¡Hola a todos, viajeros! En el post del día de hoy voy a hablaros sobre uno de los museos que más me ha gustado hasta la fecha: el museo de Leeum.
Me encanta el arte contemporáneo, así que una de las primeras cosas que hice nada más llegar a Seúl fue buscar en Internet cuáles eran los mejores museos de la ciudad. El museo de Leeum fue uno de los que encabezaba la lista en todos los blogs que encontraba, así que tenía claro que quería venir a visitarlo. Sin embargo, he alargado bastante la espera, y no fue hasta este finde semana que por fin me decidí a ir, acompañada de mi amiga Eva.
El museo de Leeum, también llamado Samsung Museum of Art, fue establecido en 2004 por la Fundación de Cultura de Samsung. En la actualidad, es uno de los museos más reconocidos y recomendados de la capital.
Lo que más me gustó de este museo es el contraste que hay en las exposiciones. Hay dos salas diferentes en el museo, una de arte tradicional coreano, y otra de arte contemporáneo. La primera tiene cuatro plantas que reúne más de 120 piezas de arte tradicional. Hay sobre todo una enorme colección de jarrones y piezas de porcelana de las diferentes dinastías de Corea, y son realmente bonitos y están perfectamente conservados. También hay una colección de pinturas sobre papel y pergaminos con unas caligrafías.
Pero sin duda la sala que más me gustó del museo fue la segunda, la de arte contemporáneo. Reúne piezas artísticas desde después de 1910, de géneros realmente variados. Desde esculturas hasta fotografías y videos, en esta sala es fácil de apreciar la evolución que ha experimentado el arte coreano durante el último siglo. De las tres plantas que componen esta sala, a mí personalmente me pareció especialmente fascinante la primera, que reúne piezas desde la década de los 60 en adelante, de artistas inspirados especialmente en el movimiento de artistas como Andy Warhol.
Independientemente de te gusta más admirar arte tradicional, o por el contrario prefieres lo que transmite el arte contemporáneo, una visita al museo de Leeum es obligatoria. Te recomiendo que la hagas con tiempo por delante, por lo menos un par de horas, porque hay un montón de obras que ver. Y merece mucho la pena pararse detenidamente a disfrutar de ellas, porque es una colección increíble. Descubrirás un montón del arte coreano, y de cómo ha ido evolucionando a lo largo del tiempo.
La etrada normal cuesta 10.000 KRW, pero hay descuento para estudiantes (no olvides llevar el carnet) y podrás pasar por 5.000 KRW. El recinto del museo está un poco escondido, pero hay muchas señales que te indican cómo llegar. No obstante, está bastante céntrico (en la zona de Itaewon), así que no tendrás problema para llegar. Cabe mencionar también la arquitectura del edificio, que es realmente asombrosa. Así que otra razón más para visitar este museo. Ten en cuenta que en Corea los museos cierran relativamente temprano (este en concreto, a las seis de la tarde), así que recuerda esto para cuando planees tu visita.
Me resultó muy interesante la visita porque, sinceramente, no conocía prácticamente nada del arte de origen coreano, y como tienen colecciones desde pasadas dinastías de hace más de 600 años, hasta la actualidad, resulta fascinante ver la evolución del arte de Corea.