¡Hola otra vez!
Hoy os quiero seguir hablando de Berlín, pero en esta publicación escribiré sobre comida. Y es que cuando estás de viaje es uno de esos pocos momwntos donde puedes permitirte comer, comer y comer y no importa cuánto o el qué porque vas a caminar tanto que lo vas a quemar todo todito.
Bueno, os quiero escribir sobre una hamburguesería que nos recomendaron dos guías españoles con los que hicimos dos tours. Esta 'hamburguesería' se llama Burguermeister. No soy muy fan de las hamburguesas (de todo lo que llevan, ya que ni me gusta el tomate, ni la cebolla ni muchos otros condimentos que llevan). Aún y así nos insistieron en que teníamos que probar una de sus hamburguesas. Así que así lo hicimos. Fuimos el último día después del tour que explicaba todo sobre el muro de Berlín, al acabar la visita por el East Side Gallery (está a 5, 10 minutos a pie desde allí).
La dirección concreta es U1 Schlesisches Tor, Oberbaumstraße 8. Aunque tiene fácil acceso con el metro, es una buena idea hacerlo antes o después de visitar los grafittis del muro, ya que está algo retirado del centro o de los otros puntos turísticos de interés.
¿Y que tiene de especial este sitio? La comida está buenísima. Hay poca variedad de hamburguesas, creo recordar que hay como unas 8 diferentes si llega. Pero la carne está especialmente buena. Y las patatas... ¡Deliciosas! Además tienen cervezas especiales.
El precio no es extremadamente caro si tenemos en cuenta que es uno de los lugares más recomendados entre los locales. Si no recuerdo mal creo que nos costó unos 14 euros entre dos personas (dos hamburguesas, dos bebidas y unas patatas para compartir). Y lo que le da un toque característico es que esta hamburguesería está 'construida' en lo que antiguamente era una caseta de baños públicos. Así que os podéis imaginar que el espacio no es exageradamente grande. Es más bien un sitio de take-away o si tienes suerte coger un sitio en las dos o tres 'mesas' que tienen exteriores (bastante incómodas ya que las sillas son los típicos barrotes que hay en la calle para aparcar las bicicletas.
Hay bastante cola siempre (o eso nos dijeron). Nosotras tuvimos que esperar unos 20 minutos, así que si vais, contad con ello.
Está situado en el barrio donde hay los típicos bares donde la gente sale a tomar algo entre semana o de 'tranquis'. Así que eso es algo que puedes hacer luego de comerse una de las mejores hamburguesas que hayas comido en tu vida si lo haces a la hora de cenar.
Y si quieres más marcha, cruzando el puente (unos 20 minutos caminando) encontrarás los pubs alternativos típicos de Berlín.
Pues hasta aqui la publicación de hoy. No tengo ninguna foto porque era el último día y estaba destrozada, pero si realizáis la búsqueda en google encontraréis fotos del sitio, ¡ya veréis que peculiar!
Vuelvo a escribiros pronto, bye bye!