Su mandíbula era enorme, sus ojos rojos inundaban el aire con la sensación de poder absoluto, su tremenda figura y sus garras tan impresionantes hacían que hasta los hombres más valientes se asustaran. Cuando caminaba desataba el miedo y todo el mundo tenía que inclinarse ante su poder. El pequeño pueblo estaba atemorizado y sus habitantes pronto tuvieron que pagar en carne para alimentar al dragón... ¿Ya sabes dónde estamos?
¿Cracovia? ¡Exacto! Estamos en Cracovia, la capital actual de Polonia, una de las ciudades más grandes, bonitas e históricamente importantes de Polonia. Su nombre proviene del nombre del Rey Krak. De hecho, el dragón es el símbolo de la ciudad y la leyenda dice que hubo un tiempo en el que una terrible bestia atemorizaba sus tierras, buscando carne fresca, pues solo le gustaba comer mujeres de la especie humana.
La gente sacrificaba a sus seres queridos, pero todos querían derrotar a la malvada criatura. Enviaban a muchos guerreros para luchar contra él, pero ninguno de ellos tenía éxito. Así que, en tal contexto, el gobernante de las tierras, Krakus, quien tenía una hija llamada Wanda que debía ser sacrificada también, prometió que aquel que matase a esa horrible criatura se casaría con su hija.
Como es habitual, el ganador venía de los lugares más inesperados. Era un zapatero que, con su inteligencia, destruyó al dragón. El hombre rellenó el estómago de una oveja con una mezcla de sulfuro y la dejó frente la cueva del dragón. Hambriento, el dragón se tragó la oveja y, después, se sintió tan sediento que tuvo que salir de la cueva. Bebió agua Del Río Vístula, que estaba justo enfrente de la cueva. Bebió tanta agua que... ¿lo adivináis? ¡Sois muy buenos! Efectivamente, el dragón explotó. La gente era libre por fin y la historia terminó con una gran celebración y un matrimonio mágico.
La tradición dice que cuando estos oscuros tiempos terminaron la ciudad creció más y más hasta alcanzar su máximo potencial y convertirse en lo que es hoy en día, un gran lugar para visitar y una tierra llena de leyendas. Lo más interesante es que el mito ha sobrevivido hasta ahora e incluso más, el dragón también puede ser visto. Por supuesto, en forma de metal, pero su poder todavía produce miedo, pues respira fuego a través de su monstruosa boca. La diferencia es que actualmente no se alimenta de gente, sino que se le considera el guardián de la colina de Wawel y el Castillo de Wawel.
Ya que he mencionado este lugar, tendré que deciros algo sobre él. Fue construido durante el reinado de Casimir III el Grande (1333-1370) y tiene uno de los patios más espaciosos que he visto nunca. Mi casa podría entrar en ese patio :)). El Castillo tiene algo más increíble que su espacio, una arquitectura estupenda, pequeños dragones que miran hacia abajo desde el tejado... estoy hablando sobre un muro. ¿Qué tendrá de especial?
Se pueden ver muros en todos los lugares, nuestras casas están hechas de ladrillos, así como este muro. Este es un muro místico, que presuntamente posee poderes divinos. La gente que practica yoga cree que si tocas el muro recargarás tu energía, tu chakra. Así que si estás ahí y quieres probar, hazlo. Otra cosa que impresiona sobre este lugar es que puedes encontrar uno de los cuadros de Leonardo Da Vinci, "La dama del armiño". Este cuadro es bastante especial, pues es uno de los cuatro retratos que Da Vinci hizo en su vida.
El Castillo de Wawel también es un buen lugar para ver la puesta de sol. Puedes elegir verlo desde dentro del patio o desde la base de la colina, donde las aguas del Vístula brillan, en ambos lugares las vistas son increíbles. Yo vi cómo la luna se tragaba al sol, cómo el cielo se volvía rojo, azul y amarillo al mismo tiempo, cómo las impresionantes sombras de la luz se daban un baño en el reflejo del agua y se iban a la cama esperando el nuevo día. La luna era la reina de las vistas, sin duda. La atmósfera se vuelve más misteriosa a medida que la noche se adentra en la naturaleza. Cada movimiento de la lejanía es sospechoso y cada rama que se rompe hace que tiembles. ¡Estoy bromeando! :)). Es, de hecho, muy bonito y romántico si tienes a alguien a quien coger de la mano y, puesto que yo no tengo, mi imaginación se desató.
