Campo de concentración de Sachsenhausen
- Dirección: Straße der Nationen 22, 16515 Oranienburg, Alemania
- Etiquetas: Qué ver Berlin, Berlin, Alemania
- Teléfono: +49 3301 2000
- Página web: www.stiftung-bg.de/gums/
Campo de concentración cerca de Berlín
Introducción
El campo de concentración Sachsenhausen se encuentra en el pueblo de Oranienburg, a unos 35 km al norte de Berlín, por lo que si visitáis la capital alemana podéis acercaros.
Un poco de historia
Este campo de concentración fue construido por los nazis en 1936, y servía como sitio de reclutamiento, castigo y/o asesinato de los que estaban en contra del régimen nazi, así como de aquellos que ya eran considerados inferiores sólo por el mero hecho de ser judíos, gitanos, etc. En 1936 todavía no estaban los nazis en su mayor apogeo y situación de poder, por lo que en un principio sólo estaba destinado este campo a presos políticos y los castigos crueles y los asesinatos no eran tan habituales. Sin embargo, a partir del estallido de la Segunda Guerra mundial, y del mayor poder de este régimen, más de 30. 000 personas fueron aniquiladas en este campo de concentración según los archivos, aunque se dice que pudieron ser unas 100. 000 víctimas (más de 200. 000 presos pasaron por Sachsenhausen).
Por desgracia, la crueldad que se llevaba a cabo aquí no terminó con la caída del régimen nazi, sino que los soviéticos trasladaron a Sachsenhausen su Campo Especial Nº7 y se convirtió en el mayor Campo Especial de la zona de ocupación soviética hasta 1950, año en el que lo desocuparon. El uso que dieron los soviéticos no fue mejor que el de los nazis, pero al menos el número de prisioneros fue de unos 60. 000, y de ellos, aproximadamente 12. 000 perdieron la vida. En el Campo Especial había sobre todo presos políticos, pero también otras personas que se elegían arbitrariamente y que no habían hecho nada.
Después de la ocupación soviética de Sachsenhausen, se convirtió en un lugar conmemorativo de lo ocurrido allí, y se abrió al público para que pudiera visitarlo y documentarse como 'Gedenkstätte und Museum Sachsenhausen' (Museo y Memorial de Sachsenhausen).
Un dato curioso e importante, es que en este campo de concentración se llevo a cabo una de las falsificaciones de dinero más difícil de la historia con mano de obra judía, la llamada 'Operación Bernhard'. Debido a que escogieron a los mejores judíos en arte, fotografía, etc, fueron capaces de falsificar una gran cantidad de libras esterlinas y dólares que se tomaron como auténticos billetes debido al minucioso y gran trabajo que hicieron. Esta operación llevada a cabo por el régimen nazi, les sirvió para financiar muchas de sus actividades, pero lo bueno fue que gracias a su trabajo, la mayor parte de estos judíos pudieron salvarse de la muerte. Además, hay una película sobre esta hazaña, se llama 'Die Fälscher' (Los falsificadores) y se llevó un Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 2008.
Visita
Al descender del tren, nos encontramos en un pueblo con algunas casitas, en medio de la nada, pero la ida hasta el Sachsenhausen no es difícil desde la estación de tren, ya que está indicado: si no se pregunta a los ciudadanos y todos ellos te dicen por dónde ir. Son muy amables, y yo creo que están acostumbrados a que se les pregunte por este lugar.
Reconoceréis el sitio porque hay como unas paredes o losas grandes separadas con unas letras en las que se lee 'Gedenkstätte und Museum Sachsenhausen'. Poco después, nos encontramos con el centro de información, en el que se puede alquilar una audioguía o preguntar todo lo que se quiera.
Nuestra visita comenzó por un camino, con unas paredes a la izquierda con fotos bastante grandes que ilustran sucesos de la época del campo y también se puede leer información en los mismos. Seguimos hacia la entrada principal del campo, pero primero nos encontramos con una zona al aire libre con cruces y algunas tumbas dispersas, y placas con inscripciones. Ya aquí se te encoge el corazón.
Pasamos la entrada principal, la Torre A, una construcción blanca con una forma característica, que me recuerda a todas las entradas a los campos de concentración que salen en películas o vídeos de la época. Al pasar, te encuentras con un solar inmenso, con algunas construcciones dispersas y empiezas a darte cuenta de donde estás: además había nieve y el cielo estaba gris, un clima que acompaña la visita, y que la hace aún más escalofriante y deprimente, pero más realista.
Recuerdo que lo primero que visitamos fue uno de los barrancones en los que vimos donde dormían los prisioneros con una gran cantidad de literas de madera pequeñas y juntas, así como los 'baños', mesas para comer y otras zonas dónde hacían su vida diaria los prisioneros.
Al salir del barrancón, recuerdo que había tres palos de madera gruesos dispuestos verticalmente y paralelos, con un clavo en la parte superior y que se usaban para torturar a los prisioneros.
