Brownies, la receta definitiva

Hoy os traigo la receta para hacer los mejores y crujientes, sabrosos y deliciosos brownies casero jamás hecho.

Tras muchos intentos con diferentes recetas por fin he dado con la definitiva. Con esta receta jamás volveréis a hacer brownies de caja o comer brownies industriales, porque esta receta es deverdad muy sencilla, sin mezclas e ingredientes extraños, solamente brownies en estado puro.

¿Hay algo mejor en la vida que unos brownies bien hechos? Quizás brownies servidos con una bola de helado de menta y chocolate, pero aparte de eso no hay nada mejor que unos crujientes, sabroso y deliciosos brownies caseros.

Esta receta me la dio una amiga tras varios intentos fallidos con otras recetas. He de admitir que con alguna que otra receta he conseguido hacer brownies bastante buenos, pero nada comparado con estos.

Son super crujientes por fuera y muy suaves y empalagoso por dentro. Dulces pero no demasiado, y jugositos como ninguno.

Un buen brownie debe ser crujiente y pasteloso al mismo tiempo, sino no son brownies, sería en todo caso un bizcocho.

Los bizcochos normalmente suelen ser esponjosos y suaves, y muy voluminosos, pero los brownies deben de tener una textura un tanto crujiente por fuera pero por dentro la textura ha de ser como de plastilina, y luego pequeños crujientitos gracias a los chips de chocolate y/o trozos de nueces.

He de avisaros primero que esta receta está repleta de calorías ya que uso todos los chocolates y azúcares posibles, así que si lo que buscáis es algo sano esta no es vuestra receta (sorry not sorry).

No sé cuántos sabréis cuáles son realmente los ingredientes básicos para hacer brownies, pero en total son cuatro: chocolate, huevos, harina y azúcar (como veréis no se usa leche). Dependiendo de las cantidades que pongáis de cada ingrediente, la consistencia y el sabor de los brownies cambiarán.

En mi opinión, creo que lo más importante de la receta es el chocolate, es por eso que recomiendo que elijáis una buena marca de chocolate especial para fundir para postres (normalmente Nestlé es de las mejores); y el chocolate debe de ser únicamente chocolate, no chocolate con leche, eso estropeará la textura y sobre todo el sabor.

Fuente

No olvidéis nunca que las recetas están para seguirlas al dedillo, a raja tabla, sino no existirían, salvo que seas un super chef y sepas improvisar. Aunque sí que he de admitir que cuando tienes práctica cocinando un mismo postre varias veces, al final sabes dónde está el puntito para hacerlo más delicioso; y para llegar a ese punto, hay que probar añadiendo un poco más de esto y la próxima vez más de lo aquello y menos de esto.

Pero en fin, en este caso, esta receta de crujientes, sabrosos y deliciosos brownies es la perfecta.

¡Allá vamos!

Ingredientes:

• 115 gramos de mantequilla salada.
• 228 gramos de chocolate para derretir.
• 150 gramos de azúcar blanco.
• 50 gramos de azúcar moreno.
• 3 huevos grandes.
• 1 cucharilla de extracto de vainilla.
• 80 gramos de harina.
• 11 gramos de polvo de cacao.
• Una pizca de sal.
• Opcional aunque muy recomendable: 100 gramos de chips de chocolate y nueces.

Pasos a seguir:

Para empezar derretimos la mantequilla salada y el chocolate para postre para fundir al baño maría. Como os expliqué en una de mis recetas, Pastel de queso japonés, para derretir algo al baño maría tendréis que usar dos cacerolas, una más grande que la otra. En la pequeña ponéis la mantequilla y el chocolate para fundir, y en la otra la llenáis menos de la mitad de agua y metéis dentro la cacerola pequeña con la mantequilla y el chocolate.

Lo ponéis a fuego medio/alto y removéis constantemente durante 5 minutos hasta que veáis que se haya derretido todo.

Si no queréis hacerlo al baño maría también podéis derretir los ingredientes en el microondas. Para ello tendréis que poner la mantequilla y el chocolate en un recipiente que sea resistente al calor y lo metéis al microondas durante 20 segundos. Después lo sacáis y removéis, y de vuelta al microondas durante otros 20 segundos. Y así, sucesivamente, hasta que veáis que está bien derretido.

