Una ciudad histórica fascinante
España, desde su capital a la ciudad de Toledo
Mirando mis publicaciones me di cuenta de que me olvidé de escribir acerca de un país extranjero por el que he viajado hasta el día de hoy, la preciosa España.
Vuelo de Bucarest a Madrid
Hace un tiempo visité España en primavera con un grupo de amigos cercanos. Decidimos pasar unos días de descanso en el centro del país, la encantadora capital de Madrid. Cogimos un vuelo en el aeropuerto de Bucarest Otopeni y en 2 o 3 horas, con una compañía de bajo coste, estábamos aterrizando en Madrid, España.
Como habíamos comprado los billetes con mucha antelación solo pagamos 80 € por ambos vuelos sin maleta facturada, solo con mochila.
Viaje en tren de Madrid a Toledo pasando por una jungla
Durante nuestra estancia de 4 días en Madrid hemos vistiado muchos museos de arte y galerías que tenían muchas obras de arte, pero en nuestro plan también teníamos un viaje a la histórica ciudad de Toledo.
Los recuerdos que tengo de Toledo me hacen sentirme bien. Esto se debe a los lugares tan bonitos e interesantes que pudimos visitar en nuestro viaje a España, en particular esta ciudad de la que he decidido hablar.
El tercer día fuimos a la estación de trenes y compramos billetes para ir a Toledo. Tengo que decir que la estación principal (Atocha) de Madrid es una de las más increíbles de las que he estado, ya que tiene un jardín tropical.
Dentro tienen muchos tipos de plantas, pájaros y tortugas que, gracias al clima húmedo y una buena temperatura, se pueden mantener perfectamente en buenas condiciones. Recuerdo que tuve la sensación de atravesar el espacio. Estaba dentro de un edificio lleno de naturaleza como la del mundo exterior.
Cogimos el tren a Toledo y tardamos unos 30 minutos en el tren de alta velocidad Avant (que costaba 20 € ida y vuelta) en llegar a la estación de tren de la ciudad para poder empezar a explorarla. De hecho, Toledo está a 70 kilómetros al sur de la capital.
Por las ventanas del tren podíamos ver los lugares por los que íbamos pasando. No nos resultó aburrido, sino que nos sentamos a admirar las vistas que teníamos sin necesidad de caminar todo el tiempo, como habíamos tenido que hacer en la capital de España.
Un buen recibimiento en la estación de trenes de Toledo
Media hora después nos bajamos del tren y nos encontramos con el primer lugar que visitar, exactamente la estación de trenes de la ciudad.
Nos quedamos fascinados con los pequeños detalles de la madera de su construcción y todos sus adornos. El monumento arquitectónico data del s. XIX y fue diseñado con buen gusto, decorado tanto por dentro como por fuera.
El techo del interior del edificio me dejó con la boca abierta. Nunca antes había visto algo tan perfectamente elaborado en madera con temas florales.
Los colores eran muy agradables y la combinación de madera marrón con paredes blancas más las pinturas de los cristales creaban una atmósfera muy relajante. Cuando tuvimos que volver a la estación para coger el tren de vuelta a Madrid no nos importó tener que esperar allí un tiempo, ya que descubrimos incluso más cosas del lugar.
Si te llevas una primera impresión buena de la ciudad como me pasó con Toledo, te sientes bien y recuerdas cada momento del viaje con energía positiva.
Para que me entendáis, te produce una sensación de felicidad que puede motivarte a seguir con el viaje. Así hay más posibilidades de tener un buen viaje y ser más abierto, así como tener menos dudas a la hora de ir a algún lugar.
Después de echar todas las fotos de la estación de tren paseamos por las calles mirando la torre del reloj del edificio, que encabezaba la lista de torres que teníamos que ver en la ciudad. La torre nos dio una pista de lo que íbamos a ver en el centro de Toledo.
Una pequeña clase de historia de Toledo
La ciudad que íbamos a visitar ese día fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por todos sus edificios históricos bien preservados.
No teníamos hecho un plan con todos los sitios que íbamos a visitar, sino que paseamos por las calles y, cuando veíamos un monumento que parecía interesante también por dentro, pasábamos.
Había muchas pequeñas tiendas en la ciudad. No podíamos resistirnos y entrábamos. Hicimos bien, porque descubrimos que Toledo ha sido lugar tradicional de fabricación de espadas desde la antigüedad. El acero de la ciudad era famoso y deseado por las legiones romanas gracias a su aleación de calidad.
Como a todos los del grupo nos encanta la historia y estábamos interesados en espadas, cuando vimos tiendas en las que las vendían pasamos tanto tiempo mirándolas como comprando pequeños souvenirs para tener algo de Toledo y poder recordarla.
Subir la colina para visitar el museo del ejército
El casco histórico está en una colina. Teníamos que terminar de subirla, algo bastante fácil ya que la ciudad es muy visible desde lejos. La primera institución importante que vimos fue el museo histórico y arqueológico, el museo del Ejército de España.
