El real Alcázar de Sevilla
¡Hola a todas y todos! Durante mi redacción de mis aventuras en mi vuelta alrededor del mundo me di cuenta de que no podía dedicarle tantas entradas a Sevilla, por más que quisiera y por más enamorada que estuviera de este lugar, así que decidí dedicarle una entrada aparte a este lugar sevillano que me fascinó de principio a fin. Pues bien, ¿recuerdan que les dije que hoy les hablaría de un palacio magnífico? Es precisamente de esto de lo que les hablaré en esta entrada independiente.
Sigan leyendo, que comienzo.
Cómo llegar
Este lugar indescriptiblemente hermoso se encuentra ubicado justo en frente de la Catedral de Sevilla (la Giralda), y suele tener largas filas todos los días que abarcan toda esta zona de la plaza que rodea a la catedral. Lo que yo hice, mi segundo día en Sevilla, fue intentar llegar lo más temprano posible (no logré mi objetivo de llegar antes de que abrieran, pero llegué unos veinte minutos después de la hora de apertura), y me tocó esperar en la fila poco menos de media hora. Para quienes tienen más presupuesto y ganas de saltarse filas, pueden comprar los boletos por internet y pasarán mucho más rápido.
Mi visita al Real Alcázar de Sevilla
En fin, una vez que compré mi boleto de entrada, pude pasar a conocer uno de los lugares más impresionantes que he visto en mi vida. Lo que me encantó de Sevilla es que conserva muchísimo de la cultura árabe que vivió en esta zona antes de que los “cristianos” la expulsaran. Y la obra maestra de este estilo árabe es definitivamente el Real Alcázar.
Yo pasé aproximadamente cinco horas en ese lugar porque no quería salir de ahí. Cada lugar al que mirara era precioso y simplemente nunca era suficiente de tanta belleza, quería ver y volver a ver cada rincón maravilloso de este lugar. Pero, para quienes no son tan intensos o intensas como yo, yo creo que podrían recorrer el lugar en unas dos horas.
Hay detalles en todos lados. ¡Véanlos!
Les recomiendo que visiten todo. Cada sala que encuentren, cada pasillo que vean, cada patio que aparezca en su camino. Recorran todo el Real Alcázar y maravíllense con sus detalles impresionantes. Admiren los detalles que hay en cada techo y cada pared, miren con atención todos los patios y jardines, sorpréndanse con todas las estancias a las que entren. Les aseguro que es un lugar único y con una belleza tan peculiar que es difícil encontrar en otros lugares del mundo occidental. Miren, por ejemplo, los detalles que hay en este techo de una de las habitaciones. ¿Habían visto algo parecido en otros lados?:
Si les digo que hay detalles increíbles por doquier en el Real Alcázar, lo digo en serio. Y una muestra de ello es que hasta las puertas son una obra de arte, como esta a la que le tomé foto:
Cada patio, cada columna, cada arco es una maravilla:
El Real Alcázar en la Televisión
¿Alguna vez vieron la famosa serie de Game of Thrones (Juego de Tronos)? Si sí, les resultará familiar el nombre de Dorne; si no, simplemente ignoren esta sección. Pues bien, para quienes tengan presente esta serie, les tengo una noticia: la locación donde grabaron todas las escenas de Dorne es este Real Alcázar. ¿Recuerdan el lugar donde el Príncipe de Dorne y su sirviente están cuando les llegan las noticias sobre la llegada de Jaime Lannister?
¿O los “Jardines de agua” donde Myrcella y su prometido pasean antes de que los ataquen?
Pues bien, todos esos lugares bellísimos que aparecen en la serie, los pueden ver en persona si visitan el Real Alcázar.
Recomendaciones para su visita.
Mis recomendaciones para cuando visiten el Real Alcázar son las siguientes:
1.- Si no quieren comprar la entrada para saltarse la fila, lleguen o muy temprano (cuando acaban de abrir) o a la hora de la comida (alrededor de las dos o tres de la tarde).
2.- Lleven sus celulares o cámaras con toda la batería y toda la memoria disponible, pues cada rincón de este palacio ofrece una toma espectacular tanto para quienes son expertos o expertas en la fotografía como para quienes no. Yo, que soy una amateur en esto de tomar fotos, tomé durante mi visita un aproximado de... ¡ochocientas!
3.- Vayan sin prisa y sin tener ningún compromiso para después de su visita, para que puedan tomarse el tiempo que ustedes consideren necesario y disfruten del lugar sin presión alguna.
4.- Pueden o no tomar tour o audioguías. Yo no lo hice y, aunque me faltó un poco de información histórica del lugar, mi visita valió muchísimo la pena y la disfruté como nunca.
Conclusión.
Como tantos lugares de esta ciudad, el Real Alcázar me dejó sin palabras. Siento que no hay palabras suficientes para explicar lo extraordinario que es este palacio, lo único que es su estilo y lo emocionante que es explorarlo. Yo, como ya les dije, me pasé unas cinco horas ahí, y fueron cinco horas en la que las emociones y las sorpresas nunca paraban. Mi corazón se aceleró tantas veces de la emoción y la impresión que me causaron tantas de sus habitaciones, de sus techos, de sus patios con fuentes y estanques al centro, de sus jardines, con tantas plantas y flores preciosas, con su fuente musical y sus laberintos. Todo lo que encontré dentro de este lugar fue una sopresa hermosa, y estoy segura de que así es para cualquiera que visita este lugar.
Visitar el Real Alcázar fue una de mis mejores experiencias en Sevilla, y eso es decir demasiado. Definitivamente es el palacio más bonito que he conocido (que me disculpen los franceses, pero para mí Versailles se queda muy atrás si se compara con esta belleza andaluza) y se convirtió en uno de mis destinos favoritos. Lleno de historia y sobre todo de multiculturalidad, es una de las joyas más valiosas de Sevilla, y definitivamente es una visita obligada para cualquiera que pase por estos rumbos.
Pónganlo en su bucket-list, y, cuando vayan, les aseguro que no se arrepentirán y terminarán tan enamorados o enamoradas como yo.
Les dejo una última foto de este grandioso lugar y me despido por
lo pronto, no sin antes decirles que se queden al pendiente para saber lo que pasó en mi último día en Sevilla.
¡Gracias por su atención y hasta la próxima!