Kudeta 1º parte
Antonio.... ¿De qué me vas a hablar ahora?
Me gustaría pasar un poco por alto a las ciudades de Jerez o Granada, por una que me ha dado mucho a lo largo de mi vida, y que poco hasta hoy he escrito. Hablo de Sevilla y es que si sobre todo he escrito de ella, es un breve resumen de lo que podemos encontrarnos, pero sobre todo sobre su Universidad donde estudié, la Pablo de Olavide; por lo que me veo en la obligación de hacer algunos otros artículos para ayudar a la gente que vaya para allá de Erasmus o de viaje y no sepa qué hacer por las noches. Mi turismo siempre fue el nocturno y es por ello que no puedo empezar de otra manera que hablando de la que para mí siempre fue la mejor discoteca de la ciudad y por qué no decirlo, de la Comunidad entera de Andalucía. Hablo de Kudeta, o Budha para los que están acostumbrados al nombre anterior (y que todavía muchas personas utilizan).
¿Alguna página web para completar todo lo que pueda leer aquí?
No hay duda de que una sala como Kudeta tiene y debe tener página web para darle aún más caché al asunto. Y es que si para mí es la mejor de toda Sevilla (lo cual ya son palabras mayores), supongo que para muchas otras personas también lo es, por lo que no queda otra que dar la máxima publicidad, prensa y protagonismo a la discoteca. La web es la siguiente: http://www.kudetasevilla.es/
De primeras, uno rápidamente mira las fotos que aparecen en la portada, que básicamente una es de la segunda planta del local, perfectamente arreglado y sin personas, otra es de Kudeta en estado puro cuando más llena está, y por último una de la sala de más abajo, para que ninguna de ellas pase inadvertida a ojos del navegante virtual. Y es que se quiera o no, Kudeta es ese tipo de discoteca que nunca pasa como una más a ojos del que la visita, y es que con sus tipos de música distintos en cada planta y con un ambiente personal y distinto a medida que subes las escaleras, la antigua Budha se ha ganado un puesto en el corazón de todos los sevillanos.
Una vez ya entramos en la página, y vamos bajando, nos damos cuenta de que van apareciendo carteles que describen fiestas anteriores de la discoteca, con fotos y montajes propicios de una sala de tal emblema en la ciudad y todo para que nos sintamos atraídos a marchar allí. Con respecto llegas abajo del todo, puedes ir pasando páginas para ir viendo otras tantas antiguas y abrir los ojos con todo lo que puede llegar a ofrecerte Kudeta. A la derecha de esa primera página principal nos da la opción de suscribirnos al boletín informativo para que no nos perdamos ni una de las fiestas que se van montando a lo largo de las semanas. Tan solo habrá que dejar nuestro nombre y apellidos y por supuesto nuestro correo electrónico correcto para estar siempre “activo”.
Ellos se definen como “café chillout discoteca”, y la verdad es que mejor no se podría definir a un sitio como éste. Tienen de todo, ofrecen de todo y aunque no me quiera meter demasiado ahora en esta introducción (ya que luego llegará la pregunta pertinente para ampliar todo tipo de información), es de recibo aclarar que no solo Kudeta vale como discoteca, sino que podrás tomarte un refresco cuando quieras, en su terraza, o dentro, que la música no siempre está a todo volumen y dándole caña constante, y que por supuesto la gente cambia con según qué horas del día haces la visita. Así que vete abriendo de mente con este tipo de sitios que nunca sabes qué te puedes llegar a encontrar y que siempre merecerá la pena descubrir si estás en la ciudad en cuestión.
Un cambio con respecto a otras páginas del estilo, es que no tiene las típicas pestañas arriba del todo de la web, sino que esta vez, a la derecha aparecen unos iconos ilustrativos para saber exactamente qué buscas y dar con ello en un segundo. Si no tocas nada, quedará en el “inicio” lo que es el icono de “lo último”, con eso ya comentado de los distintos carteles que van subiendo por las fiestas que se van presentando a lo largo del año.
Avanzando por el siguiente icono con un misterioso “descubre”, nos deja con la miel en los labios con unas solas pocas líneas que saben a poco, y es que básicamente lo que se nos dice es que es más conocida por su antiguo nombre, Budha, y que está situada al lado de la Estación de Plaza de Armas, en pleno centro de Sevilla (pues vaya..... ).
En “multimedia”, están las fotos que cada día que abren se van subiendo por sus fotógrafos personales, si bien parece que se les ha pasado seguir haciéndolo desde 2012; o mejor dicho, han pasado totalmente del tema, al existir convenio con la página “tillate” (que es una página en la que se suben fotos de numerosas discotecas y pubs con los que exista convenio para que los fotógrafos de la misma puedan entrar gratis a los diferentes sitios) para que sean ellos los que puedan entrar de manera gratuita al local y a cambio sacar fotos a todas las personas que puedan y quieran para hacerle publicidad por un lado a Kudeta, y la misma Kudeta hacer publicidad por otro a Tillate (relación que en ambos sentidos se ve beneficiada por la existencia de los dos).
En el siguiente, “encuentra”, es tan solo una breve explicación de cómo llegar, con la que no me extenderé debido a que mi siguiente apartado va de lo mismo. Por último, con “contacta”, no pueden faltar los números de teléfono pertinentes, junto con un formulario para ponerse en contacto con ellos en caso de tener pensado algo o ante cualquier duda. Además, incluyen su correo para el que pase de formularios y por supuesto el “aviso legal” pertinente para completar información. Todo ello sirve para realizar posibles eventos en un futuro y poder negociar precios, condiciones, etc, con el único objetivo de dar lo máximo de sí para que la noche en Kudeta sea mítica.
Pero es que por si fuera poco, Kudeta también tiene facebook, que aquí os dejo: https://www.facebook.com/KudetaSevilla?fref=ts Si bien podéis llegar a observar que son muchas las páginas de la sala, creada por a saber cuántas personas distintas, en todas ellas, cesa la actividad desde hace unos meses, y todo ello debido a que el creador de ella, Pako Vizcaino, al parecer deja el grupo “Puro Ocio” para irse a otro distinto, por el que estará entre Sevilla y Dubai. Como en todos los casos con los facebooks, aparece básicamente lo que en la página, es decir, localización, fotos vídeos y carteles de todo tipo, además de muchas opiniones de los que la visitan cada semana; pasaré al siguiente punto, que seguro os ayudará mucho más.
Sí claro, sé de qué se trata todo, pero.... ¿Cómo encontrarlo?
Esta discoteca se puede encontrar de una manera bien sencilla al estar rodeada de sitios característicos de la ciudad, como pueda ser la estación de Plaza de Armas, al salir a la derecha, en pleno centro de Sevilla y al lado del río Guadalquivir. La plaza de toros por tanto, quedará a unos pocos pasos, al igual que la Torre del Oro, donde no son pocos los que casi cada noche se van allí a hacer botellón y disfrutar de las maravillosas vistas que ofrece la ciudad desde allí.
En concreto, la calle por la que se le puede ver al buscar es Plaza de la Legión, número 8, Centro Comercial Plaza de Armas, y es que todo ello es un complejo enorme en donde no solo tienes una discoteca de renombre como es Kudeta, sino que justo al lado hay un Burger King, algunas salas de cine, y numerosos puestos para poder llevarte algo a la boca tras una noche seguro movidita.
