Cómo conservar pasta, arroz y carne durante varios días

¡Hola otra vez!

Estaremos de acuerdo en que hay ocasiones en las que no tenemos tiempo ni para pensar en qué es lo que vamos a comer, y es que algunas semanas solo dejan espacio para trabajos, ensayos y exámenes. Lo último que apetece entonces es abrir el frigorífico y ver que nos tenemos que inventar la comida en ese mismo momento.

500 gramos de espaguetis

Una solución está en la pasta, el recurso más socorrido de la cocina. Si tenemos la pasta ya hervida, tendremos la comida preparada en un abrir y cerrar de ojos. Es cuestión de ser previsor y tener la pasta ya hecha; una vez puestos, nos da lo mismo hervir cien que trescientos gramos. El truco está en poner un chorro de aceite sobre la pasta, una vez escurrida, y remover bien. Quedará suelta y se mantendrá así por lo menos cuatro días, si la guardamos en el frigorífico en un envase hermético. De este modo, puede ir utilizándose cuando sea preciso y lo único que tendremos que hacer es ponerle aquello con lo que nos apetezca comerla.

Un puñado de macarrones preparados para ser hervidos

Ideas para acompañar la pasta:

• Mahonesa y atún

• Tomate, pepino, aceitunas, pavo, aceite y vinagre

• Piña, manzana, pollo y mahonesa

• Guisantes enlatados, zumo de limón y ajo salteado

• Queso, huevo cocido, tomate frito y orégano

• Anchoas y tomate frito

• Ajo y guindilla salteados en aceite

• Brócoli y tomate troceados y pasados por el micro con un chorro de aceite

Ya sabéis que las posibilidades son infinitas: hay muy pocos alimentos que no combinen bien con la pasta; en realidad, no conozco ninguno que no vaya bien.

El arroz también es una gran alternativa para esos días en los que el tiempo parece pasar más deprisa y no nos da tregua ni para cerrar los ojos diez minutos. Como en el caso de la pasta, se puede hervir más cantidad de la habitual y solo tendremos que preocuparnos del acompañamiento.

Para conservar bien el arroz se debe lavar bien bajo el grifo, una vez hervido, y luego escurrirlo. En un tupper se conservará durante varios días en buenas condiciones y podemos después mezclarlo con lo que tengamos por casa: en ensalada, con verduras rehogadas en el micro; con manzana y cebolla salteadas con un chorro de aceite; con salchichas y tomate, etc.

Por último, me gustaría compartir con vosotros una sugerencia sobre cómo conseguir que la carne cruda aguante más tiempo en el frigorífico y no acabemos tirándola. El truco es bastante simple: embadurnarla con ajo picado (algo que tenemos que hacer con las manos) o sumergirla en una mezcla de hierbas aromáticas, vino blanco (¡de tetra brik, por supuesto! ) y bastante ajo machacado. Si hacemos esto cuando lleguemos a casa con la compra, estaremos seguros de que la carne se mantendrá en perfecto estado y durará mucho más tiempo. Así, si teníamos pensado cocinar carne y nos surge una cena fuera o no comemos en casa en un par de días, estaremos seguros de que nuestra compra no se echa a perder. La mejor conservación se debe a las propiedades antimicrobianas y antioxidantes del ajo. Además, de esta forma, si hacemos pechuga de pollo, por ejemplo, que normalmente resulta bastante insípida a la plancha, esta tendrá un sabor más intenso y un aroma delicioso.

Triturador de ajos

Filetes de pollo a punto de ser impregnados con ajo picado

A pesar de la malísima calidad de las fotos, por lo cual os pido disculpas, espero que estos consejos os resulten de utilidad y, si surge, los pongáis en práctica. Yo estoy segura de que funcionan porque los he probado decenas de veces.

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