¡Arráncame un suspiro más Toledo!
Si vas a Toledo y no disfrutas un atardecer en la hermosísima (adjetivo por de más justo para este sitio) piedra del Rey Moro, tienes la opción o de volver o arrepentirte de tus actos, y es que la experiencia es magnífica ya sea que vayas en plan de encuentro espiritual contigo mismo, caminata por la tarde acompañado con amigos y una botella de "La Casera" en una bolsa de papel (para hidratar), en plan romance o caminata erasmus con bocadillos para el camino.
Lo primero que recomiendo es llevar calzado cómodo y una buena cámara fotográfica para intentar captar cada imágen que te robe un suspiro, que como bien digo en el título es seguro aparezcan.
Recomiendo también que realices la caminata desde Zocodover para disfrutar aún más la satisfacción de alzanzar la cima de la piedra, viendo Toledo NO desde un trenesito que se mueve arbitriariamente, sino desde todos los ángulos que ofrece el ojo humano a gusto propio.
La caminata desde Zocodover a mi paso es de aproximadamente 30 minutos, vas por un camino al lado de la carretera, que te lleva a bajar del casco Histórico de Toledo y atravesar el río Tajo ya sea por el puente de Alcántara o por la misma carretera, caminar por el angosto camino y un poco más adelante de la Ermita de la Virgen del Valle del lado izquierdo está la subida por otro camino un poco mas empinado a la piedra.
Al llegar se encuentran muchas piedras de gran tamaño, nada difíciles de escalar (y menos con la emoción de ver la ciudad desde un punto alto)... cuando llegas, lo sabes, estas ahí, al lado del misterioso príncipe musulmán convertido en piedra, observando el tiempo en esta mágica ciudad. ¡Sí! Cabe mencionar que hay una leyenda que cuenta que el príncipe enamorado de su amada, se convirtió en piedra para observar la ciudad escenario de su amor.
Listo, ahora ya sabes dónde ir esos días por la tarde a inmortalizar momentos.
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