Tulum

Tulum está situado en Quintana Roo, que a su vez forma parte de la Riviera Maya, este lugar es famoso porque en la antigüedad tuvo mucha importancia en la civilización maya.

Se trataba de una ciudad amurallada que actuaba como lugar estratégico frente a otras tribus o barcos que podían llegar a través del mar Caribe ya que su acantilado de gran altura sirve como barrera al exterior y las olas difícilmente son capaz de superarlo.

Cuando llegamos a este sitio hacía un calor infernal, el sol abrasaba bastante así que no olvidéis broncearos con mucha intensidad y reponerlo cada dos o tres horas, yo acabé roja como un tomate porque pensé que con una solo dosis sería suficiente, error.

El sitio es precioso, el color azulado del mar es espectacular y tuve la suerte de poder disfrutarlo en una playa como ahora comentaré, hay muchísimas ruinas de la civilización maya y muchísimas iguanas, esto me llamó mucho la atención pues algunas eran de un tamaño enorme y es gracioso “jugar” con ellas, mientras que algunas huyen despavoridas cuando te acercas otras están tan acostumbradas a la presencia humana que se quedan inmóviles.

Una de las cosas que más me llamó la atención en los edificios que hay es la altura de las puertas, eran muy pequeñas por lo que los antiguos mayas debían de tener una altura bastante baja, tiene sentido pues los actuales sudamericanos son bastante bajos así que imaginad sus antecesores que estarían aun menos desarrollados.

La playa donde me bañé era preciosa y espectacular, tienes que bajar desde unas escaleras de madera pero la verdad que no sabes si bajar o quedarte atónito mirando la hermosura de las vistas, por un lado la brisa marina acaricia tu rostro, por otro ves un contraste típico de las películas, por un lado naturaleza, palmeras y bosque verde peinando el acantilado formado por rocas gigantescas y por otro lado un mar azul turquesa con otras zonas más oscuras.

La gente disfrutó mucho del sol y nos bañamos prácticamente todos, la arena es muy fina y una cosa que me sorprendió bastante es que con todo el calor que hacía no quemaba, lo cual sí ocurre en las playas murcianas.

Otra cosa que me gustó bastante son las piedras gigantes que hay en medio de la playa, en toda la arena que están genial para hacerse fotos, muy cerca de la playa que estoy comentando tenéis otra en la que había un chiringuito que me cautivó.

Me pedí un batido de chocolate y mi amiga un refresco de lima y disfrutamos lejos de todo el ocio que hay en Tulum de una playa solitaria con un chiringuito para nosotras, tuvimos un pequeño percance cuando nos apareció un perro de repente en la playa pero enseguida vimos que era del encargado del chiringuito, estuvo genial la verdad.

Como conclusión, si venís a Tulum venid preparados contra el sol y los mosquitos, tened en mente que os vais a dar un baño en el mar Caribe con vuestros amigos que prácticamente es el mejor momento del viaje y buscad esta última playa que os he dicho porque merece la pena.

Para llegar a Tulum como siempre digo es mejor que lo hagáis con guías o programas turísticos porque en México es peligroso ir de forma independiente, yo llegué en autobús porque además de ser lo más seguro te suelen poner un guía para todo el día que te explica todo mejor que si vas tu solo y buscando información en internet.