Después de barajar posibles hoteles para nuestro viaje a Amsterdam, decidimos escoger el hotel Meininger. La ciudad cuenta con dos hoteles, ambos lejos del centro. Sin embargo, pienso que la mejor opción es el Meininger Hotel Amsterdam City West, ya que tiene una parada de Flixbus justo al lado.
Cuando llegamos nos sorprendió el olor que había en la entrada, aunque no dentro del propio hotel. La recepcionista fue muy amable, hablaba perfectamente inglés y nos respondió a todas las dudas que teníamos. Eso sí, nos dijo que si queríamos fumar (no era nuestro principal objetivo) lo hiciéramos fuera del hotel.
Lo que más me llamó la atención nada más entrar fue el cuadro de Van Gogh, aunque habría más pinturas por todo el hotel.
En la planta baja, además de la recepción, tienen un bar, una sala (la cual siempre estaba llena de gente) y una cocina. La cocina es de uso común y tiene los utensilios necesarios para cocinar para las comidas y no simplemente comer algo recalentado o gastarse un dineral en un restaurante.
Al lado del hotel (a 3 minutos) hay una mini tienda llamada SPAR, donde puedes comprar productos básicos pero también souvenirs. Está muy bien para comprar la comida y hacerla en la cocina del hotel.
Como ya dije, el hotel está lejos del centro, pero hay una estación de tren justo al lado, por lo que está muy bien comunicado.
La decoración de todo el hotel era muy bonita. En los tablones de los números de habitación había frases en varios idiomas.
Pagamos cerca de 150 € por dos noches en una habitación doble para dos personas. Eso sí, la habitación tenía una cama doble, dos literas, un escritorio, un armario y baño propio. Y a pesar de que teníamos miedo de que hubiera mucho ruido porque solo habíamos visto jóvenes en el hotel, dormimos genial sin oír nada.
Sin duda alguna este es el mejor hotel en el que he estado y no me arrepiento de haberlo escogido en mi viaje a Amsterdam. Lo recomiendo sobre todo si hacéis algún viaje con amigos durante el Erasmus, ya que el ambiente es increíble.