Museo della Accademia. (galleria della accademia)

El David.

No podría definir exactamente la sensación que sentí cuando lo vi. No podía definir claramente el aura de “magnitud” que rodeaba a la obra de arte de Miguel Ángel.  Sí, era magnitud; la grandeza de un genio que creó y dejó a los tiempos venideros el  testimonio de la capacidad humana.  Una, dos horas no eran suficientes para descifrar que es lo quería reflejar Miguel Ángel  ¿Descifrar?  La historia de un tiempo y de la ciudad de Florencia se configura en cada detalle del David.

Su grandeza, su expresión casi de complacencia  atestigua,  lo que el propio Miguel Ángel pensaba  y creía. La historia se respira en las obras de arte y en la propia ciudad de Florencia.