La Avenida de la Expo se encuentra a escasos pasos de allí, y el Ayuntamiento de la ciudad lo divisaremos a unos 15 minutos andando. Otro de los puntos de referencia es el museo de Bellas Artes de Sevilla, que está a un par de calles por detrás de Kudheta, mientras que por ejemplo la mitiquísima Calle Betis, estará a tan solo cruzar el puente que podemos ver al salir del local, a unos pocos minutos andando. De todas maneras, siendo conocida como es esta discoteca, no será difícil que cualquiera que ande en ese momento por la zona, sepa donde está, por lo que tan solo hay que preguntar un poco y ya estarás allí mismo en la cola para entrar.
¿Y si soy de fuera y no tengo ni idea de llegar hasta allí? ¿Qué cojo?
En una ciudad del tamaño de Sevilla, pedirte directamente que vayas andando es tan solo ser incauto. Claramente habrá que ver desde qué punto de partida sales, para darte la mejor recomendación. Y es que parece que no, pero desde lugares que aparentemente no están muy lejos como pueda ser Puerta Jerez de Kudeta, hay casi media hora; por lo que las distancias cuentan y cuestan y es mejor andar precavido para no hacerte una medio maratón sin quererlo.
Desde otra de las paradas que te pillan más cerca desde allí (hablo del metro de Sevilla), como pueda ser San Bernardo, hay más de media hora andando, y lo mismo si te lanzas desde otro de los puntos fuertes como puede ser Nervión. Algo más cerca está la ya comentada parada de Puerta Jerez, y por tanto también la zona de los Juzgados. No te preocupes en demasía si vienes de beber desde la Torre del Oro, porque tardarás menos de 10 minutos en llegar a tu destino, y tampoco si en contraposición a esta zona, eres de los que prefiere beber tranquilamente por la alfalfa. Desde éste último punto, en cambio, tardarás algo menos de veinte minutos (lo cual para ser Sevilla tampoco está tan mal).
Estate atento de la hora en todo momento, ya que el citado metro está abierto hasta las 23. 00 de la noche (menuda hora para cerrar en pleno apogeo de salida de la gente), y por tanto si eres de los que vive por zona metro como pueda ser la Avenida de la Paz o Montequinto, es mejor ni pensar cuánto tiempo se tarda andando, porque te va a doler la cabeza de solo replanteártelo (lo peor es que yo lo he hecho mil veces hasta Montequinto, y es algo así como hora y 10 andando, si bien se queda todo en algo más de media hora si de vez en cuando metes sprints que es lo que a mí me gusta). Si lo coges a tiempo, sabrás que la parada ya comentada más cercana es la de Puerta Jerez, que da al lado del comienzo de la Calle Betis y de la Torre del Oro, por lo que solo tienes que andar una avenida, grande, pero una sola avenida hasta llegar a tu destino.
Si por contra, se te ha pasado la hora del metro y del bus (que unos minutos más tarde, pero también te deja tirado a mitad de la noche), tus salidas se quedan en básicamente cuatro:
-
Andar: cueste lo que cueste, si no tienes ni moto, ni coche ni nada por el estilo y encima has perdido bus y metro por no estar atento; no te quedan muchas más opciones que darle caña a tu cuerpo, quemar unas cuantas calorías y dirigirte a donde has quedado con tus amigos con la lección aprendida de no volver a perder ningún medio de transporte de los antes citados.
-
Taxi: si sois tres o cuatro personas, es mejor quitarse de problemas, ya que seguramente hayáis bebido la mayoría y coger otro medio de transporte es solo meterte en problemas de seguridad y también monetario, al tener la posibilidad de que te pongan una buena multa, que por otro lado, sería bastante merecida. Al final, dividir el precio que te pueda dar entre cuatro personas, hace que lo que se termine pagando sea minúsculo para todo lo que se ha podido evitar, y si encima no estáis muy lejos, pues mejor.
-
Bicicleta: más de uno pensará que eso es una locura, pero es que no hablo de que te lleves tu propia bicicleta que puede serlo en mayor o menor medida si has bebido o tienes pensado beber allí dentro. Lo que hablo es el mítico “sevici”, por el cual puedes cogerte cualquier bicicleta pública de las que ofrece el ayuntamiento, en unos pocos segundos, quitándote de problemas con respecto a robos e historias varias, y por supuesto con la disciplina necesaria al saber que no es tuya y que si no la devuelves en tiempo, te vas a llevar una buena multa. Al final, son este tipo de cosas las que nos hacen entrar en cabeza, y hacer las cosas bien para evitar complicaciones que no vienen a cuento. Justo al lado de Kudeta hay uno de estos sevicis y a lo largo de toda la ciudad podrás encontrar decenas de ellos. No te preocupes si no sabes exactamente dónde dejar la bicicleta, porque al final en más o en menos tiempo, te acabas encontrando uno de estos puestos de los que hablo.
-
Coche o moto: sin duda el transporte que gana por goleada si es que eres de los que vives lejos tela de Kudeta. Y es que no muy lejos, puedes encontrar aparcamiento sin excesivos problemas y aunque sea zona azul por ser una zona céntrica de Sevilla, es cierto que durante la noche no hace falta pagar nada y que cuando te recojas, aún debería ser lo suficientemente temprano como para que tampoco tengas problemas de este tipo.
Si te preguntas dónde exactamente es el mejor lugar para aparcar sin tener que llevarte una hora y media buscando aparcamiento, lo suyo es dirigirte antes de llegar a Plaza de Armas, por la Calle San Pablo, que a pesar de que te va a hacer andar un poco para llegar a la discoteca, es lo más probable en cuanto a sitios libres; por lo que no te lo pienses dos veces y dirígete para allá. Si ves que no puedes directamente allí, es mejor que sepas que puedes meterte en cualquiera de las callejuelas a la izquierda para seguir en su búsqueda, y que con respecto te vayas yendo a ese lateral, más cerca y más difícil será aparcar, por la ingente cantidad de personas que al igual que tú, elige a la antigua Budha para tirar hacia allá.
¿Cómo llegaste a conocer el lugar del que me hablas?
Hace ya muchos años, muchísimos, y es que yo la conocí cuando se llamaba aún Budha. Había intentado entrar muchas veces, pero ya fuera por la edad, ya fuera porque el aforo no me lo permitía, no fue hasta tercero de carrera que no entré, y desde ahí, le hice un hueco dentro de mí para volver a ir todas las veces que me lo pedía el cuerpo (y pudiera económicamente permitírmelo claro está). Siempre había escuchado hablar de la misma, y siempre tuve curiosidad, hasta que por fin el ansiado día llegó.
Una vez dentro, uno se sorprende del tamaño, pero también antes de la inmensa cola que había hasta poder llegar a sus instalaciones. Sobre todo las mujeres lo tenían bien, pues ya fuera hablando con los porteros, o porque conocían o convencían a los que estaban por delante para que las acompañaran, casi siempre solían entrar antes que cualquier hombre (¿es eso también machismo? ). Y es que en cuanto al porcentaje de unos y otros, siempre fue una discoteca muy proporcional para que no se desvirtuara el aforo con un perfil concreto y tachara al final a ese mismo de que siguieran entrando (imagina que estuviera todo lleno de hombres, claramente los hombres que lo supieran no irían más allí, así lo contrario con las mujeres, y viceversa).
