Si has venido hasta Sídney, intenta aprovecharlo al máximo. Seguramente ya tenías la Ópera de Sídney en tu lista de deseos y corriste para hacerle una foto, pero no te limites únicamente a esto.
Ve a dar un paseo más, pasa la Ópera y ve hacia el Real Jardín Botánico. El camino es bastante largo, puedes ir en bicicleta, correr, patinar, etc. Me encantó lo dedicados que son los australianos para los deportes. Hay muchas plantas y árboles diferentes y cada uno de ellos está identificado con su nombre en latín y su descripción. Hay wifi en los jardines, por lo que puedes sentarte en uno de los muchos bancos y aumentar tu perfil de Instagram y Facebook con las muchas fotos hayas hecho de Sídney.
Si te apetece, súbete a uno de los muchos ferries en el Circular Quay y disfruta de la Ópera, del Puente de la Bahía de Sídney y de la ciudad. En un día soleado, las vistas son espectaculares. Los ferries de los domingos son los más baratos. Sugiero coger un ferry del gobierno en lugar del Capitán Cook u otros ferries. Simplemente hay que comprar una tarjeta OPAL en el supermercado y recargarla.
También, puedes hacer una excursión de un día a muchos destinos como: el zoológico de Taronga, Watsons Bay, la playa de Manly, Bondi, etc.
Sídney y sus alrededores realmente tienen mucho que ofrecer y yo os animo encarecidamente a aprovechar esta oportunidad.
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