De allí, pasamos a las celdas, muy pequeñas, y algunas con información de presos importantes por algún hecho.
Después pasamos a la cocina, lo más llamativo era la cantidad de dibujos que había hechos por los prisioneros en las paredes y me provocó un sentimiento bueno, ya que era el único color que vi y me alegré de que se expresaran al menos de esa forma. Aunque no entiendo cómo los nazis no los destruyeron (o igual ellos fueron castigados). El dibujo que recuerdo es el de unas zanahorias que querían cortar o dañar a otra porque tenía un color diferente. Muy significativo.
Otra sala que no os podéis perder es la de la proyección, un documental que te explica la historia del campo desde el principio hasta el final, y que te ayuda a enriquecer tu visita y a conocer otros datos curiosos que se pasan por alto; además, al estar en el campo de concentración te sumerges realmente en la historia y la atención es completa.
Otros espacios importantes son los paredones de fusilamiento (llamada zona Z, porque al ser la última letra del abecedario representa el final de la vida) y las cámaras de gas, nada agradable pero de visita obligada, aunque no me podía imaginar lo que realmente sucedió allí. Así, como las vallas de alambres que recorren toda la zona.
También se puede ver dos monumentos, uno en memoria de los prisioneros, y otro de la liberación del campo.
El primero es una escultura de tres hombres, uno de ellos parece que está muerto, y los otros dos lo sujetan. En la placa se puede leer en inglés y alemán la inscripción 'En memoria de las víctimas del campo de concentración de Sachsenhausen, 1936-1945'.
El segundo, es un obelisco que se construyó en 1961 en memoria de las víctimas y de la liberación del campo; es de color marrón, y en él hay 18 triángulos naranjas que representan las nacionalidades de las víctimas que pasaron por el campo. Y, en la base del obelisco hay una estatua que representa a un soldado soviético liberando a dos prisioneros.
La última sala que vimos, fue espeluznante, es la sala de autopsias y experimentación médica, está muy cerca de la salida, y es un espacio con azulejos blancos, muy distinto al resto de salas por la luminosidad que había, pero te pones a pensar en lo que hacían allí y no es nada agradable, además las audioguía contaba relatos muy duros.
Opinión
Mi opinión sobre lo que viví será muy parecida al resto de personas que visitan un lugar como este, la visita no es bonita, pero es muy interesante y emotiva y no te deja indiferente. Merece la pena, porque te hace reflexionar mucho sobre la vida y porque entras en contacto con un apartado de nuestra historia reciente que no debió suceder jamás.
Precio y horario de apertura
El precio de la entrada a Sachsenhausen es gratuito, pero os recomiendo comprar un audioguía para que vaya explicando los diferentes puntos del campo y así la visita es mucho más interesante y merecerá más la pena el viaje, sino te enteras de muy poco. Ya que la entrada es gratis, 3 euros no es mucho, y si lo compartís no es nada. Nosotras compartimos uno para dos, aunque éramos tres las que fuimos allí, una era de Taiwan y la guía iba por idioma, así que nos vino bien porque los auriculares dan para dos como máximo.
El horario de entrada es desde mediados de Marzo hasta mediados de Octubre de 8:30 horas a 18 horas y desde mediados de Octubre hasta mediados de Marzo de 8:30 a 16:30 horas, todos los días.
La visita necesita de varias horas. Nosotras estuvimos casi una mañana entre el viaje desde Berlín y la visita. Aunque prácticamente estuvimos menos de dos días en Berlín, no me arrepiento de haber ido a Sachsenhausen, sólo hay que organizarse bien y prepararse para la caminata.
Cómo llegar
Para llegar al Museo de Sachsenhausen desde Berlín, lo mejor es coger el RE tren a Oranienburg. Nosotras cogimos el regional R5 en Berlin-Hauptbahnhof, y también se puede usar el regional en Berlin-Lichtenberg. Hay trenes cada hora. Un billete de ida (Einzelfahrausweis) cuesta 3, 30 euros, pero es mejor comprarse un billete diario por unos 7 euros, ya que entonces se puede volver cuando se quiera y viajar por todo Berlín por el resto del día. Hay que bajarse en la estación llamada 'Oranienburg'. Cuando se llega a la estación de tren de Oranienburg, para llegar al campo se puede ir en bús, línea 804, o andando. Nosotras fuimos andando y tardamos unos veinte minutos, porque al autobús le faltaba tiempo para llegar y teníamos prisa y frío para esperar. Tanto la parada de bus como las indicaciones para ir andando es 'Gedenkstätte', recordarlo porque nosotras nos liamos con eso, ¡ya que íbamos buscando Sachsenhausen!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Sachsenhausen Concentration Camp, near Berlin
- Français: Camp de concentration près de Berlin
- Italiano: Campo di concentrazione vicino a Berlino
- Português: Campo de concentração próximo de Berlim
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