Dado que en Polonia las cafeterías suelen abrir relativamente tarde, este sitio fue un gran hallazgo.
Es un local perfecto para tomar el desayuno, con bocadillos, crepes y distinta bollería a muy buen precio. La opción de celiacos está presente, así como la marca de vegetariano en cada plato.
Consumimos un par de crepes de nutella junto a café, y fue el subidón de azucar que necesitábamos para empezar el día y seguir investigando Cracovia.
¡Muy recomendable a todxs lxs amantes de los brunch!