Søstrene Grene

Introducción

Bueno, cuando estaba preparándome para ir a Dinamarca, busqué algunos sitios, tiendas y cosas del estilo, para que me sonara un poco todo cuando llegara y supiera qué podría hacer y qué no. Busqué algunas tiendas útiles con buenos precios, porque Dinamarca es un país muy caro y no puedes irte a la aventura con algo de dinero. Necesitas un presupuesto bastante alto para poder irte de compras.

Afortunadamente, hay algunas tiendas y supermercados donde hay productos buenos y a precios bajos, la verdad.

Cuando busqué en Google tiendas baratas en Copenhague, una de las tiendas se llamaba Søstrene Grene y, bueno, el nombre me pareció bastante raro, aunque no le presté mucha atención. De todas formas, me lo apunté en el móvil para que, al llegar a Copenhague, pudiera ir a verla y ver qué clase de productos vendían. Eso sí, no tenía muy claro si iría a visitarla, porque por aquel entonces no me daba mucha curiosidad.

Søstrene Grene

Bueno, Søstrene Grene es una cadena de tiendas danesa. Las hermanas Inger y Ruth Grene la fundaron en Aarhus, Dinamarca, en 1973. A las hermanas también se las llamaba Anna y Clara Grene, lo cual me parece un poco extraño.

Con una mente curiosa y creativa, hasta lo más pequeño puede convertirse en algo maravilloso".

Hay 9 Søstrene Grene en Copenhague, y una de ellas está en Stroget, la calle comercial más larga de la ciudad. Además, han abierto tiendas en otros países, así que no debería preocuparos el no poder encontrarla fuera de Dinamarca. Deberíais buscarlo, igual en vuestro país hay alguna Søstrene Grene. Merece mucho la pena visitarla, tiene de todo, los precios son muy buenos y la calidad también, por eso la recomiendo tanto.

La visita a Søstrene Grene

No es difícil llegar a la Søstrene Grene del centro. Buscad la tienda de Lego, que está al lado, no tiene pérdida. De todas formas, si os ponéis a andar por la Stroget, igual os cuesta un poco llegar a la Søstrene Grene. La verdad es que yo la llevaba apuntada en mi Google Maps, así que sabía a dónde tenía que ir.

No tardé mucho en llegar con las indicaciones de Google Maps. Pasé al lado de una iglesia muy bonita y bastante grande. Había un puesto que vendía crêpes de Nutella en frente de la iglesia, por lo que parecía un edificio cualquiera, y no me pareció muy apropiado. De todas formas, estamos en la calle Stroget, el sitio en el que todo el mundo intenta coger hueco para intentar vender. Como a todo el mundo le encantan las crêpes de Nutella, había una cola enorme.

De todas formas, estaba deseando ir a Søstrene Grene, porque quería ver qué clase de cosas vendían. Llegué al sitio y estaba deseando entrar, pero no conseguía encontrar la puerta. Había una puerta y dos caminos por los que ir, pero el derecho estaba cerrado y el izquierdo llevaba a unas escaleras. Tardé un buen rato en decidir qué hacer, pero subí por las escaleras. Una vez entré, vi que la tienda tenía varios pisos, era algo raro, pero conseguí dar una vuelta por toda la tienda y tengo que decir que merece la pena.

Al entrar a la tienda, lo primero en lo que me fijé fue en la cantidad de material de pintura que había por todos sitios. A mi me gusta pintar en óleo, así que me quedé con la boca abierta cuando vi todas esas cosas, aunque también me sentí un poco mal al saber que no podría comprar nada (tendría que llevármelo todo de vuelta a Georgia y no sé si te dejan pasar lienzos enteros por el aeropuerto). A pesar de todo, el sitio era muy interesante y los precios eran muy buenos. Habría comprado un montón de no ser por la vuelta a casa y los viajes que quería hacer por Europa. Tenían lienzos de muy buena calidad todos los tamaños. También tenían óleos y acrílicos, un montón de pinceles de todos los tamaños y tipos, lápices y blocs de esbozo. Este sitio era el paraíso para los pintores y, si viviese en Copenhaguen, compraría mi material en Søstrene Grene, sin ninguna duda.