Las críticas de la mayoría siempre han sido fabulosas y la curiosidad siempre estuvo en mí desde que con 18 años llegué a la ciudad de Sevilla. Si encima, había ido alguna que otra vez a los cines de al lado y visto luego cómo se ponía todo, sumado a que la estación cercana de Plaza de Armas, de nuevo te hacía entrar el sentimiento de querer crecer para poder entrar allí. Además, en la Universidad Pablo de Olavide, no eran pocas las personas que se ponían a dar flyers de todo tipo de sitios incluído Kudeta (por entonces Budha), por lo que conocerlo no era difícil, si bien por esa época, estaba otra sala como era la Em (Goa conocida), que también era muy famosa y que siempre, cada fin de semana se llenaba de igual manera (competía además con otras como la archiconocida Abril de la que hablaré en otro artículo o la B3, que estando en Dos Hermanas, y siendo parte de la Olavide del mismo municipio, pues le daban una caña exagerada a la misma, si bien a ésta última jamás fui, ni tiene pinta de que vaya a ir en el futuro.
¿Lo recomiendas para algún tipo de persona en concreto?
Se suele pensar y decir que Kudeta es para los Erasmus, si bien la gran mayoría de los que van a la discoteca son sin duda españoles. Vale que en la tercera planta por ejemplo, sí que haya bastantes extranjeros, pero como puede haber en cualquier otra discoteca de similares características al ser tan grande. Lo que sí que está claro es que los que entran deben ir perfectamente arreglados, no valiendo para los hombres otra cosa que no sea camisa y zapatos, y cuidado con los pantalones que lleves por si son demasiado “modernitos” y por ello te quedas fuera. En cuanto a las mujeres, muy pocas son las que entran si no van con vestido, y es que los tacones son los que predominan en la discoteca de Kudeta, siempre y cuando estemos hablando del horario de discoteca (como es lógico), es decir, entre las 23. 00 de la noche y las 7 de la mañana.
El ambiente pijo por tanto es el que predomina, con una mezcla de extranjeros que también es importante, pero todos con ese sentimiento de pasárselo bien hasta altas horas de la noche. Todo dependerá por supuesto del trabajo de sus comerciales, si se imponen al de otros tantos que son contratados en la multitud de discotecas de la noche sevillana.
En cuanto a las edades por si alguien se lo está replanteando, no les gusta que se llene de gente de 18-19 años, por lo que a partir de 21 nunca tendrás problema, si bien quizás por la cara que tengas, el cómo vayas vestido, y el aforo que haya en ese preciso momento, con edad menor tampoco te lo pongan. Al final todo depende (tal y como decía la canción), y es que si te pilla el día bueno del portero, quién sabe si incluso pasas totalmente gratis. Por contra, aunque el aforo esté a mitad, si ha visto algo en ti que no le gusta, date por muerto en el sentido de que no vas a entrar en toda la noche, hagas lo que hagas, digas lo que digas y hables con quien hables. Por esto, mi recomendación es que trates siempre con respeto a los porteros y también a todos aquellos que llevan ya esperando la cola bastantes minutos y que por supuesto, lo último que quieren es que alguien que viene de atrás se intente colar. Siempre será bonito intentarlo, pero te puedes llevar una buena bronca que esperemos nunca acabe en pelea y además, el no entrar en toda la noche y reza porque no se queden con tu cara para no llevarte demasiados problemas.
Lo mejor para poder entrar sin discusión es llevar una tarjeta ESN que demuestre o bien que eres Erasmus, o bien que lo has sido, sabiendo que si tienes suerte y no te miran bien ni te piden DNI, quizás incluso entres gratis por el hecho de ser “Erasmus”, a pesar de llamarte tan español como Antonio Valle Padilla (grandes momentos me ha dado mi carnet de estudiante polaco allí). Si puedes ir acompañado de alguna mujer, pues mejor, al menos para que entréis aunque tengas que pagar igual (porque de eso como en todos lados, es mucho más difícil librarse).
Si tienes pensado colarte, decirte en esos términos, que no será nada fácil, habiendo portero en la entrada y en la salida, y que para la entrada además, habrá otro apoyándolo que ir observando más de cerca a los que quieran ir entrando a la discoteca. Si le sumamos los apoyos que puedan darse por el hecho de ser un día de “aupa”, más la mujer que está cobrando normalmente las entradas en la especie de kioskito pequeño a la izquierda de los porteros, entre las zonas de entrada y salida; pues tarea sencilla no puede parecer. Eso sí, más se perdió en Cuba, y si ves por ejemplo que hay un grupo de personas amplio que tienen por ejemplo una entrada en la mano, lo suyo es hacer como el que también la tiene, pegarse o meterse directamente en medio de todos ellos y esperar a que el portero como decía antes, tenga ese día mágico en el cual le da todo un poco igual y por tanto, entremos sin demasiada vigilancia (a lo mejor te puede pasar eso una de cada 13 veces, por lo que mejor tener en la cartera el Plan B por lo que pudiera pasar). Otra estrategia será la siempre usada de entrar por donde sale la gente, para que si está despistado el portero de turno, se crea que le estás pidiendo que le pongas el sello que se le ha olvidado (funciona una de cada 20 veces que lo intentas en Kudeta, llevándote más reprimendas que otra cosa fructífera).
Si quisiera visitar el local del que me hablas, ¿Cuándo y cuál sería la mejor opción?
Vale que abran desde las 15. 00 de la tarde y vale que de ahí hasta las 07. 00 de la mañana solo hagan un pequeño parón a las 22. 30, para tener todo preparado para que de comienzo la fiesta de discoteca a las 23. 00. Pero es que ir antes de tiempo es tontería cuando hablamos de que tiene tres plantas enormes, una música que varía con respecto la sala que te metes, un ambiente impecable y siempre acaba por sorprenderte. Si tenemos todo eso, el ir por la tarde y no por la noche, tan solo será de ser incauto, y es que habremos dejado pasar la mejor hora con diferencia para estar en el sitio, con el correspondiente game over que nos merecemos por haber actuado así.
Con respecto a día de la semana, no puedo poner pegas a ninguno de los que están abiertos, y es que la discoteca está abierta de miércoles a domingo, y de vez en cuando algún martes cuando tienen fiesta especial como pueda ser de la ESN, Halloween o fechas claves de alguna facultad. Sabiendo esto, no es difícil pensar que cualquiera de esos días hará que la discoteca esté prácticamente a reventar excepto eventos importantes en otros lados de la ciudad (ya sea un concierto de algún autor importante, o fiestas que atraen a cualquiera como las de medicina en la discoteca que hayan elegido para alquilarla por ese día). Pero si tuviera que quedarme con uno de ellos, es sin duda el jueves, y es que es el día de movida sevillana, cargado de Erasmus y al fin y al cabo, estudiantes con ganas de fiesta a pesar de que algunos de ellos (ahora ya menos con el grado, pero antes con la licenciatura prácticamente todos), puedan tener clases los viernes (qué más da, un jueves es un jueves y o bien te saltas el día del viernes por haber jodido la fiesta del día anterior o empalmarás como buen joven que eres y todavía con mucha fuerza y aguante).
