Central Perks Toledo

Soy una entusiasta de Friends , la serie de televisión de los años 90, y cuando una amiga nos dijo que en Toledo había un Central Perks, nos fuimos ese mismo fin de semana. 

Está un poco alejado del centro, fuera del casco antiguo y un poco escondido, sin embargo, nunca está vacío.

Cuando llegamos, poco después de la hora de comer, pero todavía pronto para merendar, muchas mesas ya estaban cogidas y no se levantaron en toda la tarde. 

La cafetería tiene una terraza y el local en sí. 

En la terrazahay varias mesas redondas pequeñas y está rodeado de unas vallas con plantas artificiales que lo aíslan un poco del resto de la calle. 

El interior, aunque es más grande, está poco aprovechado.Está preparado para parecer el Central Perks, por lo que, según entras, lo primero que ves es un gran sillón naranja con una mesa baja. Es bastante parecido al original y siempre está lleno. Además, suelen estar allí haciéndose fotos, por lo que están más tiempo del habitual. 

A parte de esto hay también un par de mesas más con sillones (también muy codiciadas) y otras con sillas normales. En realidad, el aforo es muy pequeño. 

Nosotras empezamos sentadas en una de las mesas normales y según avanzó la tarde y se fue yendo la gente, conseguimos sentarnos en uno de los sillones. 

En una de las paredes tienen puesto un gran proyector con capítulos de la serie, sin sonido, pero con subtítulos y en días especiales como el día de acción de gracias solo ponen capítulos con esa temática. 

Además, por las paredes hay decoración de la serie e incluso el material (todo de ladrillo) pretende recordar al de la cafetería de la serie. 

Durante todo el tiempo que está abierto, suena en bucle (no muy alto) I'll be there for you, la cabecera de la serie. Se puede hacer un poco cansado, pero si estás hablando, no te das ni cuenta. 

En cuanto a la carta, estaba bien, amplia. Los precios son un poco altos, pagas también por el sitio en el que estás, pero lo que pedimos, nos gustó bastante. Tenían tartas, brownies, bizcochos, batidos, cafés, tés, ... 

Las tazas y vasos también parecían sacados de una película. Además, eran bastante grandes, estaban bien de cantidad. 

Yo pedí un batido de cheesecake y os prometo que estaba buenísimo. Es todo dulce, por lo que es difícil no acertar. Lo más especial de la carta que yo recuerde eran los tés y cafés. Tenían alguna combinación curiosa. 

Suele haber dos personas trabajando, pero es más que suficiente. 

Cuando terminamos y dejamos nuestro sitio, no estuvo vacío ni diez segundos. Además, al salir a la calle vimos que había cola para entrar. Por lo que yo os recomiendo que vayáis a alguna hora a la que creáis que no va a estar muy lleno o algún día entre semana.