Además de los materiales de pintura, tenían una sección de decoración muy bonita, tenía ganas de comprarlo todo. Tenían un montón de lámparas y flores de decoración artificiales que me encantaron, eran pequeñas y muy monas.

También tenían decoración tradicional nórdica, es como si Søstrene Grene fuera un mundo completamente diferente. Os sorprendería la de cosas que podéis comprar por muy poco dinero para decorar vuestra casa y hacerla más original.

Hay un montón de productos para el hogar que probablemente no veréis en otros sitios. Hay un montón de cosas de cocina muy útiles y, al mismo tiempo, tan bonitas que podrías comprarlas para tenerlas de decoración y no usarlas. Hay un montón de estanterías pequeñas para poner cosas que pueden ser muy útiles. Las estanterías siempre son una buena idea.

También hay cosas para el baño, desde albornoces y toallas a velas y jaboneras. Te darán ganas de llevártelo todo.

Si te gusta el té y, más concretamente, el té de sabores más diferentes, puedes ir a Søstrene Grene y comprar un montón de tipos diferentes de té. Hay tanta variedad que acabarás mareado.

Søstrene Grene también es el sitio ideal para los amantes del chocolate y lo dulce. Tienen un montón de marcas de chocolate diferentes y, la verdad, no me esperaba ver los bombones de cacahuete y chocolate de la marca Reese's por aquí. Me encantan esos bombones, y fue una sorpresa muy agradable encontrarlos. Además, solo cotaban 12 DKK, que es un precio normal para los bombones Reese's, la verdad. Suelen ser un poco caros. También tenían chocolate blanco de la marca Hershey's, que le dio todavía más puntos a Søstrene Grene en mi cabeza. Tenían tabletas de chocolate de distintos sabores, como unas de coco, fruta y chocolate negro, que estaban a precios normales. De todas formas, tengo que decir que el chocolate era bastante caro en comparación con el precio del resto de las cosas de la tienda. Supongo que será porque es importado, aunque, ¿por qué comprar cosas importadas cuando Dinamarca es famoso por su chocolate? Preferí comprar chocolate danés en lugar de marcas conocidas, como Snickers, Twix y demás.

También tenían una especie de dulces rellenos de licor. En Dinamarca los suelen llamar Lakrids, y se ve que la gente los compra bastante. Compré algunos, y la verdad es que no estaban muy malos. Es lo típico que o te encanta, o lo odias, no tiene punto medio, aunque probablemente haya gente a la que le resulte indiferente y se los coma sin más, supongo. Hay un montón de dulces de ese estilo, hasta con sabor a CocaCola, que me gustaron bastante. Sabían exactamente a CocaCola, y me recordó mucho a cuando era niña y me compraba chucherías del mismo estilo. Me encantaban las que vendían en la cafetería de mi colegio, lo único que queríamos era ir a comprarlas y pasarnos el día masticando.

El ambiente

Bueno, el ambiente me pareció increíble, teniendo en cuenta que las escaleras que hay que subir hasta llevar a la tienda me confundieron un poco. Los dependientes también me liaron un poco, pero me las arreglé para poder comprar tranquilamente. El techo estaba pintado de marrón, y las luces eran impresionantes, parecía que había dientes de león iluminados por el techo.

También había una cosa que me encantó, que era un tobogán como los de los parques infantiles. Puedes ir a la parte de arriba, en el segundo piso, y deslizarte hasta la primera planta, donde está la salida.

También había un candelabro en la salida. Era un candelabro muy moderno que tenía luces en lugar de velas y un cristal alrededor que le daba un aire antiguo pero a la vez moderno.

Lo primero que compré en Søstrene Grene fueron estos dos bolígrafos, que eran blancos y rojos y tenían una corona en la punta. Eran muy monos y no me costaron mucho, fue una buena compra.

La verdad es que podría haber comprado un montón de cosas en Søstrene Grene si hubiera tenido sitio en mi maleta pero, como no podía llevarme nada de vuelta a Georgia, me tuve que limitar a mirar todo lo que había por la tienda y luego pasar a otros locales de la calle Stroget. Os quiero decir una cosa: si estáis en Dinamarca (o en cualquier otro país que tenga alguna Søstrene Grene) deberíais ir, porque los precios son muy buenos y los productos son geniales. Tenedlo en cuenta y ¡formad parte de la cultura nórdica!