La dinámica es bien sencilla pero siempre efectiva, puesto que la mayoría de la gente que luego se dirige a Kudeta, acaba pasando antes por la Torre del Oro, o por esa misma calle por debajo del puente que encontrarás casi a la altura de Plaza de Armas. Toda aquella zona e incluso también la de la Calle Betis, se pone a reventar, con una energía que flota en el ambiente y con unas ganas de fiesta que alegran a cualquiera. Si le metemos que gran parte de las personas que rondan por allí, son gente Erasmus de todos los países que te puedas imaginar, pues alcanza un toque mágico que ilumina la bella ciudad de Sevilla por la noche.
Y es que no es por discriminar a los sevillanos ni a los españoles, pero la alegría que transmiten los Erasmus, es algo que por norma general no se suele tener. Y no es por el hecho de ser de fuera, sino por el hecho de que saben que tarde o temprano se les acaba, y viven la vida con ese sentimiento de que o aprovechan el tiempo ahora, o tarde o temprano se les va a acabar. Al final, disfrutan más, se arriesgan más en muchos sentidos y se dejan llevar para pasarlo bien de mil maneras. Las risas con ellos siempre están garantizadas, al igual que los buenos momentos, las tonterías y las caras de asombro porque no entienden absolutamente nada de lo que les dices. Quedarse con ellos siempre será un acierto y un plus para tu noche, ya que no pararán de crecer las personas a las que conoces en Sevilla a pesar de que seguro hubo un momento de la temporada en la que creías que ya lo tenías todo muy visto. Ellos y tú, estás ahí para cambiar la perspectiva.
Una vez acabas por beberte el lote que lleves de lo que sea, y has entablado conversaciones con seguro decenas de personas por los alrededores, es hora de que al final elijas si irte solo con tus amigos con los que has estado gran parte de la noche y has hecho planes, o bien os unáis todos los posibles a ese otro grupo conocido y que seguro te ha caído bien (porque si no, no se qué haces replanteándote el asunto, con lo fácil que es empezar a andar y pasar del tema). El tiempo se te pasará más rápido, tanto, que seguro cuando menos te lo esperes, te estarás dirigiendo a Bhuda a eso de las cuatro de la mañana, cuando ya han pasado por tu lado más de uno de esos comerciales que te quieren convencer de que su opción es la mejor para continuar tu noche. Más de uno lo conseguirá sobre todo con los que lo tienen todo para improvisar, y alguno que otro aceptará el flyer o papel en cuestión, para prevenir de esas ocasiones en las que la discoteca a la que querías ir se encuentra en aforo completo o con alguna fiesta privada que no tenías en el tintero. Recuerda, que al final, da igual dónde termines e incluso si no entras a ningún sitio, porque eso significará que te lo has pasado en grande por el camino y no has estado toda la noche metiendo presión a los que te rodeaban para llegar al destino en cuestión.
¿Primeras impresiones?
Iba con gente de la clase, todos hombres, pero allí sería una de mis primeras salidas conjunta que englobaría a gente de otras clases y edades. Nunca había sido de ir a este tipo de sitios, quizás porque mis amigos nunca fueron de bailar ni en general de discotecas. Pero aquel día, mi concepción de ellas cambió por completo. Vi a mis otros compañeros perfectamente arreglados, con sus camisas correspondientes, mientras que por otro lado, a ellas las vi más guapas que nunca, con unos vestidos despampanantes que marcaban la diferencia. Yo por aquel entonces, jamás había probado una copa, y todos los que me rodeaban bebían con frecuencia. Ello me hizo ver, que la actitud de las personas cambiaba por completo, y es que las personas que parecían más bien antipáticas, ahora eran todo lo contrario, con una magia que nunca les había puesto. Siempre había pensado que el alcohol era de lo peor que uno se podía meter para su propio cuerpo, hasta que investigué lo suficiente como para saber que en su límite, era hasta saludable (casos conocidos lo de la copa de vino, la cerveza o el vermú; si bien menos aún que el F. C Barcelona por ejemplo recomiende 125 ml al día de whisky solo).
Todo lo anterior me hizo poco a poco ir abriendo los ojos hasta la persona que soy hoy en día, que bebe con moderación, que controla siempre y que puede estar muchas semanas sin probar gota sin echarlo de menos. La clave de todo como siempre está en calibrar y que nada ni nadie te controle, solo tú, que eres al final el único que se conoce lo suficiente como para tomar decisiones que te incumban. El día en el que eso cambie, y notes que lo necesitas, que lo echas de menos como para decidir no salir por el hecho de haberte tomado una pastilla que te impide mezclarlo con alcohol; ese día, tendrás sin duda un serio problema, y se llama dependencia.
Pero parecía no era el caso de los que íbamos, con la idea de que ese día quedarían muchas clases de nuestras carreras, derecho y ciencias políticas y con esa idea uno afrontaba con confianza lo que estaba por venir. Y lo que estaba por venir no era más que un ambiente con luces tenues, llenas de color, vida y ánimo, para que cualquiera se metiera pronto en sintonía y cambiara el chip para tener esa garra que deberíamos tener siempre cuando salimos; esa alegría de que queremos vivir, pasarlo bien, pero sin joder a ninguna otra persona que seguro ha salido con la misma idea.
La primera visión al panorama, me hizo pensar que aquello era enorme, y aún en ese momento no sabía ni que tenía tres plantas el local. Pero es que solo la planta de abajo ya es lo suficientemente grande como para decir que me había ganado de primeras. Su amplio territorio a pesar de la multitud de sillas y taburetes, hacían que siguiera ganando puntos. Si además, le metemos que había gente pero que perfectamente podías tener una conversación de una manera tranquila, y que encima de todo, los sofás que allí había, tenían una pinta espléndida y cómoda (cosa que uno al final tarde o temprano acaba probando y que por supuesto no le falla el radar y acierta con respecto a la calidad de los asientos).
Los baños estarían más al fondo a la derecha una vez entras y de nuevo la impresión fue muy buena, ya que a la amplitud de los mismos, le podíamos meter que tenían papel higiénico suficiente (cosa que no es ninguna tontería visto lo visto), y que además, con el agua y jabón pertinentes, podías lavarte las manos como quisieras sin ningún compromiso. Añadimos que hay espejos y un número amplio de ellos, para que nadie tenga que estar esperando durante demasiado, rato, y de nuevo la impresión no podía ser mejor.
Ya en cuanto a las otras salas que no me gustaría describir ampliamente para no quitarle líneas explicativas al siguiente apartado, decir que de nuevo esa primera sensación fue buena y que se repitió con la tercera y última planta, que a la postre sería mi favorita y ya sabréis por qué cuando llegue el momento. Los porteros además, parecían siempre serios y concentrados en su trabajo y no con esa típica chulería que no pocos tienen y que no ganan absolutamente nada por ser así (bueno sí, una serie de trifulcas, enfados y chulerías que a nadie suma).
Descripción física y qué es lo que más te llama la atención.
