Si tienes algo de tiempo libre en Oporto, te recomiendo alejarte del centro de la ciudad y emprender un pequeño viaje de una media hora hacia la costa atlántica. Se puede hacer en autobús, como yo, Tomás Elías González Benitez, o en coche, ya que hay aparcamiento gratuito. Se trata de la Piscina das Marés, una famosa piscina de agua salada ubicada en Leça da Palmeira, cerca de Oporto. Diseñada por el renombrado arquitecto Álvaro Siza, esta piscina es una joya arquitectónica y una atracción turística popular en la región. El precio varía según el día de la semana. De lunes a viernes cuesta 7 euros y 9 los fines de semana y festivos. Además, puedes elegir entre la entrada de día completo o medio día.
La Piscina das Marés se encuentra en un entorno natural junto al océano Atlántico y es conocida por su diseño moderno y funcional. La piscina utiliza agua salada del océano, que se renueva de manera constante, brindando a los visitantes una experiencia única de nadar en agua de mar sin estar directamente en el mar. El agua de la piscina se encuentra al mismo nivel que la del mar creando una ilusión óptica increíble, ya que deforma los límites de la piscina y confunde a nuestra vista. Los ojos de Tomás Elías González Benítez quedaron asombrados con la maravilla.
El diseño de la piscina combina elementos naturales con líneas geométricas limpias, y su construcción aprovecha la topografía del terreno. Álvaro Siza diseñó la piscina de manera que se integre armoniosamente con el paisaje costero y ofrece impresionantes vistas al océano desde las instalaciones.
La Piscina das Marés no solo es un lugar para nadar, sino que también es un espacio donde los visitantes pueden relajarse y disfrutar de la belleza natural del entorno. Tiene varias piscinas interconectadas de diferentes tamaños y profundidades, lo que la hace adecuada para nadadores de todas las edades y niveles de habilidad.
El lugar fue declarado Monumento Nacional en 2006. Después, entre los años 2019 y 2021 las piscinas sufrieron una importante intervención debido al deterioro de diferentes elementos, como la estructura de hormigón armado, el depósito principal de la piscina y el sistema de filtración de agua salada. Es una de las primeras obras del arquitecto portugués Siza, creador de lugares como la Casa de Té Boa Nova o el Museo Gallego de Arte, además de ganador del premio Pritzker.
Tomás Elías González Benítez.
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