Chichén Itzá

Chichen Itzá es uno de los lugares turísticos más importante de México, se encuentra en la península del Yucatán y es famoso por los restos arqueológicos procedentes de la civilización Maya.

Normalmente es una visita obligada de cualquier programa turístico, se trata de una gran explanada con enormes restos de templos mayas y edificios antiguos, también son famosos los cenotes. Para llegar normalmente se hace a través de un autobús guiado, en mi caso fue el programa turístico el que nos iba llevando cada día a un lugar y así no tienes que preocuparte, sobre todo porque México puede ser bastante peligroso y es mejor ir guiado que ir de forma independiente.

Cuando llegué hacía un intenso calor, un calor húmedo y pegadizo así que os aconsejo que llevéis poca ropa porque acabaréis sudando, además hay gran cantidad de mosquitos por lo que echarse antimosquitos previamente no es mala idea.

Es fundamental que vayáis con un guía turístico, a nosotros nos tocó un aborigen que nos los explicó todo a la perfección, él mismo decía que la mayor parte de guías turísticos son descendientes de los mayas o tenían algún antepasado relacionado, supuestamente el final de la civilización maya es un misterio pues desaparecieron de forma más o menos repentina y no se sabe si por guerras internas o por algún tipo de actividad relacionada con sus creencias religiosas, el caso es que no me fio mucho de lo que nos dijo el guía la verdad.

Lo que sí es cierto es que en la visita guiada te van llevando de forma ordenada por los distintos puntos históricos y culturales importantes de la civilización maya que se encuentran en esa zona a la vez que te explican la historia de cada sitio.

Uno de los que me llamó más la atención fue un lugar donde los mayas hacían un juego típico llamado "El Juego de la Pelota", digamos que era como el fútbol aquí ahora mismo aunque a diferencia el juego maya era más o menos un ritual al dios, jugaban dos equipos y el objetivo era introducir una pelota por uno de los aros del campo de juego, alrededor del campo se colocaba el resto del pueblo y el jefe maya, pudiendo durar bastante tiempo ya que el campo es bastante grande y solo podían utilizar determinadas partes del cuerpo para darle a la pelota.

Para hacer una demostración de la buena audición del campo, el guía turístico nos ordenó a unos cuantos que nos fuésemos a la otra punta del campo y simplemente hablándole a la pared nosotros podíamos escucharlo en el otro lado del campo, fue muy impresionante.

Al parecer el maya que marcaba el gol tenía el honor de morir por el dios maya, una auténtica locura pero sí, es tal cual digo, aunque en otras civilizaciones mayas no era exactamente así nos comento el guía.

Una cosa muy curiosa que me hizo gracia al principio de la ruta, porque luego ya es un poco repetitivo la verdad, es cómo los autóctonos del lugar imitan el sonido del jaguar (es el animal típico de México) a través de una especie de silbato raro que intentan venderte, de tal forma que mientras estás viendo los antiguos edificios mayas oyes continuamente ese sonido.

Hay gran cantidad de tiendas durante la ruta turística, yo me compré un ajedrez maya, hay vasijas con figuras del dios maya y muchos souvenirs, merece la pena comprar algo para tenerlo de recuerdo ya que es barato y puedes negociarlo con el vendedor, yo aún conservo lo que compré y cada vez que lo miro me acuerdo, es bonito. Y, en este tipo de viajes siempre hay que comprar algún recuerdo a la familia, por lo que matamos dos pájaros de un tiro.

La parte principal de la ruta por Chichén Itzá es el Templo de Kukulkán que seguro que reconoceréis en la foto, es quizás uno de los iconos arquitectónicos más famosos del mundo y representa la cultura maya en todo su esplendor.

Tiene forma piramidal y aunque desconozco sus dimensiones la verdad es que es bastante imponente, cuando yo fui no dejaban subir, algunos decían que era porque las escaleras se están deteriorando y otros porque recientemente un turista se había caído y se había matado y ya era la segunda vez que ocurría, a saber. Sin embargo, antes si que era posible subir por la pirámide maya.

El templo consta de tantos escalones como días del año, aunque parezca que no, cada mínima parte de las estructuras y monumentos de los mayas están cuidados y preparados con el mínimo detalle para rendir culto a su dios Kukulkán.

Cuando llegamos al templo el guía turístico quiso representar el gran conducto de sonido que es, poniéndose enfrente del templo y dando dos o tres palmadas vimos como el sonido se transmitía a la parte superior del templo donde se producía un eco que asemejaba el nombre del dios, sencillamente asombroso.

Para finalizar el trayecto fuimos a una edificio donde los mayas se subían para estudiar las estrellas, es muy conocido el interés de esta civilización por la astronomía la cual era base de predicciones como fue la de 2012, he de decir que el guía nos comento que lo del fin del mundo era mentira y que simplemente se refería a un cambio generacional del clima terrestre lo cual pudimos comprobar con la llegada de dicho año cuando no ocurrió nada malo por suerte.

Las mayas fueron los que descubrieron diversas estrellas que todavía hoy día están en estudio, estudiando las constelaciones siempre con una base mística y relacionandolo con rituales.

El punto negativo de la visita, fue el horrible calor que hacía, tanto fue que me mareé y no había ni un solo sitio de sombra en el que poder descansar del sol y recuperarme. Si me vierais siguiendo a mis amigas con una cara roja y con ganas de volverme al hotel se os quitarían las ganas de venir, pero ya que lo sabéis vosotros podéis ser previsores y llevar una gorra o visera.

Para finalizar nuestro trayecto nos llevaron a cenotes cercanos, aunque no fueron estos donde nos pudimos bañar sino en otro fuera de Chichén Itzá, es curioso el fundamento de algunos de ellos en realizar sacrificios humanos procedentes de niños o adolescentes muchos de ellos.

Para finalizar simplemente comentaros que si vais a Mexico tenéis obligación de ver esta parte de la península de Yucatán, es muy recomendable por la relevancia histórica del lugar y para conocer un poco más a los antiguos mayas.