En cuanto a qué es lo que más me llama la atención lo iré contando a medida que me voy metiendo en la discoteca paso a paso, para que os hagáis viva imagen de la misma y sepáis todos sus recovecos para por si algún día os hace falta tal información:
-
Entrada: como se suele hacer, lo mejor es comenzar por el principio para que así quede todo más clarito. Por fuera, podemos observar cómo es muy claro dónde está la discoteca de la que estoy hablando. Con un cartel enorme y con una pinta exagerada de que es una zona para bailar, su toque arreglado y casual, te hará ver rápidamente que estás en el sitio correcto. El hecho de que justo en frente se encuentre el Centro Comercial de Plaza de Armas, te hará la vida más fácil, junto con la estación al lado de la acera y pegado a Kudeta, un Burger King para los que luego quieren comer algo para reponerse. De primeras ya se puede observar lo alta que es, para que luego nadie se quede pillado con el número de plantas y dimensiones de sus respectivos techos.
Ya una vez hemos descubierto la localización exacta de la discoteca, llega el siguiente paso, que no es otro que dar un paso al frente y colocarse por la parte de dentro. De nuevo no te será difícil de saber dónde colocarte, pues excepto que sea tu día de suerte, lo lógico es que haya un reguero de personas que quieren meterse allí dentro, impresionante, por lo que si ya estás en desviación positiva con respecto a que no te has comido la fila de afuera, es momento de que al menos la de dentro sí que te la tragues, aún con la esperanza de que sea lo más corta posible (ni lo sueñes y si pasa, no quiere decir nada bueno). Con toques brillantes, modernos y palos metálicos diferenciadores, sabrás rápidamente que por donde debes entrar es por la parte del fondo a la izquierda, y no la primera curva hacia la izquierda a corto plazo, que claramente es para los que salen de la discoteca (encontrando por ello una vez te pone el portero el sellito correspondiente, la salida en poco tiempo).
Seguimos esperando la cola, y lo único que podemos ver es que existe entre la zona de entrada y de salida, justo en medio, una especie de “kioskito” minúsculo, donde una mujer nos va cobrando la entrada. Color, color y más color por todas partes, desde el rojo fuerte intenso que nos atrae, hasta ese verde azulado que nos induce a la relajación para que bajemos las hormonas de excitación como la oxitocina, que aún dentro, no es que sean demasiado buenas. En la parte derecha del todo se puede observar cómo hay una especie de terraza de la planta baja, donde también puedes meterte una vez ya has pasado la línea de entrada pagando la entrada correspondiente.
Los porteros son fuertes, altos, con una espalda del tamaño del doble que la nuestra (o por lo menos que la mía), y con unos brazos que seguramente con un poco de fuerza, puedan sacarte sin ningún tipo de complicaciones hacia la calle para que no vuelvas a entrar jamás. Perfectamente uniformados con traje de chaqueta, sus miradas harán que los respetes sin ni siquiera haberles hablado todavía ni replanteado algo en contra de ellos. Suelen estar dos, uno por la entrada y otro por la salida, si bien en la entrada, puede estar acompañado de otro más debido a la demanda de personas para entrar (lo cual es lo más habitual, ya que es raro ver a la antigua Budha con un aforo no muy lleno). Son comprensibles y buena gente, en comparación con otros tantos de Sevilla que me callo ahora, porque ni sé sus nombres ni sé si siguen en la discoteca donde me los encontré (cosa que espero que me de tiempo a describir para abriros los ojos del sitio en cuestión).
Una vez ya hemos pagado, lo que suelen ser 8 euros con una copa, 10 a veces y 15 en ocasiones especiales (con dos copas eso sí), lo único que nos queda es decidir por qué zona empezar a meternos en lo que es verdaderamente Kudeta, si bien por la derecha, esa terraza o especie de terraza de la que he comentado algunas líneas antes; o por el contrario por la línea recta una vez hemos hecho lo que teníamos que hacer en la cola y con los porteros. Lo suyo es por la primera recta, para así contemplarlo todo por completo. Y como ya una vez dentro, forma parte de la “planta baja”, explico todo en lo siguiente.
-
Planta baja: diferenciada por esa decisión que puede parecer importante, siendo sincero, no lo es debido a que encontramos ambas partes a pocos metros de distancia, y por ello pasar de un lado a otro es solo cuestión de pocas décimas de segundo. Eso sí, están pensadas para algo distinto, y es que si la primera en línea recta como antes decía, está claramente planteada para esa parte “lounge” del sitio, debido a su multitud de sofás, y asientos recolchados para más que nada estar lo más cómodos posibles; en la segunda ya todo tiene un aspecto más sensual con los mismos colores, pero disposiciones distintas, donde se predomina el espacio abierto y no la conjunción de sitios y asientos, teniendo por tanto un espacio libre mucho más amplio, para centrarse en bailar más que en otra cosa.
En esta planta baja, podremos encontrar los armarios para dejar esas prendas que nos sobren ya una vez estamos allí dentro. El precio será de dos euros (por lo menos en mi época de hace un par de años), dándote un hueco libre y un ticket correspondiente para que luego puedas recuperarlo sin mayores complicaciones que dar lo que te han dado. Es bastante grande, y aún no vi que dijeran que se quedan sin plazas, supongo que porque está planteado para el aforo del sitio (y parecerá algo lógico, pero conozco numerosas discotecas en las que esto tan simple se olvida), por lo que la organización desde ese punto de vista, impecable. La fila para dejar el abrigo es considerable y parece que sea la hora que sea para dejarlo, es casi tan larga como la de la entrada, ya que lo normal es que una vez entres, casi todos se vayan para allá a dejar lo que les sea excesivo.
Adentrándonos algo más, en esta primera sala por la que hemos entrado en línea recta una vez hemos pagado en el “kioskito”, podemos mirar que a la izquierda, hay una barra, no muy grande, pero que hace las mismas funciones que la principal, esto es, que te ponen todo tipo de bebidas para que puedas consumir en esa sala lounge sin que tengas que irte a la barra de la otra zona de la misma planta, y por supuesto, para la utilidad de ellos mismos, que no tienen que moverse tanto para darte lo que has pedido. Normalmente habrá un camarero solo ahí, excepto que Kudeta esté tan abarrotado que hagan falta un par de trabajadores para toda la demanda existente. La variedad es inmensa, y está ideado para que la copa automáticamente te la consumas de inicio, gastarla por lo tanto antes, y que te entren ganas de pedirte otra a lo largo de la gran noche (como idea no es mala, excepto para las personas que como yo, bien porque no bebemos alcohol, bien porque no apetece, o simplemente por cuestión de economía; prefiere venderla más arriba, fuera de los ojos intrépidos de los camareros y hacer así que la entrada te cueste tan solo dos o tres euros, dependiendo de las facilidades de venta que tengas en ese momento).
En cuanto a los asientos, que en este primer vistazo, parece que solo encontramos unas pocas mesas repartidas (mesas bajas cuadradas) por lo ancho de la zona, y los siempre útiles taburetes accesorios a cualquier barra que se precie; puedo decir con seguridad que son los más cómodos de todas las discotecas de Sevilla (y difícil de comparar con los de otras ciudades, quizás también lo sean de toda Andalucía). Y es que ese plus de recolche, en búsqueda de la comodidad del cliente, hace que aunque solo sea por un segundo, para tener la idea clara de seguir bailando por mucho más tiempo; éste se termine alargando debido a que te atrape sin vuelta de hoja.
