Cuando llega el invierno, cerca de Salamanca tenemos una estación de esquí que es la estación de esquí de la Covatilla. Pero si, como yo, no sabéis esquiar y creeis que no os merece la pena pagar el forfait y todo el rollo para ir a la nieve, esta excursión a Candelario es una muy buena idea.
Os cuento la excursión que yo la hice en febrero, pleno invierto y había mucha nieve. Pero la podeis hacer en otra época del año porque Candelario es un pueblo precioso y está incluído en la lista de los pueblos más bonitos de España.
Lo primero que es preguntaréis es, ¿Cómo llegar hasta Candelario? Pues bien, desde Salamanca nosotras fuimos en coche que no se tarda nada. Porque es la autovía A-66 en dirección Sevilla hasta Béjar, y de Bejar subir a Candelario son 5 minutos. Si no tenéis coche y buscáis otro transporte alternativo siempre es BlaBlaCar que es muy barato, si tenéis suerte podéis encontrar a alguno que vaya hasta Candelario y si no tenéis tanta suerte pues uno que vaya hasta Béjar y a Candelario podéis subir en taxi que creo que son 10 o 15€, no sé si hay autobús que suba a Candelario.
Otra forma de ir desde Salamanca hasta Bejar es en autobús, que como os he dicho no sé si habrá otro que suba hasta Candelario.
Ah! Otra cosa, en Candelario hay muchísimas casas rurales, me llamó mucho la atención. Así que si os apetece podéis quedaros allí a pasar la noche o el fin de semana.
Y ahora bien, ¿qué hacer en Candelario?
Candelario aunque es un pueblo con una población de unos 1.000 habitantes es muy chulo y con mucho encanto. Por eso la mejor forma de conocerlo es recorriendo sus calles caminando. Si vais en coche podéis dejar aparcado el coche en muchos aparcamientos gratuitos que hay y comenzar a caminar por sus empedregadas calles.
Seguramente desemboquéis en la plaza del pueblo donde está la Ermita, y desde ahí ya podéis coger sus calle más empinadas en las que seguro os llamará la atención la peculiar forma que tienen las puertas de las casas. Son las llamas 'batipuertas' que su función era doble. Por una parte con estas batiuertas se evitaba que los animales de la sierra cercana entraran dentro de las casas, y por otra parte, cuando se hacían antiguamente las matanzas en las casas se sacaba por ahí la cabeza del cerdo para que sangrase y no manchar la casa, sino que se tiraba toda la sangre a la calle que si os fijáis a los lados tiene como canales pequeños y cada cierto tiempo hay unas fuentes llamadas regaderas que su función era limpiar la sangre de las matanzas.
Esto nos hace pensar que Candelario es un pueblo matancero donde se crían y se consume mucho cerdo, por lo que seguro que en sus bares podéis degustar buenos emputidos. En efecto, es un lugar ideal para que vayáis a tomar unos buenos embutidos y unas buenas carnes. En la plaza del pueblo donde está la Ermita hay un par de sitios muy buenos para hacer esa paradita.
Si seguimos subiendo por las calles del pueblo, a la vista está el mayor encanto que tiene que son sus casas todas con una fachada similiar y es lo que le da el toque a la villa. Es precioso el pueblo. Llegados hasta uno de los puntos más altos encontramos el edificio que corona al pueblo que es la Iglesia principal, de estilo barroco también muy bonita.
Y para conocer el pueblo sólo tienes que callejear y perderte, y seguir callejeando. Sólo así encontrarás los rincones más bonitos de Candelario.
Nosotros nos quedamos a pasar la noche en una de las muchas casas rurales que hay en el pueblo, que la verdad que era preciosa.
Y a la mañana siguiente nos subimos hasta lo que se conoce como 'La Plataforma' que se sube por una carretera preciosa subiendo la montaña y ya conforme vas subiendo vas viendo la nieve por los laterales de la carretera. El paisaje es una maravilla.
En la plataforma hay un refugio-hotel y un restaurante, pero nosotras solo fuimos a tirarnos por allí en trineo, pasar el rato y tontear con la nieve. Eso sí, abrigaros porque hace muchísimo viento y mucho frio. Pero merece la pena subir.
Otra de las actividades que hicimos durante nuestra excursión a Candelario fue una ruta en Quad. La ruta la hicimos en un pueblo cercano que se llama Vallejera de riofrío. Y fue una ruta muy chula porque como había llovido, había charcos y barro y con los quads fue muy muy divertido. Os lo recomiendo también. No sé si habrá más empresas por la zona que se dediquen a este tipo de actividades pero sino podéis buscar esta por internet y contactar con el señor que es muy amable.
¡Espero que os guste Candelario!
