Café Tacuba

Podría decir que la ciudad de México es como París: cosmopolita, enorme y con toda una infinidad de cosas que ver y hacer :) Personalmente, me gustan mucho las ciudades grandes, precisamente por eso: ¿quieres deleitarte con auténtica comida hindú? ¿tienes ganas de ver un espectáculo alternativo? ¿o qué tal tomar clases de danza aérea? ¡Todo eso y muchas cosas más las podrás encontrar en las grandes metrópolis!

Pues en fin, todo eso para decir que en ese tipo de ciudades, puedes encontrar de todo. Y evidentemente, el Distrito Federal no es la excepción. Sin embargo, aunque es una ciudad moderna, no por ello ha dejado de lado las tradiciones y justo por ello es realmente fácil encontrar lugares, restaurantes dónde pueden degustar (¡o devorar!) la comida auténticamente mexicana.

Si están de visita, de intercambio o viviendo en el DF, un lugar al que definitivamente tienen que ir es el denominado Café Tacuba. Fundado en 1912 (¡es decir, hace ya más de un siglo!), el Café Tacuba es un célebre local gastronómico del centro de la ciudad.

No deja de admirarme el talento de los artistas que realizaron estas obras, desde la pintura hasta el tallado de la madera.

El  verano pasado, tuve la oportunidad de ir ahí con mi mamá, mi hermana y su esposo. Nada más con entrar al lugar, quedé maravillada. Para empezar, el edificio es de estilo colonial y el interior ha sido conservado tal cual. La decoración es muy cuidada y resaltan sus bellos detallesen los muros: desde sus azulejos y mobiliario de la época virreinal, pasando por figuras de santos, hasta sus bellas y elaboradas pinturas. Algo que me llamó mucho la atención fue la puerta de la entrada del lugar y su hermoso vitral tan colorido. El ir al Café Tacuba es casi como ir a un museo :)

Ésta es la puerta de la entrada... ¡simplemente hermosa! 

Esa noche, yo pedí una deliciosa sopa azteca y una taza de chocolate caliente. Siendo uno de mis platillos preferidos y habiendo probado varias “sopas aztecas”, puedo decir que la del Café Tacuba es… ¡simplemente deliciosa! En cuanto al chocolate, estaba igual de rico.

¡Yo y mi deliciosa sopa azteca! :D Se me antoja una igual :(

Mi hermana pidió un sabroso pozole, el cual estaba servido en un gran platón hondo e iba acompañado de sus tostadas, su cebollita, su lechuguita, su orégano y su chilito en polvo. Mi cuñado pidió en cambio unas enchiladas verdes, las cuales llevaban bastante queso. ¡Ah! Otra cosa digna de mencionar son sus bolillos: muy suavecitos, el acompañamiento ideal para cualquier platillo ^^

¿A poco no se les antoja ese plato de pozole? ¡A mí sí! >.<

No recuerdo con exactitud todo lo que comimos, pero que sí recuerdo vivamente es el servicio. Cuando nos llevaron el platillo que cada uno había ordenado, me sorprendió muchísimo el ver que cada plato era servido por un mesero diferente. Es por ello, que en un momento dado… ¡nuestra mesa estaba rodeada de cuatro meseros! Nunca había visto nada similar. Además, cada uno de ellos estaba vestido de manera muy elegante y sus modales era impecables.

Otra cosa que también recuerdo muy bien y que me fascinó fue el ambiente. Esa noche había una “tuna”. Y no, no crean que me refiero al rico fruto del nopal, no. Es decir, había un grupo de músicos que tocaba canciones de ese estilo, ya saben: con instrumentos como guitarra, pandero, castañuelas y vestidos de una indumentaria más bien antigua. Pues ese tipo de música de por sí es más bien animada y el grupo de esa noche tenía mucho carisma. Además de tocar canciones muy conocidas y que todo el mundo cantaba (como Cielito Lindo, por ejemplo), hacían pequeñas bromas al presentar cada interpretación. Ah, me acuerdo que también se desplazaban entre las mesas… ¡Hubo un momento en el cual incluso interpretaron una canción para nosotros!

Una gran pintura mural, otro de los numerosos detalles de la decoración del Café Tacuba

Sinceramente, disfrutamos muchísimo de esa velada. Entre la comida deliciosa, el servicio excelente y el ambiente animado, pasamos un momento inolvidable :)

En cuanto a los precios, es un poco caro pero sinceramente el ir a este restaurante vale su precio y con creces. Por su cocina, sus platillos, su ambiente, su servicio y su decoración, el Café Tacuba es realmente extraordinario. Si están en la ciudad de México, no pueden perderse de este lugar… ¡tienen que visitarlo! ;)