Como francés expatriado en Cracovia que soy, debo admitir que la Petite France (traducido como "la pequeña Francia") es un templo de la gastronomía. Somos gente orgullosa cuando se trata de productos regionales, como el vino, el queso o la carne, y este sitio los tiene todos. Está en la calle Swietego Tomasza, que está muy céntrica, a tan solo unos pasos de la Plaza Principal del Mercado. Ya tienes el nombre de la calle, ¡además será fácil encontrar el lugar porque hay una gran bandera francesa en lo alto de la entrada! :)
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Este lugar no es solo un restaurante, también es una tienda de comida, un lugar de brunch y una panadería/pastelería. Solo podría quejarme sobre dos aspectos. El primero es que es muy pequeño: diría que el máximo de personas que se pueden sentar, tanto para comer en mesas normales, como en las altas e incómodas sillas que dan directamente a la calle, es de veinte personas. El segundo es que el precio de los productos franceses, que entiendo que siendo productos exportados y por ello sean más caros que los estándares polacos, pero tener que pagar por una galleta francesa tres veces más de lo que pagaría en Francia me parece un poco excesivo. ¡Aún así, supongo que es el precio que hay que pagar por echar de menos tu país natal!
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Os recomiendo el desayuno en "La Petite France", hay dos fórmulas: el típico desayuno francés en el que, normalmente, tienes una bebida caliente y una baguette clásica con mantequilla o mermeladas de buena calidad (yo también suelo añadir un extra: el famoso "pain auc chocolat"). ¡Esto te llenará y estarás preparado para comenzar el día con energía! La segunda fórmula nunca la he probado, pues es un desayuno más continental con jamón y queso, pero tiene muy buena pinta.
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Si tienes la suerte de vivir cerca podrás comprar pan fresco a diario. Las pastas son artesanales, preciosas a la vista y excelentes en el paladar. Junto a otras muchas, encontrarás tartas de limón con merengue o las típicas pastas regionales, propias de la Bretaña.
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¡Para comer o como brunch también tienes una mezcla de quesos, jamones e incluso caracoles franceses de Burgundy! Y después de la comida, cuando vas a pagar, normalmente te hacen un pequeño tour por los productos típicos. A pesar del nombre del lugar, también encontrarás productos de otros lugares, como vino y queso italianos.
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Creo que no soy muy objetivo hablando sobre este sitio, es cierto, pues a veces echo de menos la gastronomía francesa y este es un buen lugar para visitar, sobre todo con mis colegas franceses. Algunos dependientes también hablan francés y estoy seguro de que los propietarios también son franceses, a pesar de que nunca los he conocido. Definitivamente es un lugar que debes visitar seas o no francés, ¡hasta estoy poniéndome celoso de que vayas a ir sin mí! Bon appétit!
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