de ir por si acaso. Algunas de las camareras llevaban un vestido chino, lo que hace que te metas más en el ambiente.
Las mesas son circulares, y en el centro hay otra mesa circular superpuesta que se mueve.
Nada más llegar te sirven un vaso de agua gratuito (como en la mayor parte de los restaurantes de Estados Unidos) y ya tienes un tacita con una jarra de té para que te sirvas tu misma. El té no me gustó mucho la verdad.
Como éramos muchas, tardamos un tiempo un pedir nuestro plato, pero ellos no tardan mucho en servírtelo.
La carta se divide en entrantes, pollo, cerdo, noodles, sopas, verduras, marisco, ternera y especialidades de la casaen general. También tienen menus pero son un poco caros. Por cierto, al lado de cada plato, si hay un dibujo de un pimiento, significa que el plato es picante (todo un detalle).
Yo pedí uno de los platos de pollo con nueces “Chicken with Cashew Nuts” y no estaba mal. El plato te lo sirven con un bol de arroz blanco. No comí mucho de mi plato porque comí con palillos y era realmente lenta, pero psicológicamente estás llena jaja. Te pueden poner tenedor pero tienes que pedirlo explícitamente.
El mejor momento fue el de la galletita de la suerte, me hizo mucha ilusión porque fue mi primera vez en un restaurante chino, y había visto lo de las galletas en muchas series y películas. Me sorpendió que estaban buenas y eran dulces, creo que fue lo que más me gustó de toda la comida que probé. Mi frase de la galleta me gusto y es “Wisdom is only found in truth” (La sabiduría solo se encuentra en la verdad).
El servicio es normal tirando a regular, una de las camareras que nos sirvió no fue muy amable, y luego encima nos pidió específicamente que le diéramos la propina. Aquí en Estados Unidos, además del precio que viene en la carta, después le añaden las tasas, y la propina. La propina es casi “obligatoria” en aquellos sitios que os hayan dado algún servicio, como en peluquerías, taxis, y restaurantes. En este caso no estábamos obligadas a dar propina porque no estuvimos muy contentas con el servicio, y tened en cuenta que la propina es un 15 o 20 % de la cuenta.
Un punto a favor en el servicio, es que nos dividieron la cuenta por persona, y cada una pudimos pagar en efectivo o tarjeta y no tuvimos que ponernos a divider la cuenta y a tener follones con el cambio. Y otro fue que nos ofrecieron la cajita y la bolsa para llevarnos las sobras, algo que es muy común en Estados Unidos, ya que aquí el tamaño de los platos son más grandes y es normal llevarte lo que sobra a casa. Yo no me lo llevé, aunque había mucha comida en el plato, pero no soy una gran fan de la comida china ni de la de calendar en microondas, pero apreció el gesto para los que os guste.
El precio de los platos no sabría decir si es caro o barato, ya que es mi primera vez en un restaurante chino, aunque creo que el precio es normal para ser EEUU, y caro si lo comparamos con España. Mi plato me costó con las tasas ya añadidas 14. 25 dólares, más 3 dólares de propina, unos 17 dólares en total solo por un plato de pollo, arroz y una galletita de la suerte.
El horario de apertura es de 11 de la mañana a tres de la madrugada, y los fines de semana lo amplian hasta las 5 de la madrugada.
Para llegar, lo mejor es coger el metro y bajarse en la parada Gallery Place/Chinatown (líneas roja, verde y amarilla).