Y es que esta primera zona parece ser dividida en dos, pues si la que nos encontramos automáticamente al entrar es ese cuadrado que nos lleva a la barra de la izquierda y más al fondo a los roperos para dejar nuestras pertenencias; una vez pasamos todo ello, sí que nos adentramos en la parte “más lounge” o como queramos llamarla (que seguro más de uno se sigue replanteando qué quiero decir con ella). La descubrirás rápidamente como una zona en la que al ser de pasillo estrecho, bailar tiene poco sentido y menos si es por parejas, por lo que si miramos a derecha e izquierda, vemos más sofás cómodos de los que antes nombraba, con unos huecos para darle intimidad a todo. No serán pocas las personas distintas que pasan por allí a lo largo de la noche para tener ese momento más íntimo con la otra persona que esté conociendo o haya conocido, y poder dar por tanto rienda suelta a la imaginación de la mejor manera y también de la más cómoda y privada posible (dentro de lo posible estando en el interior de una discoteca con cientos de personas).
Una vez pasamos ese pequeño pasillo, llegamos a la zona por la que de primeras podíamos haber entrado, si hubiéramos elegido la derecha en vez de la línea recta una vez hemos pagado. En contraposición a la otra, ésta ya se ve mucho más discoteca, con un centro muy amplio que deja una barra también larga y amplia justo en frente de nuestras caras al pasar por el pasillo, y a la derecha si es que hemos entrado por la otra vertiente. Aquí habrá muchos más camareros que en la otra, normalmente tres, para poder aligerar de nuevo las muchas bebidas que se pidan de primeras al haber entrado (en algunos sitios, te permiten mediante un ascensor, entrar a la planta que quieras directamente sin tener que pasar por esa planta baja que a pocas personas les gusta normalmente, por lo que esto de que se atiborren de personas en frente de la barra o servicios a pedir, no pasa; todo es cuestión de organización y de dividir las necesidades de los allí presentes).
Como iba diciendo, esta zona tiene otro estilo, con unos asientos separados de la zona de baile para no interrumpir a aquellas personas que quieren más marcha que descansar, y teniendo también por medio de unas escaleras (de unos pocos escalones), el poder aislarse de todo ese entramado, y poder igualmente como en el caso anterior, charlar tranquilamente con otras personas que la hayan acompañado o bien acabe de conocer. Son también cómodos y amplios para cubrir lo que se nos venga encima.
Ya centrándonos en la sala central, caben muchas decenas de personas, pues a pesar de que parezca un simple cuadrado de primeras, lo cierto es que de ahí a rebasar toda la barra y luego el pasillo ancho hasta que nos lleve a los baños, hay un trecho curioso, por el que siguen cabiendo y apareciendo más personas y no solo para pedir. Y es que muchos son los que se terminarán quedando por allí, por el agobio a veces lógico y normal de una fiesta multitudinaria como las que se hacen en Kudeta. No a todos les gusta el poder moverte menos de lo que querrías y el estar agobiado con calor debido a lo mismo. Son sobre todo las mujeres las que estarán por aquella zona, mujeres del tipo “vengo a bailar y punto”, que pasarán de roces e intentos de ligue, que si bien nunca se terminan de librar por muy apartadas que se pongan en la planta baja; sí que aminoran su campo de batalla.
Como no me quiero meter en lo que son los baños de la planta baja, ni luego en los de las otras plantas, debido a que tengo preparado su propio apartado, continuaré para terminar, que en vez de si seguimos la barra principal hasta estos lugares, miramos 90 grados a la derecha, tendremos la terracita que antes pronunciaba y que se veía desde la parte de fuera del sitio. Habrá alguna que otra mesa con sus sillas correspondientes para poder de nuevo tomar el aire y descansar de tanto movimiento y acción. Sin duda, bien aprovechando el espacio que les quedaba ahí afuera. No son pocas las veces en las que sales a tomar un poco de aire, y te acabas “enamorando” de una chica o chico que estaba haciendo lo mismo que tú. Habláis como de casualidad, y os pasáis minutos y minutos que llegan a rozar alguna hora, que acaba demostrando que hay un feeling especial. Si eres hombre, tendrás la excusa de querer alargarlo hasta que tu sudor de bailar se haya secado por completo, y si por el contrario eres mujer, mucho te tiene que convencer para no poner la típica excusa de “perdona, pero voy a buscar a mis amigas”.
Por último, si la cabeza en vez de tan solo 90 grados, la hemos doblado 180 una vez llegamos a la barra principal, veremos a la derecha nuestra unas escaleras que si de primeras no sabes muy bien a dónde se dirige todo; ahora es tiempo de explorar a ver qué nos podemos encontrar y si en comparación con la baja, la preferimos.
-
Planta intermedia: hemos empezado a subir escalones, parece que nunca acaban y es cuando entonces, empezamos a escuchar una música más de lo nuestro, más latina (no me meteré demasiado en la música porque más adelante la explicaré con todo lujo de detalles sobre cada planta). En cuanto al número de escalones, sé perfectamente que a medida que avance la noche la gente se mueve menos de planta a planta, y es que lo que al principio es una media coña en plan “venga vamos, no seas flojo”; luego pasa a ser “vete tú, que yo estoy cansado ya de moverme y me voy a respirar un rato”. Lo mejor es no desesperar, pues estoy seguro de que habrá una de las tres plantas que se adapte a la perfección contigo y no querrás muchos más meneos de planta, y sí que por el contrario, pasarás la mayoría del tiempo en esa zona que te ha convencido por lo que sea.
Pero, continuando con la descripción, lo primero que llama la atención es que el tamaño es menor que la planta baja, o eso es lo que parece, ya que como tienen organizaciones distintas, la de abajo muy cargada de primeras para luego darte “la libertad”; en esta segunda te la dan sin más, y claro, hay tanta gente junta sin esos recovecos para poder escaparte cuando quieras, y al final parece más llena de lo que está, con más personas, y con menos hueco. Eso sí, pasar de un lado al otro por mitad de la discoteca no será cosa totalmente sencilla, pues muchas personas se molestarán si intentáis pasar muchos por su lado. Lo mejor es ir pidiendo permiso de la manera más educada que se te ocurra, y así los problemas se habrán solventado.
Los colores cambian, y pasan de un rojo intenso, fuego, a un naranja más suave al puro estilo latino que la música te indica. Quieren más actividad y menos erotismo, más sudar y menos ligar, por lo que está bien pensado. Una de las cosas que se me habían olvidado, es que por el lado de los roperos de la planta baja, también hay escaleras que conectan los mismos, con todas las plantas, por lo que quizás hayas llegado a esta planta intermedia una vez estabas allí (la mítica de que tienes gran curiosidad y no te aguantas en observar la planta baja con lo que haya, sino que quieres acción por todo lo alto). El número de escalones será similar, pero con la diferencia de que por este lado, la escalera siempre estará más vacía, ya que todo el meollo principal se encuentra por el otro lado. Es la vía más rápida y menos molesta de cambiar de planta, música y gente y no es de menos preciar el detalle (al final uno entra, se nubla y le da igual todo).
