¡Hola a todos, viajeros! En esta entrada que vais a leer voy a hablaros de una cafetería monísima a la que he ido hoy durante mi visita al pueblo de Dragør.
El pueblo de Dragør está situado muy cerca de Copenhague y, aunque os hablaré de él próximamente, en esta ocasión escribo sobre una panadería que se llama Laura Ella. La encontrarás en la calle Kongevejen, una de las principales del pueblecito. Esta panadería, que también hace las veces de cafetería, se encuentra también conectada a una boutique de alimentos gourmet y otros productos, así que podríamos decir que es un todo en uno.
La parte del exterior de la panadería es muy sencilla, y da el pego al resto de comercios y viviendas de Dragør, porque es una pequeña casita de ladrillo con un par de mesas fuera, pero que en esta época del año estaban obviamente vacías, ya que hacía mucho frío y además estaba lloviendo. Mis amigas y yo hemos decidido sentarnos un rato dentro para entrar en calor, y la verdad es que no hemos quedado nada decepcionadas.
La decoración de la cafetería por dentro era monísima. Había un montón de lámparas en el techo preciosas, que además hacían que el establecimiento estuviese genial iluminado, y en general tenía un estilo rústico pero muy acogedor. La música de fondo también era súper bonita, e incluso he hecho Shazam a unas cuantas canciones que me han parecido geniales.
El menú tenía un montón de cosas muy variadas. Había sándwiches de diferentes sabores, bebidas frías y calientes, y en la parte de la entrada había un sinfín de bollería artesanal para elegir, además de un montón de tipos de panes distintos. Todo tenía buenísima pinta, la verdad, y desde luego lo que hemos probado estaba riquísimo. El rollito de canela me ha encantado, pero también el scone de chocolate (que han sido 12 coronas) y el chai latte caliente que estaba buenísimo (por 35 coronas). He de decir que hasta las tazas eran bonitas.
Las chicas que nos han atendido eran muy agradables y en general el ambiente de la cafetería era muy tranquilo y acogedor. La verdad es que la panadería de Laura Ella me ha encantado, y si alguna vez vuelvo a Dragør tengo claro que repetiré. La verdad es que en Dinamarca es difícil decepcionarte con las cafeterías porque todas suelen ser muy cucas y están genial cuidadas, pero si buscas un sitio para relajarte y descansar un poco, y además relamerte después de tomar algo dulce, te encantará este sitio, te lo aseguro.