Heineken Experience

La Heineken Experience es uno de los atractivos turísticos de Amsterdam, la mayor fábrica de la mundialmente conocida cerveza Heineken y la casa fundadora de la misma.

Cómo llegar

• A pie: desde el Rijksmuseum, a 10 minutos a pie a lo largo de Stadhouderskade West, de la Torre Munt y el Mercado de las Flores a 15 minutos a pie a lo largo del Sur Vijzelgracht.
• Transporte público: desde la estación central de tranvía 16, 24, 25: bajarse en Stadhouderskade; desde Leidseplein tranvía 7, 10; bajarse en la parada Weteringcircuit.
• En coche: desde la circunvalación de Amsterdam A10 tomar la salida S110, seguir las señales 'Centrum' y 'Stadhouderskade'. Hay un aparcamiento cubierto en Heinekenplein y varias posibilidades aparcamiento en la zona.
• En barco: varias excursiones en barco ofrecen la Heineken Experience a través del canal con su tour combinado, el barco se detiene frente a la fábrica de cerveza.

La experiencia

Los menores de edad por debajo de 18 años son admitidos sólo con un adulto y debido a la ley holandesa, no se las dará la bebida que incluye la entrada. Por otro lado, la entrada de adulto incluye fichas para dos vasos de Heineken y un regalo que se recibe al final del tour. La visita no es guiada y se puede tomar el tiempo que sea necesario. Existe una tienda al final del tour para comprar todo tipo de souvenirs donde todo destaca en color verde, el color de la marca.

La cerveza Heineken pertenece al grupo de mejores cervezas del mundo. La cervecería se fundó en Amsterdam en 1864 y hoy Heineken tiene gran empresa multinacional, una de las tres productoras cerveza más grande en el mundo. Heineken permaneció por empresa familiar, con Charlene de Carvalho-Heineken, su mayor accionista y su marido Michel a bordo de la compañía. Heineken se ha presentado en su antigua fábrica de cerveza desaparecida en Amsterdam, con exposiciones y un recorrido interactivo al cual se le ha rebautizado como experiencia Amsterdam Heineken.

Heineken cerró en el año 1988. Después de la renovación en 2008, cuando se transformó en una atracción turística. "No somos el Museo Heineken, nosotros somos la Heineken Experience ", así se expresa la compañía en su página web.

Pero sigue conservando resquicios de la fábrica original: interiores auténticos, fotografías antiguas y condecoraciones estatales que la familia Heineken recibió, medalla de oro famoso de la Exposición Universal de París en 1889, que se ven reproducidas en cada lata de cerveza Heineken.

También cuenta con un simulacro que explica el proceso de fabricación de la cerveza en el cual un actor simula que está dentro del líquido de la cerveza, la cual se recrea a tamaño gigante.

Está abierto la mayoría del año de lunes a jueves de 11 a 19:30, con la última admisión a las 17:30. Y los viernes, sábados y domingos de 11 a 20:30 con la última admisión a las 18:30. Cierra los días 1 de enero, 26 de abril y 25 de diciembre.

Entre las cosas que se pueden encontrar dentro está la típica fotografía graciosa en la cual nos colocamos detrás de un cartel gigante y nos hacemos la foto con el cervecero de turno que sonríe disfrazado de forma pícara.

Encontramos también la zona del marketing y la promoción que hace un repaso al diseño de Heineken tanto de las botellas, como de las etiquetas, carteles y posters publicitarios, anuncios y un largo etcétera de estrategias promocionales de marketing.

Cuando pasamos por la sala de los tanques, se nos muestra a qué temperatura se debe mantener dentro la cerveza para que fermente. Y a continuación pasamos a una barra donde podemos probar las semillas de cebada que dan sabor y aroma a la cerveza. Cuando nos ofrecen la primera cerveza, un chico holandés explica qué ingredientes contiene esa primera cerveza, que no es la que se oferta luego, y para quienes respondan bien sus preguntas ofrece una segunda cerveza como premio.

La parte más entretenida de la visita es cuando el visitante puede interactuar gracias a juegos, máquinas y pantallas, como la recreación que muestra cómo servir correctamente una cerveza, siguiendo los pasos que salen en la pantalla; aquellas otras atracciones que dan la posibilidad de sacarnos una fotografía con un background ficticio y por supuesto no falta la sala que conmemora el fútbol, ya que Heineken ha sido la imagen de numerosos equipos así como de eventos tan importantes como la UEFA.

En otra sala encontramos la opción de personalizar por el precio de 6€ nuestra propia botella de Heineken.

En la última estancia se encuentra la zona del bar, la más animada de todo el museo en la que la gente bebe cerveza sin cesar, toca a dos por persona, hay dos barras y en una el propio visitante puede servirse su propia cerveza con la ayuda de un camarero, la sala está ambiente con pantallas que van mostrando imágenes de ciudades donde Heineken tienen sede como París o Nueva York.

En mi segunda visita a Amsterdam, no quería perderme la visita a esta fábrica pense a que no soy una amante de la cerveza, no me decepcioné y el tour, que nos llevó casi dos horas, se me hizo muy corto, entretenido y me gustó bastante aprender algo más sobre la producción de la cerveza de una manera divertida.

El museo Heineken en Ámsterdam es una experiencia increíble que no puedes perderte. Situado al lado del río, en uno de los muchos canales de Ámsterdam (Stadhouderskade 78), la experiencia Heineken del museo te permite aprender mucho sobre la historia, la producción y el marketing de Heineken por todo el mundo.

Es una experiencia obligatoria porque al final del itinerario guiado, te llevan a una sala con una pantalla 3D donde puedes ver el proceso completo de producción de la cerveza como si fueses una partícula de la bebida.

¡Deberías probarlo! Finalmente, el precio es 15€ y recibirás dos pintas gratis. ¡Suena bien!