Da igual qué procedimiento uséis para derretirlo, pero una vez que esté derretido, dejad enfriar la mezcla durante al menos 10 minutos. No hace falta que lo metáis en la nevera, o si no se os pondrá duro y no servirá. Simplemente dejadlo apartado hasta que pasen los 10 minutos.

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Mientras tanto, encended el horno y poned la bandeja en el nivel más bajo y la temperatura a 170º grados.

A continuación, coged el recipiente o molde en el que vayáis a cocinar los brownies y cubridlo con papel de aluminio para que no se os pegue. Si no queréis usar papel de aluminio podéis usar papel de horno, pero para los que no tengáis que sepáis que no pasará nada si usáis papel de aluminio, es mejor que usar la mantequilla. Además, así luego no tendréis que limpiar el molde.

Dejad un poco de papel aluminio sobrante por los bordes para poder sacarlo mejor del molde después.

Ahora a continuación lo que haremos es mezclar el azúcar blanco con el azúcar moreno en un bol aparte.

Una cosa importante respecto al azúcar es que el azúcar blanco será el que agregue el sabor dulce a los brownies, mientras que el azúcar moreno es el que dará la textura de plastilina a los brownies.

Es muy importante que no uséis ningún tipo de sustitutivo de azúcar como edulcorante o algo parecido, porque acabará siendo un desastre y puede que la textura sea muy dura o muy blando cuando vayáis a cocinar la mezcla en el fuego.

Si no tenéis azúcar moreno no pasa nada, podéis sustituirlo por más azúcar blanco pero sin pasar las cantidades.

En fin, continuemos con la receta. Cuando veáis que ambos azúcares están bien mezclados (basta con que remováis un poco), añadidlo a la mezcla fría de mantequilla y chocolate que habéis derretido antes y removed con movimientos suaves pero constantes hasta que sea una mezcla uniforme.

La mezcla veréos que será un poco pegajosa y granosa, pero no os preocupéis, tiene que ser así.

A continuación hay que añadir los huevos pero de uno en uno. Primero romped un huevo y removéis nuevamente con movimientos suaves pero constantes hasta que se haya mezclado bien, y después echáis el segundo huevo siguiendo los mismos pasos que con el primero, y luego echáis el tercero y más de lo mismo. Por favor, no echéis todos de golpe porque luego la el resultado final de los brownies no será el mismo.

Lo que hace los huevos al echarlos de esta forma es crear esa textura de plastilina tan característica de los brownies. Así que hay que echar exactamente 3, ni uno más ni uno menos.

Intentad que sean de tamaño medio porque si son de tamaño grande o de tamaño pequeño entonces habrá que reajustar el resto de ingredientes.

Os lo digo más que nada por experiencia, porque una vez compré unos huevos de tamaño pequeño y como en la receta ponía 3 huevos de tamaño mediano pensé en echarle 4 de los pequeños para compensar la diferencia de tamaño, pero me salieron demasiado blandos, como si fuera chicle. Cuando lo vi así decidí dejarlo más tiempo en el horno para que el huevo se cociera mejor, pero eso lo empeoró y luego acabó siendo como una roca.

Después de añadir los huevos, procedemos a añadir la cucharadita de extracto de vainilla. Si no tenéis extracto de vainilla no es un gran problema pero sí que hará que el sabor pierda potencia.

Otras veces en vez de usar extracto de vainilla líquida he usado azúcar vanillado pero no era lo mismo aunque sí que se acercaba bastante.

De todas formas una botellita de extracto de vainilla de unos 200 mililitros cuesta menos de 2 euros en el supermercado y os durará mucho, por lo tanto, renta bastante comprar una de esas botellitas si sois aficionados a hacer postres.

Una vez añadido el extracto de vainilla, mezclamos en un bol aparte la harina con los polvos de cacao y la pizquita de sal.

A ser posible, que los polvos de cacao no sean Colacao o Nesquik, sino cacao puro en polvo; eso hará que el sabor de los brownies sea mejor. Cuando ya esté bien mezclado ambos ingredientes, procedemos a añadirlo a la mezcla principal y removemos bien hasta que todo quede muy bien mezclado.