Continuando con la planta intermedia, y suponiendo que has llegado hasta allí por las escaleras principales de la planta baja, si miras a la derecha verás una zona “medio VIP”, ya que es un cuadrado que muchas veces tienen cuerdas rojas que la diferencian de lo que es la pista clásica de baile, pero que si te metes no te dirán casi nunca nada (supongo por el hecho de que los porteros con tanta gente no pueden estar en todo, no porque no sea privada). Y es que con su mesita cuadrada baja, y sus asientos, hace de palco VIP como los de toda la vida en cualquier otra discoteca. Si algunos se molestan, son sin duda los que entras en su zona, sin permiso y mientras te miran, por lo que lógicamente te ganas un buen correctivo por jugártela de esa manera tan insensata (por mucho menos, en Polonia podrías llevarte una buena paliza, por lo que mejor preguntar o no meterse directamente si no tenemos ni idea de qué es lo que diferencia aquello ahí puesto).
Una vez pasamos de esa zona que poco nos aporta, vemos cómo hay dos murallas que mantienen todo el entramado físico del local, ambas de color claro, que servirán siempre para situarte con respecto a tus amigos. Imagina que no sabes dónde andas, pero sabes que están en la segunda planta. Tan solo decirles al lado de la primera o segunda muralla, para que ya sepan a la perfección dónde están, y por tanto, si no acabas viéndolos en toda la noche, no es por despiste, sino porque no te quieren ver ni en pintura (algo estarás haciendo medianamente mal). Ambas de color claro como predomina en esta planta, hace una división mental de tres zonas: la de la derecha del todo, en medio y la izquierda.
En cuanto a la de la derecha del todo, en lo que es al borde de la pared, hay una especie de grada para sentarte sin joder a nadie, y es que deberás subir un pequeño escalón, por lo que se hace todo más simple si tu intención es justo esa, la de descansar o hacer otras cositas (bellas) de manera no tan expuesta al público. Es la zona por la que se encuentran las otras escaleras que dan hacia abajo al ropero de la planta principal, y para arriba, hacia la tercera y última planta. Por ese lado es por donde suele haber más hueco para ponerse a bailar, ya que aunque a nadie le gusta estar cerca de las escaleras por esa cosa de que no para de subir y bajar gente; al ser las escaleras menos usadas, esto no ocurre tanto, y puedes estar tranquilamente por allí sin que muchas personas te molesten.
En cuanto a la zona central entre las murallas, si miramos en línea recta, llegaremos a la barra de esta planta, que de nuevo de una manera completa y con varios camareros, no nos harán perder demasiado el tiempo para tener lo que queremos. El hecho antes indicado, de que la mayoría de la gente se pida la copa en la planta de abajo debido a que nos lo ponen “a huevo”, hace que en esta planta sean muchas menos las copas que se piden (y es que pagando normalmente 8 euros por la entrada con la copa incluída, lo que hace la gente es el ya conocido botellón, para llegar con el punto suficiente, como para darle el toque final con la copa que te “regalan” y no tener que pedir nada más en todo el tiempo que allí dentro se pase). No os creáis que por todo ello, la variedad escasea, porque no es así, y es que cogen lo que la mayoría de las personas demanda y muchas otra marcas, para completar de la mejor manera que se les ocurre, los metros que les dejan de barra.
Por último, en cuanto a la zona izquierda, aparece de nuevo la mini grada al igual que en la parte de la derecha, pero con menos recorrido por el hecho de que si giramos la cabeza hacia la izquierda 90 grados completos, lo que veamos es la terraza de la segunda planta. Si giramos un poco más y seguimos la tendencia de las escaleras por las que hemos venido, veremos que existen otras que continúan hacia arriba, para la lógica tercera planta. Pero aquí, lo interesante es profundizar en la terraza, que es muy pero que muy amplia, y corresponde justo a lo que es la entrada una vez estamos fuera y pisamos territorio Kudeta, todo lo que abarca lo que es la cola para entrar, el kioskito, y lo que es luego para salir, donde el portero te pone el sello que te corresponde. Con un aforo de la misma, de muchas más que 100 personas, es normal que siempre haya gente ya sea tomando el aire, charlando con amigos o amistades nuevas y por supuesto, lo más común que es fumando. Os recuerdo, que con la ley antitabaco, no se permite fumar en los recintos cerrados, y por consecuencia, tampoco en una discoteca como Kudeta. Pero claro, mucha gente sigue fumando en España, por lo que no poner una zona para fumadores es un problema inmenso que había que resolver de una manera eficaz. Y la solución era bien sencilla, quitarse un trozo de posible discoteca, por una terraza donde este tipo de personas no ponga problemas por su vicio, y sabiendo que el porcentaje de jóvenes y no tan jóvenes que fuman es amplio en España, pues no cabe duda de que una zona así de amplia es útil.
Decir por último sobre esta planta, que la mayoría de los que van a Kudeta, es justo la que prefieren, quizás porque sea su estilo de música, quizás porque se quitan de tarimas e historias de la tercera o quizás porque sean los colores apropiados para lo que buscan durante la noche (yo me decanto como posible explicación racional más la primera).
-
Planta tercera: dejamos a un lado las plantas bajas, por una tercera que a pesar de estar demasiado arriba para algunos (por el hecho de subir muchas escaleras), es sin duda mi favorita. Y es que sin meterme demasiado en el tipo de música que ponen, el ambiente es sobre todo lo que marca la diferencia. Desde que me largara de Erasmus, eso que decía en párrafos de más arriba, sobre la actitud de las personas que vienen de fuera, siempre marcará a mi parecer la diferencia. Porque en el fondo, me da igual la vestimenta, el color de pelo, de labios, los pantalones que usen unos y otras, la procedencia si de Sevilla o de otra ciudad española y por supuesto su color u orientación sexual. A mí lo que me importa es que la gente que me rodee, tenga tantas ganas o más que yo de pasarlo bien, porque eso se va a transmitir en cada cosa que estés haciendo durante el tiempo que vas a pasar dentro del recinto, y al final eso será siempre lo que cuente. Como ya he ido contando y se puede suponer, el hecho de tener esa fecha de vuelta, hace que quieras vivirlo todo mucho más y eso se nota. Así que recomiendo que conozcas a este tipo de personas fuera en la Alfalfa o la Torre del Oro, si habéis preferido iros allí antes de entrar a la discoteca, y que una vez conocéis a ese grupo Erasmus que mejor se adapte a cómo sois, los sigáis y estéis con ellos todo el tiempo que podáis porque seguro será mejor que sin los mismos.
Pero es que este apartado es solo para la descripción física del local, por lo que metiéndonos de lleno en ello, y imaginando que acabamos de subir a esa tercera planta, podemos ver que hay dos zonas simétricas perfectas (bueno, perfectas perfectas, tampoco, pero me entendéis lo que quiero decir), y que todo es muy matemático, ya que con un cuadrado en medio de la pista que hace de tarima, y una barra justo a la derecha al subir las escaleras, vemos como las partes derecha e izquierda de la planta, son casi iguales en el sentido de que en los bordes del final de las paredes, hay asientos estilo sofás alargados que se juntan hasta ese final que sería el comienzo de la tarima (como si continuara hasta la pared, cosa que no hace), y que luego una vez pasado ese espacio, continúan por el otro lado, por el lado derecho, para que de nuevo cualquier persona que quiera pararse un poco para respirar, así pueda hacerlo, ya que la calor es agobiante a veces, aunque siempre menor en la tercera planta que en la ya comentada segunda (de ahí que sea aquí justo donde tienen la terraza).
