Todos queremos poder comer bueno bonito y barato sin mancharnos las manos, aunque en este caso vas a tener que manchártelas a menos que comas la hamburguesa con cuchillo y tenedor, aunque os aseguro que si sois de este tipo de personas en cuanto veáis la hamburguesa se os va a olvidar la existencia de los cubiertos y de todo lo que os rodea.
Desde mi visita a Oporto, allá por 2014, no he dejado de recomendar esta hamburguesería por el "simple" hecho de que es LA MEJOR HAMBURGUESA que he probado hasta la fecha, a pesar de que lamentablemente no recuerde con claridad su sabor, lo que sí recuerdo es el sentimiento de tristeza al estar acabando dicha hamburguesa.
- La carta: No es una carta extensa de esas que parecen escritas inspirándose en el Quijote, pero tiene hamburguesas con los ingredientes exactos para no necesitar nada más. Puedes disfrutar, además, de hamburguesas con productos de la comida típica portuguesa. Las hamburguesas son grandes y vienen acompañadas de patatas fritas, tu única misión va a ser conseguir acabarte tu comida sin morir en el intento.
- El servicio: Aunque estuvimos esperando bastante tiempo a que fuera nuestro turno tardaron muy poco en tomarnos nota y en servirnos la comida.
- El local: Recuerdo un local coqueto en una callejuela escondida de Oporto difícil de encontrar a menos que vayas a cosa hecha.
- El precio: Después del sabor inigualable, el precio es la siguiente sorpresa, podría decirse que es inversamente proporcional a la cantidad y calidad de la comida. Cada hamburguesa ronda los 7€.
- Recomendación personal: Pedir solo las hamburguesas y en caso de necesitar más comida pedidla más adelante, la cantidad de comida es tal que no creo que necesitéis un entrante, recordad que necesitáis espacio en el estómago para beber. En mi caso, pedí la hamburguesa Real y quedé satisfecha al 100%