Debo decir que me siento muy afortunada, ya que este viaje venía incluído en mi semana de bienvenida de la universidad, así que tuve la oportunidad de visitarlo bajo un costo muy pequeño y con guía incluido! Pero muchas personas lo pueden recorrer por tan sólo 25 euros comprando el tour desde Madrid en cualquiera de los centros de venta de periódicos y revistas que se encuentran por las calles de la ciudad.
Para Toledo hay que venirse bien preparado, ya que es una ciudad muy pequeña y encantadora que se puede recorrer en tan sólo unas horas, sin embargo lo único que podría detenerte es no ir bien vestido para la ocasión, es decir en tacones, o chanclas. El piso es rocoso, con calles muy empinadas, angostas o con escalones desproporcionados en altura, por lo que ese calzado es muy mala idea! Lo mejor de todo es llevarse tenis, ya que pasarás muchas horas caminando.
Toledo queda a tan sólo 70 kilómetros de Madrid, por lo que se puede ir y volver sin problema el mismo día. Para ir en bus se hace como mucho una hora, en carro deben ser unos diez minutos menos. Antes de llegar a la ciudad debes estar preparado porque hay un mirador que te permite admirar la ciudad, el río que la cubre y todo el aspecto medieval que la caracteriza. Desde este mirador es donde puedes obtener las mejores fotos!
La emoción comienza a sentirse cuando se atraviesa el río por medio del puente, si Toledo tuviera un castillo, literalmente te recordaría a las historias de cuentos de hadas, donde el castillo estaba rodeado por un río y lo único que lo cubría era el puente.
Ahora, sé que te preguntarás porqué Toledo tiene ese aspecto, es muy interesante su arquitectura porque es producto del desarrollo de la industria del hierro y la espadera, que llevó a la ciudad a acuñar moneda. Está ciudad sufrió un proceso de romanización importante, y eso todavía se puede ver, ya que en muchas tiendas de recuerdos es común encontrar espadas de todos tamaños, cuchillos, ballestas, arcos, pistolas antiguas y una inmensa variedad de joyería que se basa en acero y otro de aproximádamente 24 kilates. La ciudad sigue viviendo del turismo, y es por eso que este tipo de tiendas será una de las cosas que más te encuentres mientras paseas por la ciudad.
También fue bastante famosa por albergar tres culturas, de hecho se le suele llamar por eso La Ciudad de la Tolerancia o La Ciudad de las Tres Culturas, ya que por un tiempo en ella estuvieron conviviendo pacíficamente judíos, musulmanes y cristianos.
Uno de los primeros monumentos que te encontrarás al llegar será la famosa Puerta de la Bisagra, es una puerta monumental formada por dos muros independientes. Dentro de ella se encuentra una estatua de Carlos V y un mapa de Toledo (aunque la ciudad parece un laberinto, es muy fácil perderse, así que el mapa no te ayudaría en nada).
Algo que se tiene que hacer es empezar yendo cuesta arriba por varios minutos, si bien cansa, la vista puede ayudarte a distraer un poco, ya que mientras subas podrás ver otro panorama de la ciudad, como éste:
Si no crees aguantar, pasan varios camiones azules con ventilación y WiFi.
Otro de los monumentos más representativos de Toledo (si es que no es el principal) es el famoso Alcázar de Toledo. Ésta es una fortificación sobre rocas que se encuentra en la parte más alta de la ciudad. Conforme vayas subiendo podrás darte cuenta que desde la parte más alta de Toledo se ve todo, es por eso que muchos vieron en ella una oportunidad estratégica militar para proteger la ciudad.
Otra mayor atracción es la Catedral de Santa María de Toledo. Por fuera podrás ver la arquitectura tan detallada en las puertas y una vez que entres podrás ver la decoración dorada de la iglesia, así como la gran altura de sus muros. El día que fui se estaba celebrando una boda dentro, es por eso que parte de la iglesia se aparta para las misas y la otra se usa como museo para los turistas. La torre de la Catedral de Toledo, se puede ver realmente desde casi cualquier calle de la ciudad.
La ciudad tiene muchos monumentos que son considerados como patrimonio de la humanidad, y a decir verdad son bastantes para ser una ciudad tan pequeña. Uno de los muchos museos que hay y al que tuve oportunidad de ir fue al museo de la Casa del Greco, el cual refleja un poco su vida mediante algunos cuadros que él realizó. No es su casa como tal, es una mera reconstrucción y representación. Cuenta con un jardín, varias cavernas, y la casa, aunque podrás admirar algunos cuadros suyos (no los más representativos, esos están en el Museo del Prado) y te podrás encontrar con una tienda de recuerdos.
Si eres de emociones más fuertes, puedes visitar el museo con la exposición de los antiguos elementos de tortura, el cual abre todos los días y te muestran los elementos más famosos utilizados durante la inquisición, puede causarte piel de gallina.
Lamentablemente yo me fui de noche, pero dicen que Toledo se ve hermoso en la noche, ya que la ilumniación es preciosa. Lo que si pude hacer es comer por ahí, venden también las típicas tapas y cañas, te puedes encontrar un restaurante muy muy caro hasta un McDonalds o Burger King, realmente hay para todos los presupuestos inclusive en los recuerdos para llevar a tu familia.
Las calles están muy muy angostas, así que es muy probable que veas carros intentando pasar por lugares donde no te imaginarías que quepan, y por lo mismo no pude ver muchas banquetas. Lo bueno es que hay lugares para rellenar tu botella de agua y así no tengas que comprar una. También hay baños públicos porque en algunos restaurantes no te dejan pasar sin que demuestres un ticket de consumo, pero los públicos están muy bien cuidados y limpios y te cobran medio euro por estar abiertos quince minutos.