Una vez que todos los ingredientes estén bien combinados, veréis que la mezcla es un tanto pastosa e incluso un poco dura al remover, pero no os preocupéis, eso significa que lo estáis haciendo bien.

A continuación, añadimos las pepitas o chips de chocolate y movemos para que se distribuyan por toda la mezcla, y después añadimos los trozos de nueces y lo mismo, removemos para que se distribuyan bien.

Como dije a la hora de enumerar los ingredientes al principio, tanto las pepitas de chocolate como las nueces son opcionales. De todas formas, os lo recomiendo fervientemente porque la sensación que da de crujiente en contraste del relleno tierno y empalagoso del brownie es fantástica y adictiva.

He probado a hacer esta receta sin pepitas de chocolate y sin nueces y creedme que no es lo mismo. También lo he probado añadiendo sólo las pepitas y otra vez lo hice añadiendo solamente las nueces, y mi veredicto final es que hay que añadir ambas cosas, y quizás más de las pepitas que de las nueces.

Aun así, por muy bueno que quede, aquellos que sean alérgicos a los frutos secos con tal de añadir muchas pepitas es suficiente.

Entonces, tras mezclar bien todos los ingredientes procedemos a echar la mezcla al molde empapelado con el papel aluminio.

Si no queréis ponerle papel aluminio y no tenéis papel para hornear no pasa nada. Como he dicho antes, siempre tenéis la opción de untar el molde con mantequilla, pero a mi no me gusta esta opción porque por mucha mantequilla que le ponga siempre se me acaba pegando algo.

Ayer lo hice con papel aluminio y me quedó genial.

El horno debe estar precalentado a una temperatura de unos 170º grados con la bandeja en la posición más baja. Metemos el molde con la mezcla en el horno y lo dejamos unos 35 minutos.

Como cada horno es un mundo diferente, os aconsejo echarle un ojo a los brownies a partir de los 30 minutos por si acaso el horno que tenéis es más fuerte aunque hayáis puesto 170º grados.

Para ver si está hecho o no, basta con que pinchéis la mezcla con un palillo justo en el centro y cuando lo saquéis veréis que solamente una puntita ha quedado un poco mojada con el chocolate.

Digamos que metéis el palillo hasta la mitad, pues una cuarta parte de la mitad del palillo debería salir manchado de chocolate. Eso significa que cuando dejéis enfriar los brownies quedará con esa textura tan maravillosa que os digo.

Yo por ejemplo tuve que sacar los brownies exactamente 30 minutos después de haberlos metidos, y menos mal que lo hice porque si no se habrían hecho demasiado y habrían quedado secos.

Así que eso, cuando comprobéis que están hechos, sacadlo del horno y dejadlo enfriar solo encima de la mesa o de la encimera, pero no lo metáis en la nevera porque rompéis la cocción.

Un dato curioso en caso de que no lo sepáis, aunque hayáis sacado el molde del horno, los brownies se siguen haciendo hasta que se enfríe tanto el molde como el interior, por eso es muy importante que lo saquéis cuando el palillo sólo esté manchado por la punta y que no lo metáis en la nevera.

Una vez que el molde se haya enfriado bien, digamos pasados unos 20 o 30 minutos desde que lo metistéis en la nevera, bastará con que tiréis del papel aluminio para sacar los brownies del molde y luego cortáis los trozos.

Después de haber cortado bien los trozo, veréis como el papel aluminio se separa muy fácilmente, sin apenas esfuerzo, de los brownies, sin quedarse nada pegado, que después de todo es el resultado que buscamos.

Y voilà! A comer los crujientes, sabrosos y deliciosos brownies jamás hechos

Espero que os haya salido tan bien como a mi (porque me quedaron estupéndos), y en el caso de no ser así, no os desaniméis ni desilusiones, que os aseguro que al final le cogeréis el tranquillo si seguís practicando, porque os aseguro que tarde o temprano os acabará saliendo de super bueno, ya veréis.

P. S: ayer aproveché que estaba usando el horno para hacer brownies e hice el Pastel de queso japonés, mirad que buena pinta!

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