Lomo de cerdo asado; cinco minutos de preparación

La receta de hoy es fantástica porque no solo no tenemos que hacer mucho en la cocina sino que el resultado es sorprendente. Además de lo buenísimo que está, también podemos usar el lomo para congelarlo e ir utilizándolo según precisemos: es genial tanto para una comida con invitados como a modo de fiambre para hacer deliciosos sándwiches.

Lo mejor de esta receta es que podemos aprovechar y hacer cualquier cosa que tengamos pendiente mientras la carne se hace en el horno … ¡y ni siquiera tendremos que estar al tanto de lo que ocurre en el horno!

Coste de la receta e ingredientes:

Yo compré la semana pasada un trozo grande de lomo, de 1 kg aproximadamente, por poco más de cinco euros; el lomo tiene que ser del que es blanco, no adobado. Además, hay que comprarlo entero, no en filetes.

El resto de ingredientes son básicos: ajo (3 o 4 dientes), aceite (un par de cucharadas), sal y pimienta (al gusto) y hierbas aromáticas (bastante orégano y perejil, por ejemplo).

Elaboración:

Se cortan los dientes de ajo en trozos pequeñitos y se mezclan con el resto de ingredientes removiendo muy bien. Se unta con la mezcla la pieza entera de carne (es recomendable hacerlo con las manos para impregnar bien el lomo) y guardamos en el frigorífico durante unas horas a ser posible.

Trozo de lomo untado con aceite, ajo y especias

Si no podemos esperar, encendemos el horno ya; es muy importante que el horno esté encendido a máxima temperatura unos siete minutos antes de meter el lomo. Pasado ese tiempo, introducimos la pieza de carne, bajamos la temperatura a 225º (calor arriba y abajo en el horno) y horneamos durante 13 minutos. No se le añade ningún líquido, i agua, ni vino, ni nada.

Una vez que apaguemos el horno, dejamos la pieza dentro durante una hora y media. Es el momento de relajarnos porque la carne terminará de hacerse con el calor del horno; es muy importante no abrir la puerta del horno en ningún momento, tan solo cuando introduzcamos la pieza para que se dore por fuera a 225º.

Quizás penséis que va a quedar seco pero no es así, queda muy rico. Una vez que saquéis el lomo del horno, lo loncheamos y podemos tomarlo como más nos apetezca, con alguna salsa ya preparada (barbacoa, kétchup o la que prefiráis) u otra cualquiera que cocinemos, con coñac por ejemplo, que nos salga bien (además, el lomo soltará algo de jugo en la bandeja del horno que nos servirá para hacer la salsa añadiéndole otros ingredientes).

Yo he preparado una salsa sofriendo cebolla, pimieto y tomate natural; después he añadido vino tinto y agua, he dejado cocer unos minutos y he triturado todo con la batidora.

Lomo ya loncheado tras sacar del horno

Preparando salsa con cebolla, pimiento, tomate y vino tinto

A mí, a veces, me gusta guardar algunas lonchas en un tupper en el frigorífico para tomar en bocata; en ese caso, corto el lomo muy finito. Se puede acompañar con mahonesa y también está delicioso.

Aspecto de las lonchas de lomo de cerca

Si os gusta mucho el lomo en bocadillo y queréis probar a hacerlo embuchado, en vez de asado, quizás os interese leer esta receta.

---

Galería de fotos