Vamos a hablar de otro lugar para desayunar en Bucerías, el lugar se llama la casa de Jorge y es un lugar que ofrece desayunos desde temprano algo que es difícil de encontrar en este poblado, aunque también hay que tener en cuenta que de 11 o 12 a la 1 de la tarde cierra, para reabrir nuevamente a la 1:30 con comidas.
La ventaja es en esta publicación es que ya he ido en ambos horarios por lo que mi opinión personal será más nutrida que en otras publicaciones que he hecho.
Del desayuno.
Todo mexicano que se respete conocerá el clásico menú de desayunos, con platillos como chilaquiles, omelet, huevos en sus diferentes presentaciones, jugos, licuados, café y algún pedazo de pan o totopo para acompañar; para todo aquél que tenga muy poco conocimiento de la cocina mexicana un conocimiento distorsionado permítanme aclararles un poco de cada platillo.
Fotografías del menú (actualizado a la fecha de esta publicación 07/08/2018).
Totopos.
Los totopos no son nada más y nada menos que pedazos de tortilla fritos, son muy similares a los nachos que se ofrecen en “restaurantes mexicanos” fuera de México, pero más conchos y sabrosos.
Para prepararlos únicamente se parte una tortilla en cuatro pedazos iguales y se sumergen en una cacerola con aceite caliente, se voltean unas cuantas veces y en ese rápido proceso de no más de tres minutos estarán listos.
Chilaquiles.
Para los chilaquiles haremos uso de los totopos previos, de pedazos de pollo y de salsa de tomate verde, la clave para unos buenos chilaquiles es únicamente una muy buena salsa, es primordial considerar una adecuada consistencia, ni muy aguada ni muy sólida además la correcta proporción entre el chile, el tomate, el agua, ajo y sal es fundamental para enamorar a los comensales.
Muchas veces en algunos lugares acostumbran además ponerle queso y crema encima, da un rico sabor pero depende mucho de cada persona.
Omelette.
Los omelette es algo probablemente ya hayan visto se acostumbra en diversos países y si no me equivoco su origen es francés, lo que sí es mexicano es los ingredientes que le ponemos dentro, o la salsa que le echamos encima, aquí voy a aclarar un término en nuestra comida que lo encontraran de manera frecuente y es: “a la mexicana”, desde huevos a la mexicana, burrito a la mexicana, omelette a la mexicana, calabacitas a la mexican, filete de pescado a la mexicana, etcétera; y no es porque tengan mucha salsa y ya (como probablemente lo hayan pensado), ese término en la cocina mexicana, hace alusión al conjunto de jitomate, cebolla y chile verde (generalmente serrano), picados finamente y mezclados, es también conocido como pico de gallo, y creo que el nombre de “a la mexicana” viene de los tres colores de estos vegetales, que recuerdan a los de la bandera de México (verde, blanco y rojo). Si algún italiano está leyendo esta publicación quizá podría argumentar que también son los colores de su bandera por lo que podría llamarse “a la italiana”, pero como no comen tanto picante y nosotros lo inventamos primero, tendrán que inventarse alguna otra cosa.
Café de olla.
Este es otro producto que vale la pena probar, y no solo por que es un sabor característico de mi país, sino porque también es muy rico, dejenme platicarles un poco de esta tradicional bebida.
Las personas dicen que esta bebida surgió en la época de la Revolución Mexicana, cuando lasAdelitas(las revolucionarias mexicanas, será tema de otra publicación en un futuro), preparaban una bebida caliente para ayudar a los soldados a enfrentar las inclemencias del tiempo. sus ingredientes principales son: el café, agua, canela al gusto, piloncillo (es un bloque o elemento sólido de azúcar morena, generalmente en forma de cono sin punta) y el elemento que le da su nombre, una olla de barro.
Se dice que la olla de barro es crucial para obtener el tan característico sabor del café, el cual es dulce y con toques de canela, en algunas partes del país también le agregan clavo y/o rodajas de limón o naranja.
Para los hispanohablantes, el piloncillo quizá lo puedan conocer también como pepa dulce, tapa de dulce, raspadura de guarapo, panocha, dulce de chala, dulce de atado o chancaca.
Otros productos.
También ofrecen pan francés, jugos de naranja, frutas de la temporada o jugo verde, licuados de distintos sabores y algunas otras tantas cosas más, la opciones son variadas y a precios muy razonables por lo que el lugar es muy bien catalogado y conocido en la zona.
De las comidas.
Pasando la hora del desayuno, cierran temporalmente para preparar el menú de la tarde, reabren las puertas del comedor a la 1:30pm y ofrecen menos opciones que en el desayuno, manejan una especie de menú del día, que te incluye un guisado con su guarnición, una sopa de algo (la mayoría de las veces va a ser de pasta), agua del día, y postre; el menú tiene un costo de sesenta pesos y es una “económica” y rica opción para llenar el estómago.
Del lugar.
El lugar en sí no es un restaurante propiamente dicho, como su nombre lo dice, se trata de “La casa de Jorge” por lo que te vas a sentar a comer en el patio improvisado con mesas de una pequeña casa de un piso, tiene una capacidad como para unas veinte a treinta personas y no cuenta con aire acondicionado (sí eso es una limitante para ustedes) pero si tiene ventiladores arriba de casi todas las mesas. Está ubicado en Abasolo número 5 en la zona Dorada de Bucerias y se reconoce por la lona colgada en la puerta con la imagen de Jorge.
Una fotografía exterior del lugar.
Un dato insignificante extra.
Algo que nos llamó mucho la atención a mi mamá y a mí, fue el hecho de que a pesar de llamarse la cocina de Jorge, jamás ves a Jorge cocinando, sino a dos señoras que no se si sean parte de su familia o ya empleadas que contrató para delegar responsabilidades.
Mi opinión final del lugar.
Y no solo la mía sino también la de mis papás, fue que el lugar tiene un toque de cocina hogareño, un buen sabor, y precios razonables, un buen desayuno completo (jugo y café además del plato principal) te viene costando en promedio unos ciento veinte pesos o inclusive menos, así que mi puntuación del uno al diez sería 9.5 como lugar para desayunar y de 9.0 o poco menos para comer (hay buen sazón, pero no es la gran cosa).