Experimento con rebozados

En la búsqueda del rebozado más rico y alternativo al tradicional pan rallado he estado haciendo pruebas con distintos ingredientes, para llevar después lo que vayamos a cocinar al horno, y así no dejar la cocina como si hubiera pasado un huracán. Para mí, freír, es lo peor.

Comparto con vosotros mi experienca, sobre todo, para que no cometáis los mismos errores que yo y se pueda mejorar el resultado la próxima vez. Allá vamos.

Ingredientes usados

He empleado tres tipos distintos de rebozado: una mezcla de queso rallado y galletitas saladas, un cocktel de aperitivos con sabor a chilli (kikos, panchitos, pipas de girasol y calabaza, etc.) y, por último, galletas tostadas dulces. 

Ingredientes para los rebozados, ya molidos

La carne la tenía en un envase hermético con: ajo, leche, sal y huevo batido, así que solo he tenido que pasar los filetes de pechuga de pollo por cada uno de los preparados para el rebozado, ya triturados. He puesto un chorrito de aceite sobre cada una de las piezas de carne y he metido la bandeja al horno, previamente calentado a 180º, con calor arriba y abajo.

Filetes preparados para llevar al horno

Tras quince minutos en el horno, los filetes ya estaban hechos

Carne recién salida del horno

Si tengo que elegir, el rebozado que más me ha sorprendido es el de galletas tostadas, aportan un toque algo dulce, aunque no demasiado apreciable, que resulta bastante bueno. El rebozado, al ser fino, se ha adherido muy bien a la carne aunque yo creo que habría quedado infinitamente mejor si hubiera puesto un poco de mantequilla en vez de aceite.

En cuanto a los otros dos rebozados, habría sido necesario triturarlos más; la adherencia habría sido mejor y, sobre todo en el caso del rebozado con el cocktail, no habría quedado duro a la hora de comer sino crujiente (los kikos no se han molido bien y se notaban demasiado los trozos). De sabor, entre los dos, me quedo con el rebozado de la mezcla de las galletitas saladas y el queso rallado.

La verdad es que me ha decepcionado un poco el resultado con estas variantes para rebozar. No sé si es que esperaba más pero, de momento, me sigo quedando con el panko o los nachos y, en caso de no tener, mejor la carne a la plancha o al horno sin rebozar (¡pero con un montón de queso fundido por encima!).

No obstante creo que si los ingredientes usados se pulverizan bien y se utiliza aceite para freír al fuego en vez de usar horno, el resultado puede ser sorprendente. Todo es probar.

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