¡Hola a todos, viajeros! En esta entrada de hoy voy a contaros todo sobre mi visita a la catedral de Myeongdong.
La Catedral de Myeongdong había estado en mi lista de cosas que ver en Seúl prácticamente desde que llegue aquí. A sólo un par de días de volver a casa, todavía no había ido a visitarla, y la verdad es que ya me había hecho a la idea de que tendría que dejarlo para la próxima vez que viniese a Seúl. Sin embargo, mientras paseaba por la ciudad me la encontré sin haberlo planeado, y su enorme tamaño obviamente me llamó la atención nada más cruzar la esquina de la calle.
La catedral de Myeongdong, situada en el barrio que le da nombre, es uno de los símbolos más importantes de la religión cristiana en Corea del Sur. Su nombre oficial es el de Catedral de la Virgen María de la Inmaculada Concepción, pero en la actualidad casi nadie se refiere a este monumento con otro nombre que no sea el de Catedral de Myeongdong.
Para llegar hasta este monumento, puedes ir en metro y bajarte o bien en la estación de Euljiro 1 (saliendo por la salida 5), o por la de Myeongdong. Tan sólo tendrás que caminar unos 300 ó 400 metros para llegar hasta la catedral.
Una vez llegues a la catedral, verás que hay una escalinata enorme para llegar hasta ella, y seguro que te impresiona ver una construcción de carácter gótico en pleno casco urbano de Seúl, sobre todo porque contrasta mucho con las calles de shopping del barrio de Myeongdong y las interminables luces de neón que tanto las caracterizan. Esta era una de las razones por las que me intrigaba tanto venir a visitar la catedral.
La catedral no es muy antigua en sí (sobre todo si vienes de Europa, dónde las construcciones religiosas suelen tener mucha más historia), ya que data de finales del siglo XIX. Aún así, esto no quiero decir que la catedral de Myeongdong no tenga valor histórico, ni mucho menos. Es uno de los puntos de referencia más importantes de la religión cristiana en el país, y durante la fase de democratización de Corea, tuvo un papel muy importante porque reunía a muchos protestantes de los derechos humanos.
Por dentro la catedral es bastante sencilla, a mí me gustaron sobre todo las vidrieras, que son muy coloridas y con diseños parecidos a los mandalas, y el enorme órgano situado en la parte alta de la iglesia. Aunque no tenga mucha decoración, merece la pena que entres a verla. Eso sí, tendrás que ser respetuoso porque verás que hay muchos locales rezando. Hay misas todos los días, tanto por la mañana como por la tarde, y si no hablas coreano puedes ir a la que hacen inglés, a las 9 de la mañana los domingos.
Lo cierto es que me alegro de haberme encontrado casi por casualidad la catedral de Myeongdong, porque así me vuelvo a casa sin tener la espinita de no haberla visto. Espero que te acerques a verla cuando estes de visita en esta increíble zona de la ciudad.