El centro de la ciudad te está esperando. Aquí está la Catedral de Santa María, famosa por las dos torres de su diseño, una más alta que la otra. La leyenda dice, en este caso, que dos hermanos comenzaron a construir la iglesia a la vez, uno construyó más rápido y el otro más despacio. El primero, al hacerlo rápido, cometió errores, así que tuvo que dejar de construir porque existía el riesgo de que todo el edificio se viniese abajo. El otro hermano, que trabajaba paso a paso, continuó con su actividad y, pronto, su torre era más alta que la de su hermano. Esto hizo que él se sintiese herido, que la envidia le consumiera y que tuviese pensamientos negativos sobre su compañero de la infancia. Obsesionado por estos sentimientos, asesinó a su propia sangre y, más tarde, se sintió tan culpable que se tiró desde su torre. Ahora, por las noches, algunos dicen que se pueden oír susurros que provienen de la iglesia. El arrepentimiento del hermano aún permanecen en el lugar. Pero para asegurarse de que esto realmente ocurre, uno debe acercarse al lugar por la noche (si vais y oís algo hacédmelo saber, yo no escuché nada). Esta iglesia es conocida por otra leyenda, como véis, Cracovia está llena de historias espectaculares.
Como está situada en el centro de la ciudad, la Catedral de Santa María siempre ha sido un punto estratégico para la defensa contra cualquier invasión. El mito cuenta que aquí había un soldado cuyo deber era vigilar desde la torre cualquier tipo de amenaza. Si veía algo debía hacer sonar un cuerno, que haría saber a los ciudadanos de la ciudad que el peligro se acercaba. Esta tradición aún existe hoy en día. Hay un hombre que toca el cuerno, pero ahora solo señala el cambio de hora.
Suficiente sobre esto. Es hora de montar en los carruajes. Cracovia está lleno de ellos. Hermosos caballos blancos, negros o marrones amarrados de forma espectacular a los carruajes que conducen hombres o mujeres vestidos con trajes elegantes.
Desde el carruaje se puede ver el antiguo sistema de protección de la ciudad, que consistía en una gran cantidad de muros defensivos. Para penetrarlos, los invasores debían pasar por más de cuarto puntos estratégicos de defensa. Este sistema hizo a Cracovia una ciudad muy bien protegida, de hecho, nunca fue penetrada.
Cambiando de tema. En las calles de Cracovia también puedes ver numerosos cuadros que están esperando a alguien que los compre. También hay músicos tradicionales en trajes típicos, así como figuras poco conocidas y aterradoras que esperan en la plaza para que te hagas una foto con ellas.
¿Creéis que hemos terminado? ¡De ninguna manera! La plaza principal de Cracovia contiene otro mito para vosotros. Aquí esta el Palacio de Bonerowski. Hay una historia divertida tras este lugar, el palacio solía llamarse el "Palacio ", pero teniendo en cuenta que esta palabra no significa nada bueno en inglés, decidieron añadirle la terminación en polaco para que terminasen las bromas al respecto.
Estas leyendas y mitos viven en Cracovia incluso hoy en día y, seguramente, lo harán durante mucho más tiempo. Todos los edificios de la ciudad vieja pasaron a formar parte del Patrimonio de la UNESCO en 1978.
Ahora voy a centrar mi atención y consideración hacia la persona que me contó estas historias desconocidas. Su nombre es Macek y era el guía de un gran programa llamado "Free Walking Tours". Este tipo conocía todos y cada uno de los detalles de Cracovia y tenía un gran sentido del humor. No era tan fan de Varsovia, pues la capital actual del país le robó este honor a Cracovia, pero le perdono por ello :))). Podéis encontrar a Macek y sus amigos en este link: http://freewalkingtour.com/.
Hemos llegado al final. Pero, ¿creéis que lo habéis oído todo? ¡Por supuesto que no! El resto lo debéis ver, descubrir y disfrutar vosotros.
(Las fotografías las hizo mi querida amiga, Giorgiana Astefanei)
