Una receta rumana muy fácil: salata boeuf
Hay muchos platos rumanos que están muy ricos y son bastante fáciles de hacer, pero se consideran platos para "ocasiones especiales": la "salata boeuf" es uno de ellos y me alegro de comerla al menos una vez al año para poder saborearla bien. En mi familia, la solemos tomar en Nochevieja, pero sé que se prepara en (casi) cualquier festividad.
Según Wikipedia, este plato encuentra sus orígenes en Rusia: de hecho, en Italia hay una variante que allí llaman "inssalata russa" (ensalada rusa), mientras que el nombre en rumano podría indicar alguna influencia francesa en la receta ("boeuf" significa "ternera").
Decidí explicar cómo preparar este plato porque es el único de entre todos los platos rumanos tradicionales más importantes que sé hacer sin ayuda de mis padres y que además disfruto mucho preparando. Y aunque nosotros lo comamos solo en ocasiones especiales, puedes hacerlo cuando quieras porque tampoco es demasiado difícil ni es un plato muy pesado ya que lleva muchas verduras. Puedes prepararlo y guardarlo en la nevera varios días: además está mejor frío, por lo que no necesitas calentarlo. Cuando vivía en Dinamarca, descubrí que allí lo llamaban "ensalada italiana, pero era algo diferente: solo llevaba verduras y mayonesa y lo solían poner en sándwiches. Por lo que respecta a esta versión de aquí, ¡puedes comerla con un poco de pan!
Lo único que necesitas es: patatas, carne de ternera y de pollo (pechuga), pepinillos, zanahorias, guisantes y mayonesa. Otra cosa importante es aprender a crear cierto equilibrio entre los ingredientes: creo que depende de tus gustos, pero en general, evita poner demasiada patata o la ensalada acabará siendo un poco pegajosa. Además, las zanahorias, guisantes y la carne se deberían equilibrar con más pepinillos, (si quieres, puedes añadir pimientos en escabeche para potenciar el sabor y el color). También creo que es mejor poner más carne de pollo que de ternera.
1. En primer lugar, tienes que pelar las patatas y las zanahorias: nosotros preferimos pelarlas luego, cuando ya están frías, pero la verdad es que da igual.
2. Ahora tienes que poner a hervir las patatas y las zanahorias sin cortarlas: de este modo, tendrás patatas bien cocidas pero no tan frágiles que se rompan cuando las mezcles con otros ingredientes. Te tienes que asegurar de que las patatas están bien hechas por dentro: lo sabrás cortando una por la mitad.
3. En otro cazo, tienes que hervir la carne de pollo y de ternera hasta que te parezca que estén hechas: el pollo tiene que quedar bien hecho.
4. Por último, hierve los guisantes: tardan unos 15 minutos en hacerse, así que puedes ponerlos unos 20 minutos después de todos los ingredientes; mientras se hacen, corta los pepinillos.
5. Una vez hayas hervido la carne y las verduras, puedes sacar las patatas y las zanahorias del agua y dejar que se enfríen: si las cortas cuando todavía están calientes, no te quedarán dados perfectos y crearán una pasta pegajosa al mezclarse con la mayonesa. Lo mismo pasa con la carne: es mejor cortarla cuando está fría para obtener trozos más uniformes.
6. Ahora que ya tienes todos los ingredientes, puedes cortarlos: las patatas en dados pequeños y la carne en dados más grandes, para poder apreciar más su sabor.
7. Cuando hayas cortado todos los ingredientes, mézclalos con los guisantes: a esta mezcla, añade la mayonesa (un tarro mediano debería bastar) y mézclalo todo bien.
En Rumanía la decoramos con varios ingredientes.
¡Mucha suerte!
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