Tuvimos la oportunidad de visitar el antiguo Alcazar y su nueva extensión. En la planta baja y subterráneas se podían ver las ruinas y las primeras bases.
Me quedé impresionada con la colección de armaduras, espadas, medallas militares, pequeñas réplicas de batallas, distintos barcos, vehículos y uniformes militares de distintos periodos, arquitectura y más, distribuido de manera cronológica para mostrar la historia de España y su ejército.
Creo que de todo lo que había expuesto, los barcos como el de la foto fueron de mis cosas favoritas. Nunca había visto algo así a gran escala. Podía ver todas las partes, detalles y como se construyó. Me quedé fascinada.
Santa Iglesia Catedral Primada de Toledo
A medida que nos acercábamos al centro de la ciudad fuimos descubriendo más elementos arquitectónicos y construcciones increíbles. De repente, un edificio apareció ante nuestros ojos. Era la Catedral Primada Santa María de Toledo, una iglesia católica romana del s. XIII, la Edad Media, que medía 120 metros. ¿Cómo no la había visto?
Lo que hace que la catedral imponga tanto es su estilo arquitectónico, gótico, probablemente uno de los estilos más increíbles.
Por desgracia, había tantos turistas esperando para conseguir una entrada para ver el interior de la catedral que decidimos no pasar, simplemente verla desde fuera. Además la entrada costaba mucho dinero para el presupuesto de un estudiante. Por ejemplo, por el tour completo había que pagar 12,5 €, y solo el museo 10 €.
Pensamos que fuera hacía muy buen tiempo y que, como los últimos días los habíamos pasado dentro de museos, nos pasaríamos el día fuera disfrutando de la primavera y paseando por las calles y lugares escondidos de la ciudad.
Dejamos la catedral atrás y empezamos a andar hacia la orilla del río Tajo y sus puentes. Hasta que llegamos allí encontramos otros lugares que nos atrajeron tanto por dentro como por fuera. Por ejemplo, puedo mencionar los siguientes:
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El barrio judío
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La Sinagoga el Tránsito (el monumento judío más importante de Toledo que data del s. XIV de estilo mudéjar)
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Casa el Greco y su museo (la casa donde el famoso pintor español El Greco vivió y donde sus visitantes pueden ver sus pinturas y esculturas)
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Santa María la Blanca, una antigua sinagoga que en el s. XV se convirtió en iglesia cristiana.
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Iglesia de Santiago del Arrabal
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Monasterio de San Juan de los Reyes
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La Muralla
Sabíamos que estábamos en el barrio judío porque había un símbolo representativo, la lámpara de siete brazos conocida como menorah, en las calles y escaleras de la zona.
Toledo, la ciudad de las tres religiones
A juzgar por la gran variedad de construcciones que pertenecen a distintos pueblos, Toledo es una ciudad multicultural en la que podemos encontrar partes islámicas, judías y cristianas. La combinación de todas ellas crea una armonía que nunca antes habíamos visto. Estábamos imrpesionados por lo bien que combinaban.
Además Toledo es una ciudad verde, algo que aprecio muchísimo. Entre las calles y edificios hay espacios verdes, las casas tienen jardines con distintas plantas que nunca antes había visto, como los cactus.
El río Tajo y sus hiptónicos alrededores
Llegamos a orillas del río Tajo. El paisaje era impresionante. Había una colina enfrente llena de zonas verdes, flores y casas tradicionales.
Cerca del puente de Alcántara, un puente morisco del s. XIII, encontramos un camino que seguimos. Parecía que nos iba a llevar a lugares interesantes con menos gente y naturales. Y así fue, no había casi gente en este camino y pudimos disfrutar del paisaje de la ciudad y la montaña y relajarnos después de pasarnos el día caminando.
Para los que quieran hacer algo divertido y que requiera coraje, nos dimos cuenta de que había en el río una tirolina que iba de una orilla del Tajo a otra. Antes de entrar al camino pasamos un rato en el rio y miramos a la gente tirarse por la tirolina.
Como era domingo había muchos turistas en la ciudad y en todos los lugares de los que he hablado en la publicación. No estoy segura de si esto es siempre así pero los futuros visitantes tienen que saberlo por si quieren visitar el interior de los edificios.
Conclusión
Creo que el viaje de un día a Toledo fue un éxito, incluso pasando el día en la calles paseando. Recomiendo a aquellos que estén pensando visitar Madrid que añadan a su lista de lugares que visitar Toledo. Os aseguro que no os arrepentiréis de haber tomado esta decisión. Toledo es una de las ciudad que más merecen la pena visitar para aquellos a los que les guste la cultura, historia y cosas antiguas, ya que aquí encontrarán cosas de ese tipo.
Galería de fotos
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- English: Fascinating historical city
- Italiano: Una città storica molto affascinante