Como no podía ser de otra forma, obvio hay otra barra en la tercera planta, algo más pequeña que la segunda, a proporción con la planta en sí, pero que de nuevo tienen todas las variantes importantes y que seguro sueles tomar a menudo. Y si por casualidad no tienen la apropiada para ti, tampoco te costará mucho bajar unas cuantas escaleras por cualquiera de los dos laterales para intentarlo con más seguridad en la planta baja, que como ya he dicho, es donde mayor variedad podremos encontrar. La barra será de mármol con un estilo esta vez verdoso y mucho más moderno que las otras plantas. Y es que en esta tercera altura, los colores que predominan son el verde y el azul, lo que puede parecer más frío, pero que a mi sin duda son los que más me convencen, por el hecho de que también te dejan más libertad en comparación a los otros rojos y naranjas.
Es la zona preferida por los Erasmus, por la música en especial, ya que en sus países no son tanto de música latina y reggeatonera como aquí, por lo que si la planta dos está totalmente llena de españoles, en la tercera suele ser lo contrario. Y es que la tarima, da mucho pero que mucho juego donde quiera que esté colocada, o nadie me va a poder decir algún día emblemático en el que por una cosa o por otra, acabamos allí arriba sin beberlo ni quererlo, sudando sin parar ante los ojos de todas las personas que allí se encuentran. No hay nada mejor que subirse a una de ellas para que el miedo escénico a hacer el ridículo se te olvide por completo, y lógicamente, será todo más fácil cuando te hayas bebido alguna que otra copa y por qué no, algún que otro chupito dentro de Kudeta.
Hay tantos y tantos estilos de tantos países allí arriba, que a lo largo de una noche, has podido tener vídeos de risa y de asombro por doquier si te lo replanteas bien y te pones a grabar con una cámara de buena calidad que alumbre en la oscuridad lo suficiente. Si las mujeres son más de que se las vea por lo guapas, arregladas o buenas que están, los hombres son los que lo dan todo ahí arriba y por tanto, a los que hay que estar atentos especialmente. El típico extranjero rubio del norte, será una buena baza para que comprobéis lo que hablo, pues aunque de primeras el tío siempre se mantenga firme como buen alemán que pueda parecer; es beberse lo justo y que le anime la persona adecuada, para que termine dando lo máximo en cada movimiento y estilo de música que pongan.
-
Baños: hay dos zonas claras de baño, y es que no te creas que van a dejar solo los de abajo del todo, porque si no te dan las siete de la mañana y aún continúas esperando. Y es que si bien, son amplios y numerosos, a la par que bien organizados, no hay duda tampoco de que hacen falta al menos tener un apoyo para que no todo el mundo tire hacia los mismos.
Los otros están en la tercera planta, al lado de la barra, justo al pasar las escaleras de la zona principal a la derecha al pasar la minicurva que se puede divisar una vez allí arriba. Aquí, sí que es cierto que son más pequeños y hay menos urinarios, pero que igualmente te hacen un apaño fundamental para no cabrearte de la gente lenta, y lenta no solo por miccionar o hacer otras gestiones que no hace falta pronunciar con demasiado énfasis para que se entiendan; sino que no será la primera ni la última vez que veamos a parejas en el baño haciendo de todo, y seguro que más de uno de los que está leyendo esto ahora mismo, lo ha hecho también si no allí en otra sala por el estilo. Ahora algunos pensarán que puedo ser exagerado, pero que se queden cualquier día hasta el final en una discoteca y que mire por el suelo a ver si no ve más de un preservativo a su paso (uno y unos cuantos). Si eres de los que se pregunta dónde es mejor llevar a tu “churri” para hacerlo, lo suyo es a la planta de abajo, con cuidado de no cargarte nada para que no sea un descaro por completo.
-
Salida: en cuanto a la salida, no te queda otra que hacerlo por donde has entrado al principio, por lo que estés donde estés, tendrás que volver a bajar hasta dar con la planta de más abajo, la principal, para que una vez allí puedas irte por la zona de la mini terraza y andes todo ello hasta más allá de la zona de entrada donde pagas el ticket; o bien recorras el pasillo que hace pasar por la sala “más lounge” y que luego va a parar al cuadrado con la barra que explicaba de primeras. Sea como fuera, te ponen tu sello al pasar por allí y podrás entrar más tarde por el mismo lado al enseñárselo al portero que esté en esos momentos en el sitio indicado. No te ponen excesivos problemas por el hecho de entrar y salir alguna que otra vez, por lo que no te preocupes si quieres ausentarte por cualquier razón.
En definitiva sobre lo físico del asunto, Kudeta es grande, no te deja indiferente, tienes colores y luces potentes y que transmiten y por supuesto, muchas barras y zonas diferentes por las que irte sin que te veas obligado a permanecer en una sola de ellas. No le podemos pedir menos a una referencia en el ocio nocturno (y es que así se definen), y por nuestra parte, veo que tienen todo bajo control, todo organizado y con una simetría que asombra por su estudio y delicadeza.
¿Por qué tendría que ir solo porque tú, Antonio, me lo recomiendes?
Podría darte miles de razones por las que ir a Kudeta sin que te lo pienses más, pero como no puedo estar toda la vida escribiendo para ti, te daré las que creo son las más importantes para decantar la balanza de la duda y hacerte ver que no yendo pierdes mucho más que si fueras:
1º- Es la más grande de Sevilla: y para los que digan que el tamaño no importa y que lo importante es la gente que te acompañe, nadie dice lo contrario, pero es que si es mucha gente la que te acompaña, quizás más de uno se tenga que quedar fuera por el hecho de que no caben, y ya eso seguro que no te hace tanta gracia y ahora sí pienses que mejor cuanto más grande. Y es que de igual manera, a más personas, más variedad, y..... ¿quién puede estar en contra de la variedad de personas? Solo gente cerrada que espero no te metas a ti mismo. Si le metemos el hecho, de que si normalmente es más grande, debe sobrar más espacio para bailar, tienes otro punto positivo para aquellas personas que vayan sobre todo a una discoteca a mover el esqueleto y no a simplemente ligar o beber más de la cuenta con música de fondo.
2º- Tiene tres plantas: y es que en sí, aunque más de uno piense que puede estar relacionada con la anterior, lo cierto es que no tiene por qué. Las razones son obvias, pues muchas otras estarán construidas a lo largo y no a la altura, por lo que pierden poder de convocatoria con el hecho de que no pueden poner tres o varios tipos de música diferentes. No es el caso de Kudeta, en el que cada planta tiene un perfil distinto, con objetivos normalmente distintos y con música por supuesto, también distinta (y que ya analizaré más adelante). Además es útil por el tema de pedirte algo para no sobrecargarlo todo en una sola barra principal, y también con respecto a los baños por la misma razón que con las barras, para que uno tenga que esperar mucho menos tiempo.
Y lo tengo que dejar aquí porque el sistema no me permite subir más caracteres de un mismo artículo, por lo que sigo en el siguiente.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- Italiano: Kudeta - Parte 1